Los precandidatos presidenciales por el Partido Repúblicano de Estados Unidos han hecho gala de su fe cristiana para conquistar el voto conservador. Con una mezcla de religión y política varios candidatos, un mormón, un metodista y una luterana conservadora, desean mostrar que sus ideas tienen una base en la fe.Debido a la baja popularidad de Obama, y la crisis económica la presidencia podría quedar en manos republicanas. De los siguientes candidatos Rick Perry, de quien hablamos anteriormente en el blog Sindioses, es uno de los más opcionados.
¿Y usted qué opina?"Di mi vida al Señor a los 16 años": Bachmann
La candidata Michelle Bachmann, quien es representatnte a ala Cámara por el estado de Minnesota ha hecho alarde de su fe y manifiesta oponerse al aborto, la eutanasia y el matrimonio igualitario.
"Yo soy una creyente del señor Jesucristo. Di mi vida al Señor cuando tenía 16 años. Estamos comprometidos con la causa pro-vida, creemos que la vida merece ser protegida desde la concepción hasta la muerte natural", manifestó Bachmann.
La republicana defendió que "creo que Dios tiene un plan para el matrimonio entre un hombre y una mujer. Yo soy la principal autora de una enmienda contra el matrimonio gay en Minnesota. Conseguí que un Estado muy liberal aprobara una enmienda que establece la votación en el año 2012 del establecimiento de una prohibición contra el matrimonio homosexual". En 2004 afirmó que la homosexualidad "Forma parte de Satán"
Bachmann es cristiana evangélica de la Iglesia Luterana Salem. Ella considera que la obra "¿Entonces cómo deberíamos vivir?" del teólogo Francis Schaeffer ha influenciado grandemente su vida, y la de su esposo. La obra en mención defiende la idea que la cultura cristiana se ha visto afectada por el renacimiento, la ilustración y la evolución.
La Iglesia a la que Bachmann ha acudido durante décadas, está adscrita al sínodo evangélico luterano de Wisconsin, una congregación de 390.000 personas. Aunque en EE UU hay unos 80 millones de evangélicos, estos pertenecen a una rama especialmente conservadora. Los tres pilares centrales de su fe son la oposición al aborto; la idea de que la homosexualidad es un estilo de vida patológico, y una extraña convicción de que el Papa de Roma es el Anticristo.
Bachmann cree además que Dios le ha hablado y que le ordenó casarse con quien hoy es su esposo. su esposo, el doctor Marcus Bachmann quien dirige una clínica de "reparación de la homosexualidad" con base en la Biblia.
Podrán hacerse una idea de la mentalidad de esta candidata.
"Dios quiere que EE.UU. dirija al mundo": Romney
Mitt Romney, el precandidato mormón ha afirmado que Dios había creado a Estados Unidos para que dirigiera al mundo. "Dios no creó a este país para que fuera una nación de seguidores. Estados Unidos no está destinado a ser uno de los varios poderes globales en equilibrio".
Curiosamente, a pesar de venir de una religión muy conservadora ha presentado en el pasado su apoyo al derecho al aborto y los derechos de los gays. Por esta razón es visto con recelo por los conservadores.
Romney no cae bien en muchos circulos evangélicos, quienes califican el mormonismo de no ser cristiano. Tal es el caso de Bryan Fischer, director de la American Family Association, conocido por comentarios irritantes contra la homosexualidad y las "religiones no cristianas". Fischer declaró después de una intervención del candidato mormón que: "El próximo presidente de Estados Unidos debe ser un hombre (...) de sincera, auténtica y genuina fe cristiana"
"La evolución y el calentamiento global son mitos, pero ora por lluvia". Rick Perry
Fuente: El País
El evangelismo de Perry es en realidad una forma de activismo cristiano contra el secularismo. En 2005 defendió en el Supremo su voluntad firme de que los diez mandamientos se exhibieran en dos tablas frente al Capitolio de Austin. Ganó aquel caso por una ajustada mayoría de cinco votos contra cuatro. El poder político es para Perry una forma de hacer proselitismo religioso. Su despacho de gobernador ha sido un púlpito. Como gobernador, organizó el pasado 6 de agosto una jornada de rezo en un estadio de Houston. A ella acudieron 30.000 personas. El sermón del gobernador se retransmitió en directo en unas 1.000 iglesias. Fue una súplica a Dios para que acabe con la crisis económica.
Perry ha sido un experto, en sus 10 años como gobernador, en ignorar directamente a los 155.000 mormones, 128.000 judíos y 114.000 musulmanes de su Estado (son cifras de 2006 de la Asociación Histórica del Estado de Texas). En abril, cuando Tejas sufría una de las peores sequías que se recuerdan, decretó dos días de "rezos oficiales" para pedir la lluvia.
Como evangélico, Perry es antiabortista. No solo se opone al matrimonio gay. En 2002 defendió como "adecuada" una ley que penalizaba cualquier acto de sodomía en Texas. El Supremo la ilegalizó al año siguiente. En su libro insinúa que, si no se pone límite a la homosexualidad, esta puede abrir el camino al "incesto, la prostitución o el robo". Y sus ideas sobre el cambio climático van más allá del terreno seudocientífico: asegura que Al Gore esconde datos sobre "el enfriamiento mundial".
Ya se ha comprobado en múltiples ocasiones que la religión y la política juntas de la mano son perjudiciales para la población en general. Me pregunto por qué se empeñan en seguir cometiendo estos errores, y más con la situación que se está viviendo ahora mismo.
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