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jueves, 27 de enero de 2011

Catolicismo cae en México, pero no en todas los estados por igual

Un nuevo estudio muestra que la Iglesia Católica sigue perdiendo feligreses especialmente en los estados del norte, fronterizos con Estados Unidos, y al sur del país.

El estudio también muestra algunos aspectos socioeconómicos de otros credos como los mormones y adventistas. La religión no católica con mayor presencia en los municipios mexicanos son los Testigos de Jehová.

Aunque los "no religiosos" son ya el 12% (o quizás más) no se puede concluir que todo este porcentaje corresponda a ateos y agnósticos. Pues en esta categoría se incluyen teístas no vinculados a una religión organizada, o creyentes de la Nueva Era.

Noticia de El Financiero

Pese a que la mayoría en México es católica, el porcentaje de la población que profesa esta religión ha disminuido de 99.1% en 1895 a 88% en 2000, de acuerdo con los censos de Población y Vivienda que se han efectuado.

En tanto, la población no católica o “sin religión” ha crecido de menos de 1% en 1895 a casi 12% en el año 2000. De mantenerse esa tendencia, se espera menor porcentaje de católicos en el censo de 2010, cuyo procesamiento de datos aún no concluye; baja que se viene agudizando desde 1970, cuando sumaban 96.2 por ciento.

Las especialistas Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga, del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social de la Universidad de Guadalajara y coordinadoras del Atlas de la Diversidad Religiosa en México, exponen algunas de las razones que explican ese comportamiento.

En el estudio destacan las desproporciones internas que se registran a nivel estatal, pues en Guanajuato los católicos suman todavía 97%, mientras que en Chiapas apenas llegan a 68 por ciento.

Indican también la marcada tendencia regional, en la que los estados del sur son más proclives a profesar otras religiones, seguidos por los fronterizos del norte; mientras que las regiones centro y centro-occidente se han convertido en el núcleo duro del catolicismo.

A partir de la década de los ochenta del siglo XX, señalan, el declive de católicos ha cobrado mayor velocidad, sobre todo en los estados del sur de México, en las zonas fronterizas, en las regiones con mayores índices de marginalidad y en las periferias de las grandes ciudades.

Explican que cada vez más mexicanos se declaran ajenos a cualquier religión o han abrazado otras opciones de culto que, en su mayoría, conforman el universo de ofertas cristianas de tipo evangélico, pentecostal, bíblicas no evangélicas (comúnmente conocidas como paraprotestantes o paracristianas) o protestantes históricas.

Estas disidencias católicas, destacan las especialistas, conforman un grupo compuesto por una diversidad de minorías religiosas, internamente muy dispares entre sí, donde se encuentran lo mismo religiones fuertemente consolidadas, como pequeñas sectas o iglesias domésticas, que llevan a la pulverización de ofertas religiosas.

Entre las ya consolidadas mencionan la categoría de “bíblicas no evangélicas”, como Testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día e Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que comparten un origen común: la ola adventista de principios del siglo XIX que tuvo su inicio en Estados Unidos.

En México, de acuerdo con el estudio, se han desenvuelto de manera distinta: los Testigos de Jehová, además de ser la adscripción con mayor porcentaje de creyentes y de que es el país de Latinoamérica donde más difusión ha logrado, tienen presencia ya en 90% de los municipios de la República.

La Adventista, con presencia importante en Quintana Roo, Chiapas, Veracruz y Tabasco, es la única que muestra propensión a crear regiones, mediante la concentración de creyentes en un territorio unido, lo que le permite constituirse en una religión hegemónica. Sus adeptos comparten la marginalidad, la etnicidad y la ruralidad.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días concentra a sus adeptos en las ciudades (medias y grandes), con preferencia en la frontera con Estados Unidos, y su feligresía goza de mejor posición económica y de mayores niveles educativos que el resto de las minorías cristianas.

El estudio indica que las iglesias protestantes históricas, contrario a lo que algunos analistas han señalado, muestran dinamismo y crecimiento, como el caso de los presbiterianos renovados en Chiapas, o los bautistas en Guadalajara, pero también se encuentran en poblaciones indígenas y en condiciones muy marginales.

Citó que La Luz del Mundo, aunque es la Iglesia evangélica más importante de México, no aparece como la más fuerte debido a que su fortaleza se encuentra circunscrita a la ciudad de Guadalajara (donde tiene su sede internacional) y al estado de Veracruz.

Las iglesias evangélicas han sabido utilizar los medios masivos de comunicación con buenos resultados en países como Brasil, pero en México las restricciones legales a que las asociaciones religiosas tengan acceso a la propiedad de medios las ha contenido, aunque no ha impedido que transmitan en los canales de la televisión de paga.

Las investigadoras señalan que en la categoría de “sin religión” no se refiere sólo a los ateos, sino que ahí está presente una importante realidad religiosa mexicana, donde se incluyen las poblaciones indígenas que practican “el costumbre”.

También se incluyen aquellas poblaciones que nunca fueron cabalmente evangelizadas por el catolicismo, o los individuos (comúnmente conocidos por el nombre de creyentes New Age) que han decidido creer y realizar prácticas religiosas al margen de las instituciones.

Dado que los “sin religión” también aparecen en forma contundente en donde el catolicismo es minoritario, se podría incluir a quienes han cambiado a otras denominaciones, a los expulsados por conflictos interreligiosos, así como los apóstatas de la segunda o tercera generaciones, que abandonaron la fe adoptada por sus progenitores.

Aunque de manera marginal, en México también hay presencia de otras religiones de origen oriental que, si bien están a la zaga de las minorías, tienen mayor presencia entre los sectores pudientes urbanos con buenos ingresos y altos niveles educativos. Es el caso de los judíos, hinduistas, budistas, islámicos y krihsnas.

