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sábado, 23 de julio de 2011

Un software es capaz de identificar los textos de cada autor de la Biblia

Los cristianos fundamentalistas afirman que la Biblia fue inspirada por el Dios Yavhé, algo similar dicen los judíos respecto al Viejo testamento, pero no del nuevo. Los ateos por su parte afirmamos que la Biblia es una colección de varios escritos creados cada uno con una motivación religiosa, social o política muy diversa, y que vario según la época. Pero más importante aún que fueron esfuerzos humanos, sin ninguna gota de divinidad en el proceso. Lo mismo creemos que ocurrió con la selección de los libros que hoy conforman la Biblia.

Los fundamentalistas afirman que los cinco primeros libros de la Biblia fueron escritos por Moisés, mientras los ateos ven en estas obras múltiples autores.

Hoy un software parece poder ayudar a encontrar que partes de la Biblia corresponden a un determinado autor. Y ayudarán a resolver incognitas como las planteadas en el párrafo anterior.


Un nuevo software desarrollado por un equipo israelí permite identificar distintos estilos lingüísticos en la Biblia, en línea con las teorías de investigadores que diferencian a múltiples autores en la escritura del sagrado libro.

Durante siglos, los estudiosos de la Biblia han tratado de identificar la mano de varios escritores entre los libros del "divino" documento, siendo sus métodos generalmente rebatidos por los teólogos y tachados en muchas ocasiones de subjetivos.

Sin embargo, un equipo multidisciplinar israelí, integrado por ingenieros, lingüistas y estudiosos de la Biblia y encabezado por el profesor de Informática y Lingüística Moshé Koppel, de la Universidad de Bar Ilán, próxima a Tel Aviv, ha sometido el texto a una prueba empírica que ha demostrado ser exitosa si se tienen en cuenta las corrientes de autoría de consenso.

"La idea general es que si tenemos cualquier tipo de documento, puede ser la Biblia, una carta o un anónimo en internet, podemos analizarlo y aprender todo tipo de cosas sobre el que los escribió con sólo analizar el tipo de palabras empleadas", explicó Koppel a Efe.

El programa, que forma parte de un campo de especialización de la inteligencia artificial conocido como "atribución de autoría", analiza el estilo y la selección de palabras para diferenciar partes de un mismo texto presumiblemente escritas por diferentes autores.

Los investigadores han podido dividir de forma automática un complejo documento en el que habían mezclado aleatoriamente versículos de dos libros enteros del Antiguo Testamento que se cree corresponden a diferentes autores y el programa informático logró separarlos correctamente.

"Cogimos los libros de Ezequiel y Jeremías. Los introdujimos en el programa y le pedimos, sin ningún tipo de información ni pistas, que los dividiera de nuevo en dos libros de la mejor manera posible y funcionó", refirió Koppel.

El informático arguye que una de las maneras de diferenciar la autoría de textos es a través del tipo de palabras empleadas, según una técnica conocida como "clustering" (agrupación).

Así, en uno de los libros el escritor emplea la palabra hebrea "makel" para designar un "palo", mientras que en el otro se utiliza "maté" para el mismo concepto.

En otra prueba similar, el equipo israelí pidió al programa que hiciera lo propio con otros dos libros, en este caso Job y Proverbios, y el resultado fue una separación que se acercaba al cien por cien.

La investigación, presentada recientemente en un encuentro de la Asociación de Lingüística Informática en Oregón (EEUU), abre un importante potencial para los estudios de la Biblia pues el método arroja luz sobre el mejor resultado posible de división por autor.

Para millones de creyentes judíos y cristianos la escritura de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, también conocidos como Pentateuco o Torá, es un documento obra de un exclusivo y único autor: Dios.

Según el propio relato bíblico, fue Dios quien se la entregó a Moisés en el Monte Sinaí.

Teólogos y estudiosos del "Libro de los Libros" han constatado diferencias en el estilo de escritura y palabras empleadas para denominar a Dios a lo largo del texto y que los seguidores de la fe atribuyen a alguna intención divina, y no al hecho de haber sido escrito en diferentes épocas o por distintas plumas.

Sin embargo, las escuelas bíblicas modernas clasifican la escritura del Libro en cuatro autores identificables cuyo trabajo podría responder a concepciones ideológicas y agendas particulares, así como el lugar que podrían ocupar en la escala social del antiguo pueblo israelita, como por ejemplo, sacerdotes o no sacerdotes.

De momento, el software sólo ha sido desarrollado para la lengua hebrea, aunque sus inventores no descartan posibles aplicaciones en el futuro en otros idiomas que permitan analizar textos en la lengua de Shakespeare o Cervantes.

Sobre la polémica que ha despertado el análisis de uno de los textos más sagrados del mundo, Koppel prefiere no entrar en el debate de quién o quiénes fueron los autores de la Biblia.

"No tenemos nada que aportar sobre si la Torá fue escrita por Dios o por personas porque no tenemos ni idea de cuál es el estilo de escritura de Dios y para analizarlo necesitamos un texto anterior de referencia", refiere.

Tocado con una kipá bordada que refleja su profunda convicción en la inspiración divina del texto, concluye: "Todo lo que decimos es que hemos encontrado distintos estilos. Cómo interpretar eso lo dejamos al libre albedrío de cada uno, según sus creencias y entendimiento".

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