En el mundo toma fuerza el rechazo e incluso el desprecio a la ciencia, ya sea de mano de la religión o el posmodernismo que iguala las explicaciones científicas con cualquier otra explicación. Esto ha sido especialmente notable y peligroso en el tema de la vacunación, donde los movimientos antivacunas son los culpables de los recientes brotes de sarampión y rubéola.
La objeción a la vacunación por motivos religiosos ha aumentado entre judíos ultraortodoxos, musulmanes, científicos cristianos (sí, así se llaman los miembros de una religión), algunos amish y pocos adventistas. He aquí las historias.
Brote en Jerusalén
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La comunidad ultraortodoxa en Jerusalén es víctima del virus causante
del sarampión. Un bebé ha muerto. |
La ciudad santa para las tres religiones abrahámicas es escenario de un brote de sarampión.
El pasado martes 6 de noviembre se registró la muerte de un bebé de 18 meses por sarampión. Este es el primer deceso por esta enfermedad en 15 años que ocurre en el barrio de ultraortodoxos Meah Shearim.
De los 33 casos registrados en 2017 se ha escalado a 1401, la mitad de ellos en la población ultraortodoxa de Jerusalén. Esta comunidad también conocida como haredí o jaresí, tiene un estilo de vida que vida en la estricta observancia de las normas religiosas, aislamiento del mundo exterior, repudio a las explicaciones científicas, la observancia del sábado y separación de los sexos con subordinación de la mujer (como manda la Torá).
La comunidad haredí cuenta con tradiciones religiosas dentro de su seno, muchas de las cuales se oponen a la vacunación. Esto en familias de siete hijos en promedio, y viviendo muy juntos es un problema de salud por explotar. La muerte de un recién nacido ha sido un campanazo de alerta.
El Hospital Share Zerek y en su maternidad en el centro de Jerusalén (Bikur Holim), son los más visitados por los ultraortodoxos en la Ciudad Santa porque respetan el deseo los padres de no vacunar a sus pequeños, mantiene silencio ante la crisis. Sin embargo, por presión del gobierno habrían empezado a proporcionar tratamiento preventivo a cerca de un centenar de recién nacidos.
"Las vacunas son "haram" (pecado)
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Una de las pocas niñas que se han vacunado en Aceh, Indonesia.
Imagen de Science |
Indonesia ha usado durante mucho tiempo una vacuna contra el sarampión producida localmente como parte de su esquema de vacunación infantil, pero la cobertura ha sido irregular, y hasta hace poco, el país tenía una de los mayores reportes de sarampión del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el 2017, como parte de un plan dirigido por la OMS para eliminar el sarampión y la rubeola a nivel mundial para 2020. Para esto el país asiático cambió a una vacuna combinada contra el par de enfermedades virales, producida por el Serum Institute of India en Mumbai. El Ministerio de Salud lanzó este año una ambiciosa campaña que buscaba inmunizar a 67 millones de niños en edades comprendidas entre 9 meses a 15 años. La primera fase, en 2017 en la isla de Java, fue un éxito; las seis provincias alcanzaron el objetivo de cobertura del 95%, y los casos de sarampión y rubeola se redujeron en más del 90%.
Sin embargo, antes de la fase final de este año el Consejo Indonesio de Ulamas (MUI) de las Islas Riau, un cuerpo islámico provincial, expresó su preocupación porque la nueva vacuna MR no había sido certificada como "halal" o legal, por el MUI central en Jakarta, la más alta autoridad religiosa en Indonesia. Estas declaraciones generaron desconfianza en los padres que son en su mayoría religiosos.
El gobierno intentó presionar a los ulema de la capital, pero la reacción fue la opuesta a la esperada. Los religiosos declararon que la vacuna no era halal, sino "haram" o pecado. Según los religiosos la fabricación de la vacuna tuvo elementos porcinos que hará que los fieles no puedan ir al cielo. Entre ellos la tripsina, una enzima, ayuda a separar las células en las que se cultivan los virus de la vacuna de su recipiente de vidrio. De igual manera calificaron de pecaminosa la gelatina derivada de la piel de los cerdos sirve como estabilizador, protegiendo los virus de las vacunas cuando se liofilizan.
