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sábado, 21 de septiembre de 2019

En lugar de ayuda médica cristianos llevan a leprosos película de Jesús

Decenas de leprosos se convierten al cristianismo evangélico tras
película de Jesús sanando enfermos
La lepra es una enfermedad que aún no está erradicada en el mundo. En muchos países africanos como Sudán y Sudán del Sur, entre otros aún es un problema de salud grave.

Esta enfermedad, causada por la bacteria Mycobacterium leprae, produce una infección crónica que afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos. La lepra se puede curar y de tratarse en las primeras fases se puede evitar la discapacidad. La enfermedad puede tardar en aparecer más de cinco años y para contagiarse se necesita estar cerca del enfermo durante años y de forma prolongada.

Sudán del sur, un país afectado por la lepra, es una nación muy joven y pobre. Nació en julio de 2011 tras independizarse de Sudán, tras una cruenta y empobrecedora guerra civil.  Sudán del sur tiene mayor población cristiana respecto a Sudán, y estas diferencias religiosas fueron ingrediente de la guerra civil precia a su independencia. En 1983 se introdujo la Ley Islámica por el Presidente Nimeiri que buscaba imponer la religión de paz de Mahoma por la fuerza en todo el territorio. En la actualidad un 70% son cristianos siendo las variables del catolicismo, el cristianismo copto y denominaciones protestantes las principales versiones de cristianismo en este pobre país. 

Pues bien, una serie de misioneros evangélicos han llegado a predicar el evangelio en este país africano y han decidido llevar a pueblos con leprosos la película "Jesús" de 1979 en la que hay escenas del Carpintero mágico sanando a leprosos. En el sitio de noticias evangélicas "Todo Biblia" narran entusiasmados que esta estrategia les valió la conversión de muchos leprosos:

«Ver aquellas personas mirando a Jesús curar la enfermedad, me dejó intrigado. Hablamos sobre la sanidad que Dios ofrece y cómo Él puede restaurarlas después de que sus pecados sean perdonados”, dijo Stuart Bowman, un misionero evangélico.

“Pero fue una hermosa experiencia sentarse con ellos y orar y ver a casi todas las personas entregando sus vidas a Cristo», agregó.

Es completamente ridículo que una persona crea que es más importante la conversión de una personas al cristianismo que su sanación. ¿No podían llevar equipos médicos, montar un hospital sin esperar a cambio una conversión? Obvio no. La nota no habla que hayan llevado personal médico capacitado para curar a las docenas de leprosos. Además es un poco ruín aprovecharse de las necesidades de salud de las personas para venderles una religión.

Igual de irracional fueron las declaraciones de Traducción Biblia México en el 2012 en el que intercambiaban las prioridades terriblemente: 

"La esperanza de África, el agua, la roca, el pan, la miel, la luz, el camino, la verdad y la vida de África se encuentra en la Palabra de Dios. Oremos por este precioso continente para que Dios bendiga África y envíe misioneros y traductores de la Biblia. La Guía de Oración por las Etnias Sin Biblia nos presenta tres perfiles para orar y son: los Basek, los Dukawa y los Duwai. En cada uno de ellos encontrará un mapa, descripción de sus costumbres, necesidades y peticiones de oración."

Cabe señalar que según la misma Biblia (Marcos 16: 14-18) los misioneros pueden demostrar su poder y su validez del poder de Jesucristo al sanar enfermos y resucitar muertos. El hecho que estas curaciones no lleguen, ni que veamos la sustitución de las salas de emergencias y las salas de velación por salones de culto, son una muestra de la falsedad del llamado evangelio.

"Finalmente [Jesús] se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura... Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."

Justamente la misma Biblia nos provee una prueba de que sus mismas historias son palabrería.

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