Publicado inicialmente en Las2Orillas
Después de la salida del closet del ministro Alejandro Gaviria como ateo, su tocayo, el destituido exprocurador Alejandro Ordoñez salió a atacarle a él y de paso a toda la población atea. En las publicaciones del conservador en Twitter se encontraba una donde preguntaba “¿dejaría usted la salud de su familia y la educación de sus hijos en manos de un ateo?” y otras del mismo día donde ligaba al ateísmo con la destrucción de la familia y la cultura de la muerte.
Cabe resaltar que el exprocurador dedicó sus casi ocho años de gestión a obstruir las sentencias de la Corte Constitucional que en materia de libertades individuales abrieron el camino a la eutanasia de libre elección, la interrupción del embarazo en tres causales, el matrimonio civil para parejas del mismo sexo, así como la adopción de menores por parte de las anteriores. También, fomentó desinformación sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano, de hecho, la llamó la “vacuna de la promiscuidad”
En estas confrontaciones el Ministerio de Salud, en cabeza de Alejandro Gaviria, supo que su función pública exigía el cumplimiento de las sentencias de la Corte en la administración de salud en un Estado laico. Por su parte, Ordoñez enfilaba toda su batería para que las normas del Estado colombiano fueran acordes con el catecismo católico.
Alejandro Ordoñez, afianzado por las mayorías creyentes y un grupo activo de cristianos evangélicos que desean una teocracia cristiana, lanzó el pasado 19 de abril mensajes en los que denigra la condición de no religioso y ayuda a perpetuar estereotipos negativos. Si bien el exprocurador tiene toda la libertad de creer que los ateos merecen el fuego eterno y de predicarlo, es distinto que promueva que estos sean discriminados y se les margine socialmente. Es absurdo que haya declarado que ellos no son aptos para ser profesores, médicos u ocupar cargos públicos importantes.
Los prejuicios contra los ateos y agnósticos en Colombia aún prevalecen y la condición de no creyente es mirada con recelo entre muchos ciudadanos, principalmente en ciudades intermedias, pueblos y zonas rurales. Algunos docentes que son asignados en provincia han manifestado tener que mantener su ateísmo en secreto a fin de evitar hostigamiento de padres o incluso acoso laboral. Hace un año justamente, era noticia como un docente de filosofía ateo, Miguel Trujillo, en el municipio de Garzón (Huila), era acosado por algunos padres de familia bajo la influencia del sacerdote local por el hecho de ser ateo.
Estudiantes no religiosos también han sido acosados por sus superiores que son religiosos. Como fueron los casos de William Triana en Barranquilla el año pasado y el sonado caso de Sergio Urrego, quien también fue discriminado por la rectora Azucena Castillo por ser ateo. Los casos son muchos más que este par, pero muestran el panorama de un país que aún mira con sospecha al 6 % de su población.
Precisamente, con el fin de poner un coto a la propagación de estereotipos negativos, es que varios ciudadanos y organizaciones como Bogotá Atea, entre otras, han iniciado la radicación de denuncias en la Fiscalía por lo que denominan “comportamientos constitutivos de hostigamiento” contemplado en el artículo 134B del Código Penal.
Ya se han interpuesto denuncias en Bogotá, Bucaramanga y Pitalito. Y se espera que en los próximos días el número de denuncias lleguen de más partes del país. Diego Castillo Rincón, un bumangués como el exprocurador, pero ateo y ahora denunciante comentó que: “todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos y el Estado debe velar para evitar la discriminación a las minorías: la llamada igualdad material. Las declaraciones del señor Ordóñez tienen agravantes porque es una persona pública y con intenciones presidenciales.”
Alejandro Ordoñez, afianzado por las mayorías creyentes y un grupo activo de cristianos evangélicos que desean una teocracia cristiana, lanzó el pasado 19 de abril mensajes en los que denigra la condición de no religioso y ayuda a perpetuar estereotipos negativos. Si bien el exprocurador tiene toda la libertad de creer que los ateos merecen el fuego eterno y de predicarlo, es distinto que promueva que estos sean discriminados y se les margine socialmente. Es absurdo que haya declarado que ellos no son aptos para ser profesores, médicos u ocupar cargos públicos importantes.
Los prejuicios contra los ateos y agnósticos en Colombia aún prevalecen y la condición de no creyente es mirada con recelo entre muchos ciudadanos, principalmente en ciudades intermedias, pueblos y zonas rurales. Algunos docentes que son asignados en provincia han manifestado tener que mantener su ateísmo en secreto a fin de evitar hostigamiento de padres o incluso acoso laboral. Hace un año justamente, era noticia como un docente de filosofía ateo, Miguel Trujillo, en el municipio de Garzón (Huila), era acosado por algunos padres de familia bajo la influencia del sacerdote local por el hecho de ser ateo.
Estudiantes no religiosos también han sido acosados por sus superiores que son religiosos. Como fueron los casos de William Triana en Barranquilla el año pasado y el sonado caso de Sergio Urrego, quien también fue discriminado por la rectora Azucena Castillo por ser ateo. Los casos son muchos más que este par, pero muestran el panorama de un país que aún mira con sospecha al 6 % de su población.
Precisamente, con el fin de poner un coto a la propagación de estereotipos negativos, es que varios ciudadanos y organizaciones como Bogotá Atea, entre otras, han iniciado la radicación de denuncias en la Fiscalía por lo que denominan “comportamientos constitutivos de hostigamiento” contemplado en el artículo 134B del Código Penal.
Ya se han interpuesto denuncias en Bogotá, Bucaramanga y Pitalito. Y se espera que en los próximos días el número de denuncias lleguen de más partes del país. Diego Castillo Rincón, un bumangués como el exprocurador, pero ateo y ahora denunciante comentó que: “todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos y el Estado debe velar para evitar la discriminación a las minorías: la llamada igualdad material. Las declaraciones del señor Ordóñez tienen agravantes porque es una persona pública y con intenciones presidenciales.”
Esta no es la primera vez que el sector poblacional ateo interpone un recurso contra el exprocurador Ordoñez. En 2013, los ateos de Bogotá le pidieron a él, por medio de un derecho de petición, que repusiera unos libros que él quemó cuando era joven en una biblioteca pública de Bucaramanga. Para el señor Ordoñez, las obras de Gabo y Nietzsche, los ejemplares del periódico El Espacio (por contener desnudos) y hasta una Biblia protestante (¡Y pensar que ahora se reúne con los cruzados evangélicos!) eran merecedores del fuego. En aquel entonces, su oficina respondió ignorando los hechos. Ahora, se trata de una demanda ante la Fiscalía General de la Nación, y aunque no todos los días se ponen denuncias legales por hechos de discriminación, es ya significativo el mensaje de pedir un alto a la promoción de los prejuicios.
Ver vídeo sobre quema de libros aquí.
¿Cómo denunciar?
Para interponer denuncia en Colombia puedes hacer uso del modelo que encontrarás en este enlace, y posteriormente llevarlo a la sede de la Fiscalía en su ciudad.
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