Allanamiento al obispado de Temuco Imagen Tele13 |
Miembros de la fiscalía y la policía de investigaciones (PDI) se hicieron presentes para recolectar documentos y computadores a fin de buscar información a raíz de las denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica.
La investigación inició el pasado 19 de junio a cargo de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y teniendo como responsable al fiscal Ítalo Ortega. Los sacerdotes investigados son Pablo Isler Venegas, Juan Carlos Mercado Elgueta, José Bastías Ñanco y Mardoqueo Valenzuela. Por otra parte, en Villarrica se investiga al presbítero Belisario Valdebenito Erices, por abusos sexuales.
Pablo Walter Isler Venegas, fue objeto de una investigación de la Iglesia y en octubre de 2015 se le dio la “prohibición de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal y de trabajar pastoralmente con adolescentes y jóvenes” junto con la “prohibición definitiva de residir dentro del territorio de la Diócesis San José de Temuco y de visitar sin previa y expresa autorización del Ordinario, las parroquias de Lautaro, Imperial y Traiguén”, todas sanciones a perpetuidad.
Sin embargo, en una nota publicada por El Mostrador, se asegura que el ex sacerdote, Pablo Isler Venegas, ejercía en junio de 2018 como director de la ONG Evangelización 2000 en Santiago, donde se realizarían talleres de evangelización, formación de discípulos, retiros y encuentros de oración, entre otras actividades. Osea, pasándose toda sanción por la faja, como en todos los casos en los que ha habido una sanción.
El Obispado señaló que los casos no habían sido difundidos a expresa solicitud de las víctimas. Sin embargo, por lo visto en muchos casos en el mundo, lo más probable es que la Iglesia haya buscado activamente silenciar, amedrentar o intimidar a las victimas.
La investigación inició el pasado 19 de junio a cargo de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y teniendo como responsable al fiscal Ítalo Ortega. Los sacerdotes investigados son Pablo Isler Venegas, Juan Carlos Mercado Elgueta, José Bastías Ñanco y Mardoqueo Valenzuela. Por otra parte, en Villarrica se investiga al presbítero Belisario Valdebenito Erices, por abusos sexuales.
Pablo Walter Isler Venegas, fue objeto de una investigación de la Iglesia y en octubre de 2015 se le dio la “prohibición de ejercer públicamente el ministerio sacerdotal y de trabajar pastoralmente con adolescentes y jóvenes” junto con la “prohibición definitiva de residir dentro del territorio de la Diócesis San José de Temuco y de visitar sin previa y expresa autorización del Ordinario, las parroquias de Lautaro, Imperial y Traiguén”, todas sanciones a perpetuidad.
Sin embargo, en una nota publicada por El Mostrador, se asegura que el ex sacerdote, Pablo Isler Venegas, ejercía en junio de 2018 como director de la ONG Evangelización 2000 en Santiago, donde se realizarían talleres de evangelización, formación de discípulos, retiros y encuentros de oración, entre otras actividades. Osea, pasándose toda sanción por la faja, como en todos los casos en los que ha habido una sanción.
El Obispado señaló que los casos no habían sido difundidos a expresa solicitud de las víctimas. Sin embargo, por lo visto en muchos casos en el mundo, lo más probable es que la Iglesia haya buscado activamente silenciar, amedrentar o intimidar a las victimas.
El sacerdote Juan Carlos Mercado Elgueta, también fue denunciado por abuso sexual a menores, quien a mediados del 2013 presentó su renuncia al ministerio sacerdotal.
Mientras estos allanamientos se realizaban quedó en prisión preventiva el sacerdote, Óscar Muñoz, acusado de abuso sexual y violación a siete menores en el periodo 202-2018 en las ciudades de Santiago y Rancagua.
El sacerdote encarcelado era la mano derecha del cardenal de Santiago Ricardo Ezzati. La fiscalía halló documentos inculpatorios el pasado 13 de junio. El sacerdote Muñoz se enfrenta a la posibilidad de 15 años de cárcel.
Tras el cerco judicial la Iglesia ha empezado a soltar información de sus encubrimientos. El día de ayer el Arzobispado de Santiago comunicó la existencia de una nueva denuncia por abuso sexual contra menores al interior de su iglesia. Esta vez se trata del presbítero Jorge Laplagne Aguirre. Según informaron, los abusos de este sacerdote ocurrieron hace 13 años. Según la iglesia ellos hicieron una investigación en el 2010 pero no pudieron acreditar la verosimilitud de la denuncia. Pero ahora, que la fiscalía ha empezado a llevarse sus documentos y computadores decidieron solicitar "una nueva investigación" contra el religioso, luego de que el pasado 27 de junio se ingresara la denuncia.
En tanto, Laplagne Aguirre fue apartado como párroco de San Crescente y Nuestra Señora de Luján, y no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal.
Mientras tanto en Colombia, con el caso de encubrimiento de Monseñor Ricardo Tobón al sacerdote Roberto Cadavid no pasa nada. Aún muy lejos de ver un allanamiento al Arzobispado de Medellín como sí ocurrió en Chile.
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