El controvertido pastor Dawlin Ureña (varias veces expuesto en Sin Dioses por sus disparatadas ideas creacionistas y negacionistas del calentamiento global) ha presentado una hipótesis muy peculiar sobre el tiroteo de Las Vegas ocurrido en la noche del 1 de octubre.
Para el pastor dominicano, Dios permitió la masacre porque los asistentes al concierto se burlaron de un predicador evangélico que pregonaba a la entrada del evento. "¿No les parece interesante que Dios permitiera que esto ocurriera, como para que "nadie tenga excusas"? ¡Wow! Así se burlaban de evangélico predicando antes del violento tiroteo en Las Vegas", afirmó el clérigo.
Esta respuesta apunta a que Dios permitió la tragedia como castigo, pero al igual que cuando se da esta explicación para terremotos y huracanes cabe la pregunta ¿es un castigo justo? ¿En este caso, podría decirse que aquellas personas que murieron en el tiroteo merecían morir y que de haberse detenido a escuchar al pastor se habrían salvado? ¿No tiene Dios métodos de aplicar justicia más precisos y menos azarosos?
Además de lo anterior existiría una contradicción sobre Dios. ¿Es Dios misericordioso y a la vez un fiero vengador? Si es misericordioso significa que perdona las faltas y rebaja el castigo, pero si es un fiero castigador, significa que es implacable con las faltas.
Otro pastor que dio otra hipótesis teológica (o loca, ¡son sinónimos!) fue Pat Robertson. Para el octagenario predicador, Dios permitió la masacre de Texas porque "[h]emos faltado a la autoridad. Hay una profunda falta de respeto hacia nuestro presidente, en toda esta nación. Dicen cosas terribles sobre él. Está en las noticias; está en otros lugares. No hay respeto ahora por nuestro himno nacional, falta de respeto a nuestros veteranos, falta de respeto a las instituciones de nuestro gobierno, falta de respeto al sistema judicial".
Al parecer no hay mejor manera de que Dios nos castigue por decir que Trump es un racista, homófobo, misógino y que se está llevando al planeta por delante en materia ambiental, entre otras, que permitiendo un tiroteo por parte de un hombre con presunta esquizofrenia en un estado con mínima regulación de venta y porte de armas. ¡Toda una muestra magistral de planificación clara de un ser omnisapiente!
Por otra parte, es sumamente curioso como cada tragedia es aprovechada por los religiosos
para hacerle publicidad a la creencia religiosa. La religión se alimenta del miedo, se nutre y crece con las angustias humanas. En el fondo los teólogos parecieran añorar más tragedias para que las sillas de sus templos estén llenas.
Al respecto de la maldad permitida por dios, Gabriel Andrade, en la obra "La Teología, ¡Vaya timo! nos dice:
"Los teólogos naturales deben enfrentarse a un antiguo problema que hasta ahora no tiene solución fácil. Si, como sostienen, Dios es bueno y omnipotente, ¿por qué permite el mal? En términos formalmente filosóficos, ya en el siglo IV antes de nuestra era Epicuro afirmaba que la existencia del mal es un firme argumento contra la existencia de Dios. Pues el mal existe, sea porque Dios no quiere erradicarlo o porque no puede hacerlo. Si Dios quiere erradicar el mal pero no quiere, entonces no es bueno. Si Dios quiere erradicar el mal pero no puede, entonces no es omnipotente. Y si Dios no es omnipotente y bueno, ¿para qué llamarlo Dios?
Por lo anterior queda en entredicho la bondad del dios cristiano, de predicadores como los de la nota, que usan camisetas (polos o remeras) con mensajes como "cambia o arderás", al igual que la lógica de los argumentos cristianos.
Pdta: Recomendado el libro "La teología, ¡vaya timo!"
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