Aquí la noticia de El Espectador:
La diócesis católica de Wilmington, en el este de Estados Unidos, se declaró en bancarrota en vísperas de un juicio por un caso de abusos sexuales protagonizado por uno de sus sacerdotes. En un comunicado, el obispo de la diócesis, Francis Malooly, afirmó que se trata de “una decisión dolorosa”.
La declaración de bancarrota, agregó Malooly, “representa la mejor posibilidad, dados unos recursos limitados, de ofrecer el trato más justo posible a todas las víctimas de abusos sexuales perpetrados por sacerdotes de nuestra diócesis” y compensarlas mediante un proceso único.
La diócesis de Wilmington, fundada en 1869, cuenta con 58 parroquias y 126 sacerdotes en los estados de Delaware y de Maryland, que podrían ser cerradas. Esta provincia eclesiástica afronta 131 demandas por supuestos abusos sexuales cometidos por sacerdotes. El primer juicio será este martes en contra del cura Francis DeLuca.
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