3 comentarios:

  1. En Chiapas, y también en otros Estados de México, hoy por hoy el catolicismo romano ataca física y socialmente a miembros de otras religiones, principalmente por razones económicas (los evangélicos y demás protestantes y bíblicos no están dispuestos a financiar las juergas etílicas que se montan los católicos romanos) y de poder comunal (política). Si quieren enlaces (y los propietarios del blog lo permiten), me lo indican y con mucho gusto les pondré un par de ellos.
    Atentamente

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  2. Es una realidad que el catolicismo y la creencia religiosa en general está en crisis,y la verdad que me parece algo lógico,es la consecuencia necesaria del progreso,de la evolución del pensamiento y de la cultura en general.Estamos,como predijo Nietszche aistiendo a la muerte de Dios."Dios no existe,nosotros lo hemos matado,ahora queremos que viva el super-hombre".

    Que pena que ésta gran frase fuese malinterpretada y utilizada por el nazismo robándole el sentido.Ésta frase significa que el hombre se libera de su pensamiento misticista y pasa a tener un pensamiento libre del dogma,se deshace de todos los valores tradicionales que arrastra y lo esclavizan y su pensamiento se libera.

    El problema de ésa ruptura con Dios es que para muchas personas resulta difícil por que ser "niño" como decía Nietszche supone crear nuevos valores,y ésto ciertamente no es tan fácil,hay gente incapaz de vivir sin su Dios salvador,sin el más allá,aceptando que estamos solos,qué ésta vida es la única que tenemos y que más allá no nos espera más que la muerte.

    A mi me alegra ver caer los dioses porque me recuerda al tránsito del mito al logos,dicen que creer en la ciencia es como creer en otro dios,pero no me parece cierto porque la ciencia se asienta sobre bases racionales,demostrables y se pueden demostrar sus teorías mediante la experimentación.

    Otros,llaman dios al hecho de que exista un universo,que la tierra se mueva solo alrededor de sí mísma y alrededor del sol,y llaman dios a lo que se conoce por madre naturaleza...aunque éstos son mas bien pocos.

    Hay otros que disfrutan creyendo que tienen un origen divino y que rechazan (poniendo cara de indignación) la posibilidad de que puedan ser la evolución de un primate,claro que estos no saben ni que la evolución no es siquiera siempre perfeccionarse,si no adaptarse al medio,que es algo diferente xd

    En resumen,me parece algo muy lógico y ésto sumado a las noticas de pederastia,etc etc que desvirtúan su imagen y a la falta de flexibilidad de la iglesia que tras perder la batalla con los preservativos,ahora lo intentaba con el aborto,me parece algo muy normal el hecho de que la iglesia siga siendo querida.

    Ni que decir tiene que muchos de los que se llaman cristianos no creen en nada de esto,y que muchos se casan en la iglesia porque parece que queda más guay y lo de bautizos,comuniones etc son más fiestecilla,regalos y banqueteo que otra cosa.

    Nadie teme ya los pecados,ni busca salvar su alma,ni nada por el estilo,eso es de otra época.

    Por mi parte,tengo 20 años,no creo en dios,iba a misa para cantar en el coro (así de claro,sólo de vez en cuando)porque fuí a un colegio de monjas (porque era el que tenía comedor por nada más)
    y cuando se iba todo dios yo me quedaba leyendo por ahí (no me podían obligar ¡bendito siglo XX-XXI!) y por supuesto allí yo era el bicho raro porque NO estoy bautizada,cosa que me alegra mucho.

    Me gusta éste blog,mis felicitaciones.

    Un saludo

    Alba.

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  3. Considerar a los "sin religión" como todas las personas no católicas me parece inapropiado, pues se mezclan a los ateos y los agnósticos junto a religiones minoritarias, pseudorreligiones y teístas no religiosos como si fueran un mismo grupo aunque no tengan nada en común, asumiendo inherentemente y de forma poco sutil la supremacía religiosa separando a la población mexicana en dos grupos: los católicos y los demás.

    Las estadísticas del INEGI del año 2000 muestran una población no religiosa (si bien no necesariamente ateos y agnósticos) del 3.5%, separándoles de los protestante, evangélicos y restauracionistas. Sin embargo, es importante mencionar que el INEGI considera en sus datos a todos los niños y púberes mayores de 5 años, presumiendo que a esa edad son lo suficientemente maduros, instruidos e independientes para autodefinir sus ideologías, o talvez sólo asumiendo que son una extensión de la de sus padres.

    Por cierto que en las encuestas del 2010, el INEGI se vio en problemas tras ser amenazado por el episcopado mexicano con un intento de boicot a menos que una de las preguntas (la pregunta sobre religión) fuese aprobada por las autoridades católicas correspondientes alegando sesgo religioso debido a que "el conteo respondía a intereses perversos e inconfesables que buscaban disminuir estadísticamente a la Iglesia católica" XD, como si fuese obligación de una institución gubernamental el ceder a chantages religiosos con fines evidentemente políticos.

    Es predecible que en los resultados de la última encuesta se muestre un aumento en el número de no religiosos, pero también es predecible un incremento de las religiones no católicas que se esparcen con virulencia como resultado, no de un maléfico complot secreto inspirado por satanás para destruir al catolicismo, sino del descrédito que se ha infligido a sí misma esta iglesia encubridora de pederastas, interesada más en ganancias económicas que en el sufrimiento ajeno y con pretensiones políticas que pretenden imponer una autodenominada superioridad moral, por no mencionar su obsesión por el poder.

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