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jueves, 16 de septiembre de 2010

En Colombia desean enviar a la cárcel a falsos curas y pastores estafadores

Un proyecto de ley busca enviar a la cárcel a quienes se hagan pasar por sacerdotes o pastores, pero más importante aún establece pena de cárcel para aquellos líderes que utilicen su influencia para estafar a las personas o generar "adicción o servidumbre"

El caso reciente más sonado de estafa por un falso sacerdote se dió en enero de 2010 cuando Wilmar Alexander Díaz, estafaba a varios feligreses incautos que daban su dinero, supuestamente para los damnificados del terremoto de Haití.

Sin embargo, la estafa más descarada y continua es la hecha bajo el paraguas de la "teología de la prosperidad" que plantea que para recibir bendiciones económicas se debe pactar con dios el pago del diezmo. La secta más conocida de este sistema es la iglesia universal del Reino de Dios, conocida por su lema "Pare de sufrir".

Curiosamente los senadores pertenecientes al sector evangélico se han manifestado en contra. tal es el caso del senador y pastor evangélico, Edgar Espindola Niño, y de Carlos Baena del grupo político-evangpelico MIRA. Espíndola llegó a afirmar que este proyecto de ley viola libertades fundamentales y que equivaldría a enviar a Jesucristo a la cárcel. ¿Verán su flujo de diezmos amenazado?

Les dejo la noticia de El Tiempo:

Cárcel para quienes se hagan pasar por pastores religiosos, plantea un proyecto de ley

Recibirían penas de hasta 12 años de prisión e incluso la extinción de dominio de sus bienes.

Una iniciativa legislativa que cursa en el Congreso y que busca evitar que colombianos incautos sean engañados por falsos pastores, curas o guías espirituales, propone aplicarles a estos últimos penas de hasta doce años, e incluso la extinción de dominio a sus bienes.

Así lo establece un proyecto de ley radicado en el Congreso por el representante liberal Pablo Salamanca, quien propone modificar el Código Penal para incluir el delito de "constreñimiento religioso".

En principio, propone una pena de 4 a 8 años para quienes "utilizando una secta, culto o doctrina religiosa perturbe, afecten o deterioren la conducta de sus seguidores (...) y generándole adicción o servidumbre".

La pena aumentaría, agrega el proyecto, de 6 a 12 años, cuando se "constriña a otro" a entregar "sus bienes muebles e inmuebles", y acota que los responsables "serán objeto de extinción de dominio".

Para sustentar su propuesta, Salamanca cita el escándalo alrededor del ex senador y pastor de la Iglesia Misionaria Bethesda, Jorge Enrique Gómez, quien fue denunciado a través de W Radio por un supuesto incumplimiento en el pago de 100 millones de pesos a una de sus fieles. En el proyecto se relata cómo Gómez, "aprovechando su autoridad como líder espiritual, solicitó a la denunciante dinero en mutuo sin que a la fecha de la denuncia se le efectuara el pago de la obligación".

La iniciativa de Salamanca no solo ha suscitado un debate en el Congreso, sino que también llegó a los estrados judiciales, toda vez que el pastor Gómez instauró una demanda en su contra ante la Corte Suprema, por injuria y calumnia.

Frente al proyecto, Salamanca asegura que es necesario crear el nuevo delito porque la estafa se infiere de una relación comercial, y no del tipo que se da en una iglesia.

"Una de las peores formas de manipulación y dominio del ser humano es aquella en la que se abusa de los conceptos, de lo principios", acotó.

Representante Pablo Salamanca

El representante Pablo Salamanca señaló que en varias oportunidades fue contactado por el abogado del pastor Jorge Enrique Gómez, "un señor de apellido Flechas", quien le solicitó que retirara el proyecto.

"Un abogado Flechas se metió una vez a la plenaria de la Cámara y me dijo: 'doctor, he sabido que tiene un proyecto, soy vocero del doctor Enrique Gómez que fue senador y me dijo que lo demandara, y yo le dije que mejor hablaba con usted'".

Según Salamanca, "hay una especie de amenaza para que yo retire el proyecto. Incluso hay un colega que también me insinuó que retirara el proyecto porque 'iba a pisar muchos callos'".

Pastor Jorge Enrique Gómez

El ex senador Jorge Enrique Gómez aseguró que "no tiene deudas pendientes", y remitió a su abogado Gerardo Flechas.

"El pastor Gómez ya no está obligado a pagar esa deuda porque, acudiendo a la figura de la novación, la señora aceptó que su nuevo deudor fuera el señor Gerardo Aristizábal. La novación ocurre cuando tres se ponen de acuerdo y se sustituye un deudor por otro", dijo Flechas, quien, aunque aceptó que abordó al representante Salamanca, negó que le haya pedido que retirara el proyecto.

"En su sabiduría el Congreso lo estudiará. Lo que no me parece es que se personalice y se sustente sobre hechos falsos", concluyó Flechas.

Las opiniones

Monseñor Fabián MarulandaEx secretario de la Conferencia Episcopal "Hay que tomar medidas serias. Al lado de las iglesias serías prolifera un mercado religioso que no pretende evangelizar sino acudir a la ignorancia, la necesidad o la pobreza para engañar a la gente".

Édgar Espíndola Senador y pastor evangélico "El proyecto viola las libertades individuales que consagra la Constitución. El primero en ir a la cárcel sería Jesucristo, porque sacó de su ambiente social y económico a los discípulos".

Carlos Baena Senador del Mira "Eso es estigmatizar a quienes asumen un oficio religioso porque, entre otras cosas, en el Código Penal ya está la estafa, que es un delito autónomo. No veo la necesidad del proyecto".

¿Y usted qué opina?

2 comentarios:

  1. Sinceramente la ley hace aguas en un punto: ¿Cómo saben cuales son los "verdaderos" guías espirituales? Las cosas como son, las iglesias son estafas sistemáticas. Simplemente algunos son un poquito más descarados que otros. En ese sentido, la ley lo único que insta es a ser más sutiles con su "colecta". Me parece bien que se penalice el abuso de poder que hacen gala los sacerdotes; pero creo que la ley es ambigua e hipócrita. Dudo muchísimo que algún sacerdote católico vaya a ir a la cárcel por pasar el cepillo en Colombia, y en cambio el estado seguirá pagándoles su imperio con el dinero de todo el mundo. Los evangélicos estafarán descaradamente a la gente, pero los católicos estafan descaradamente a los propios estados.

    Mucha más falta hace una legislación que inponga penas a quien se haga pasar por científico, médico o ingeniero para cualquier fin; cite investigaciones científicas falsas o inexistentes; o falsifique los resultados de una investigacíón científica. Y en ese saco estaríamos metiendo a todos los vendemisterios, magufos y newageros; tendríamos una publicidad mucho más sana; se combatiría la pseudociencia y las mentiras científicas y se combatirían los fraudes, al tiempo que se aseguraría la calidad de los trabajos científicos. Eso sí quesería maravilloso.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Miguel. También sería interesante que le quitaran el estatus especial a las organizaciones religiosas.

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