El dogma religioso, basado en la creencia sin evidencias puede ser muy perjudicial. No se trata solo de terminar entregando el 10% del sueldo al pastor o de creer absurdos como el diluvio universal o que el Universo tiene seis mil años de edad. En muchos casos el desenlace ha sido mortal.
Este es el caso de Jadon Higganbothan, un niño de cuatro años, es vivo ejemplo de ello. Jadon murió a manos de su padre, Peter Lucas Moses, quien era el líder de una secta religiosa radical, porque creía que el pequeño era homosexual, y en ese caso merecía el castigo señalado por la Biblia. Al parecer, el religioso pensaba que el menor podía ser gay porque su padre había dejado a su madre.
De acuerdo a la prensa estadounidense, Moses vivía junto a 3 “esposas” y 9 niños en una casa de un solo dormitorio en la ciudad de Durham. De los 9 menores, sólo uno no era su hijo biológico: Jadon, el pequeño al que asesinó. Los hechos ocurrieron en junio de este año.
Viene a mi mente las palabras de Blaise Pascal cuando dijo: "Los seres humanos nunca hacen el mal de manera tan completa y feliz como cuando lo hacen por una convicción religiosa".
Por otra parte, en mayo del presente año Isabel Taylor, una joven de 16 años se suicidó en el reino Unido para no presenciar el fin del mundo, predicado por muchos supersticiosos que se basan en las supuestas profecías mayas, y otras teorías conspiranoicas. También por el temor al fin del mundo en Bogotá, Colombia, Alonso Manzano de 40 años asesinó a su esposa, María Leticia Clavijo, de 43 y luego se suicidó abrumado por las versiones de profecías que anuncian para el 21 de Diciembre de 2012 el “Fin del Mundo”, se suicidó para no presenciar tal destrucción. En una nota dejaron el mensaje que habían decidido acabar con sus vidas para "no ver tal destrucción".
Decía Descartes que "Para ser un verdadero investigador de la verdad, es necesario, al menos una vez en la vida, poner en duda todas las cosas." Si tan solo estas tres personas que se suicidaron hubiesen analizado este tema desde una posición racionalista otro podría haber sido el desenlace.
¿Y usted qué opina?
No cabe duda que la estupidez humana no tiene limite y las religiones la agravan
ResponderEliminar¡LA RELIGIÓN ES UN FRAUDE! ¡SIEMPRE LO HA SIDO Y LO SEGUIRÁ SIENDO SI CONTINÚA EXISTIENDO!
ResponderEliminarSin duda alguna, cada aspecto de la naturaleza existe por una razón, la religión es el grito desesperado de ayuda y dependencia de la humanidad, encerrándose en sus propias verdades, cuando en realidad las raíces de todas estas son LIBERTAD, por ende si no se tiene una mente abierta se tiende a caer en aberraciones como las ya mencionadas. La religión fue necesaria en alguna época de la historia de la humanidad, pero la misma esta llegando a su fin, por la infuncionalidad y la corrupcion que han adoptado sus dirigentes, manipulando verdades que podrían bien librarnos del sufrimiento y la ignorancia.
ResponderEliminarBy. Yisra