Los clérigos locales han contribuido a la divulgación de estas ideas haciendo que Indonesia sea un país donde la confianza por la vacunación haya perdido rápidamente el apoyo de los padres. El país de mayoría musulmana podría ver nuevas oleadas de sarampión y más abortos involuntarios y defectos de nacimiento resultantes de infecciones de rubéola durante el embarazo.
Desconfiando del poder de Dios
En los Estados Unidos hay muchos estados que permiten a los padres permitir dejar de vacunar a sus hijos por motivos religiosos. Esta terrible práctica ha permitido que se presenten esporádicamente brotes de enfermedades prevenibles por la vacunación.
Muchos estados de EE.UU., con la excepción de Virginia Occidental y Misisipí, permiten que las personas soliciten exenciones religiosas a las vacunas obligatorias, con base en sus creencias y objeciones religiosas. Las exenciones a las vacunas
por motivos religiosos han aumentado en años recientes. Aunque la población no vacunada es un porcentaje muy pequeño, puede convertirse en un foco en el que pueden reincidir enfermedades y se evita así su eliminación. Las infecciones pueden contagiarse rápidamente a través de comunidades religiosas que no estén vacunadas.
Por ejemplo, en 1990 en Filadelfia surgió un brote importante de sarampión entre niños en edad escolar sin vacunar que eran feligreses de dos iglesias fundamentalistas, las cuales confiaban en la oración para sanar y se oponían a las vacunas. En 1994 surgió un brote de sarampión en una comunidad de
la secta "Ciencia cristiana". El brote se originó con una adolescente que vivía en Illinois y asistió a un internado de la religión en Misuri. Su enfermedad contribuyó a brotes significativos entre los dos estados. Más recientemente, en 2005, surgió un brote de sarampión entre los miembros de una comunidad religiosa que se oponían a la vacunación en Indiana, cuando
un adolescente sin vacunar regresó enfermo de un viaje por el extranjero, e infectó a otros en una reunión social de la iglesia.
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La religión "Ciencia cristiana" enseña que las enfermedades
tienen causas espirituales. Muchos miembros de esta secta
no vacunan a sus hijos, |
También algunos miembros de la Iglesia Adventista del movimiento de Reforma son adeptos de dejar a sus hijos sin vacunar, ya sea porque hace caso a los vídeos distorsionados del movimiento antivacunas o porque sostienen ideas similares a las de las sectas que alegan que la vacunación es desconfianza del poder de dios. Entre algunas comunidades Amish también se rechaza la vacunación porque la consideran una forma de modernidad que no es tolerable en su conservadora comunidad.
Cabe señalar de 1925 a 1930, hubo 45 citas o artículos en cuanto a las vacunas en las publicaciones de los Testigos de Jehová, de la cuales, excepto un párrafo en 1925, todas fueron negativas. La momentánea prohibición estuvo respaldada con este argumento:
“Cuando vemos estas Escrituras, y notamos el énfasis con el cual estos mandamientos indican no mezclar la sangre humana con la sangre de animales, se repite vez tras vez, no podemos pero imaginarnos qué parte la violación general del espíritu de este mandato va a tener en la batalla de Armagedón. ¿Se irán sin castigo los que han hecho e inyectan y se inyectan sueros de vacas y caballos en la sangre humana? Lo dudamos.”
- Lo sagrado de la sangre humana - Las vacunas, su teoría y práctica, expuestas de forma nueva desde el punto de vista del Creador. 1931
Todo el sufrimiento y las muertes que las creencias religiosas han ocasionado son una muestra más de la inutilidad de los dogmas religiosos y la necesidad de mejorar la divulgación científica.