Páginas relacionadas

martes, 27 de diciembre de 2011

Ultraortodoxos chocan con la policía en Israel

Los judíos ultraortodoxos son una comunidad creciente en Israel que viven de forma estricta las normas de la Torá.

Una de las normas es la segregación de hombres y mujeres, incluso en las aceras de la calle. Pues bien, en el momento la comunidad secular y los judíos moderados se encuentran enfrentados con los ortodoxos o haredíes en la ciudad de Beit Shemesh, cerca a Jerusalén.

Todo comenzó cuando un grupo de ultraortodoxos insultaron a una niña de 8 años llamada Naama Margolis. La niña contó en la televisión del país el acoso que sufre de una comunidad de judíos ultraortodoxos. Entre otras cosas, cuenta que tiene miedo de ir al colegio porque los jaredíes de la ciudad, que intentan imponer su modelo de conducta, la han maldecido, insultado y amenazado.

El reportaje ha indignado a parte de la sociedad israelí e incluso el Primer Ministro ha tenido que hablar. Luego, el grupo ultraortodoxo atacó a un equipo de televisión que se acercó a su barrio, y posteriomente hubo enfrentamientos con la policía.
 


Noticia de Aurora Digital

Cientos de judíos ultraortodoxos se enfrentaron hoy a agentes de policía en dos barrios diferentes de la ciudad de Beit Shemesh, foco de una creciente polémica sobre el aumento de comportamientos extremistas, informó la Policía.

Los haredim (literalmente "temerosos" de Dios) quemaron contenedores de basura y persiguieron y lanzaron piedras contra los agentes, uno de los cuales resultó herido leve.

Uno de los atacantes fue arrestado en el acto por la policía, que ha desplegado patrullas y está quitando, en coordinación con las autoridades municipales, los carteles de esta urbe al suroeste de Jerusalén que instan a las mujeres a caminar por una acera distinta a la de los hombres, indicó el portavoz policial, Miki Rosenfeld.

La retirada de uno de estos signos originó una de las refriegas, mientras que la otra se desató al mediodía, cuando un equipo del canal 10 de la televisión nacional trataba de grabar una pieza informativa. El equipo fue rodeado de repente por una multitud de residentes y llamó enseguida a la Policía para evitar verse en situación que vivieron ayer sus compañeros del canal 2, que acabaron atacados y golpeados durante varios minutos por unos doscientos ultraortodoxos.

El intendente de Beit Shemesh, Moshe Abutbul, anunció la instalación de entre 300 y 400 cámaras de videovigilancia para frenar los ataques o humillaciones a las mujeres en los espacios públicos por parte de los ultraortodoxos más radicales. "No hay forma de que un intendente haredí vaya a instalar cámaras en los barrios de haredim. Quien crea que van a poner las cámaras se equivoca", reaccionó uno de los concejales en la oposición, Moti Cohen, en declaraciones al diario "Yediot Aharonot".

El ministro de Interior, Eli Yishai, que ayer comparó la segregación por género con la división entre competiciones deportivas masculinas y femeninas, empleó hoy un lenguaje más duro sobre el caso de Naama, que ha conmocionado a la inmensa mayoría de la población.

Naama es una niña de Beit Shemesh de ocho años de edad y familia religiosa que tiene miedo a salir a la calle después de que un ultra ortodoxo, desde ayer en libertad bajo fianza, la escupiera recientemente por considerar que no iba vestida con el suficiente recato.

En una reunión del partido que lidera, el ultra ortodoxo sefardí Shas, Yishai tildó lo sucedido de "nauseabundo y repugnante" e indicó que "no hay un solo rabino" que lo justifique. No obstante, uno de los diputados de la formación, Yitzhak Vaknin, masculló: "No hay discriminación hacia las mujeres, es mentira, sólo hay odio a los ultra ortodoxos".

Las comunidades ultra ortodoxas viven generalmente alejadas del resto de la sociedad y con reglas de comportamiento internas en las que la mujer tiene un papel subordinado al del hombre, como es el caso de las alrededor de cuarenta líneas de autobuses segregados, donde se les reservan los asientos traseros. La revelación en los últimos días de diferentes casos de acoso y agresiones contra mujeres, sobre todo en Beit Shemesh, llevaron ayer al primer ministro, Biniamín Netanyahu, a anunciar mano dura para frenar un fenómeno creciente entre los más oscurantistas para preservar lo que denominan la "modestia", incluso contra judías religiosas, que visten con recato y se cubren el pelo tras casarse.

"Israel es un Estado democrático, occidental y liberal. La esfera pública es abierta y segura para todos, hombres y mujeres por igual. No hay sitio para el acoso o la discriminación", dijo al inicio de la reunión semanal del consejo de ministros.

Netanyahu se reunirá durante las próximas dos semanas con representantes del mundo ultra ortodoxo para convencerles de que condenen en público la segregación entre sexos en los espacios públicos, según el diario "Haaretz".

¿Y usted qué opina?

1 comentario:

  1. ¡menos mal que dicen que son temerosos de Dios, uf, cómo serán los que no lo son dentro de los religiosos!

    ResponderEliminar