sábado, 16 de junio de 2018

El cura abusador Olivares, el hogar de niños y el Vaticano

El horror del sistemático encubrimiento de abuso sexual que ha caracterizado a la Iglesia Católica está teniendo un capítulo especial en Chile donde más 70 religiosos están involucrados en las menos pías de las acciones.

Gracias a la reciente aceptación de renuncia de tres obispos chilenos por parte del Papa Francisco se ha dado a conocer fuera de Chile el horror del abuso sexual del clero católico.

Una de las historias más perturbadoras fue la de un hogar de niños en Valparaiso en 2002 donde habían niños en situación de abandono, y por lo tanto muy vulnerables. 

Estos niños recibían la visita del sacerdote Eduardo Olivares, quien, fingiendo empatía y bondad, sacaba a los niños del albergue a pasear. A nadie le parecía una situación peligrosa. De hecho Marcela Suárez la directora del hogar afirmó que "Eran niños que nadie visitaba y si no se quedaban encerrados en el hogar".

Pero un domingo en misa la máscara del monstruo Olivares empezó a caer. En pleno sermón Eduardo Olivares dijo 'Dios te quiere a ti' y uno de los niños respondió: "Como a los que tú te comiste". Eso llamó la atención de la trabajadora social que se encontraba presente. Días después uno de los niños fue acusado de robo por el sacerdote Olivares. Marcela Suárez interrogó por aparte al niño, que sin negar su falta, rompió en llanto y dijo: "Eso no es nada comparado con lo que me hizo él a mí".

Con las alarmas encendidas las profesionales del hogar decidieron empezar a investigar y encontraron que una decena de niños había sido abusada sexualmente por el sacerdote Eduardo Olivares. El mayor tenía unos 15 y el menor, 8. Las mujeres decidieron encarar al sacerdote y comentarle de su hallazgo. Éste lleno de cinismo no lo negó y respondió: 'Uyyyy, cuando se entere el obispo'".

Monseñor Gonzalo Duarte García de Cortázar, obispo de la Diócesis de Valparaiso se enteró. Pero la respuesta del líder católico dejó fría a Marcela. El obispo le dijo: "Marcela, tú sabes que hay gente que le quiere hacer daño a la Iglesia", en tono amenazante.  Sánchez le respondió que su labor era defender a los niños y que al hacerlo no estaba afectando a la iglesia. 

Las profesionales del hogar infantil no se dejaron intimidar y le dijeron que o denunciaban ellos -como máximas autoridades a cargo- o iban ellas.

El obispo Gonzalo Duarte afirmó a los medios que al sacerdote Oliveros el mismo lo llevó al tribunal civil y después al eclesiástico. Pero no fue así. El obispo puso al mejor abogado penalista de la región a defender a Olivares. Para los niños, ninguno.

"Nosotras fuimos las que tuvimos que llevarlos a los exámenes para determinar los delitos. Nosotras los acompañamos a declarar, partíamos con ellos en la mañana y volvíamos en la noche, en la camioneta de la policía, que se apiadaba de nosotros y transportaba a los niños". afirmó Sánchez a la BBC.

Finalmente el sacerdote católico fue encontrado culpable de abuso sexual y estupro. Sin embargo, no cumplió su condena en la cárcel, sino en libertad vigilada.

¿Y la sanción eclesiástica? Esa tampoco se cumplió. En 2007 Marcela lo vio oficiando misa como si nada hubiese pasado. 

Tras un inicial rechazo a enfrentar el escándalo chileno por parte del Papa Francisco vino la aceptación de renuncia a tres puercos obispos chilenos.
Imagen Red Digital




Un año después de la denuncia y tras cinco años como directora, Marcela Suárez fue despedida. La explicación fue que "no correspondía que una mujer estuviera a cargo de un hogar de niños".

Gonzalo Duarte García de Cortazar fue junto Juan Barros y Cristián Caro, los obispos a los que el Papa Francisco les aceptó la renuncia tras su fracasado viaje a Chile. Muchas de las víctimas dicen que esto es sólo el comienzo. "Obvio que vienen más", dijeron a la BBC.

Descontento y protestas

Polémica protesta en Santiago. Fuente VCChile.org
Cabe añadir que el descontento de la sociedad chilena va en aumento al conocerse cada vez más casos de encubrimiento sistemático. Tanto así que el 6 de junio en manera de protesta amanecieron unos muñecos vestidos de sacerdotes colgados de un puente. 

Un cartel con el texto “Cura abusador, a la horca por traidor”, fue vistos por miles de ciudadanos que transitaron por esta parte de Santiago de Chile. 


Primer allanamiento

El pasado 13 de Junio la Fiscalía chilena registró la sede del Tribunal Eclesiástico de Santiago y el obispado de la ciudad de Rancagua, capital de la región de O'Higgins, donde son investigados al menos 14 sacerdotes por presuntos abusos sexuales contra menores de edad y jóvenes.

El fiscal regional de O'Higgins, Emiliano Arias llegó hasta el Tribunal Eclesiástico de Santiago para llevar a cabo otras diligencias, que luego prosiguió en dependencias del Arzobispado capitalino.
"Nadie está al margen de la ley", aseguró el fiscal Arias a los medios de comunicación.

El allanamiento se hizo necesario ya que desde el 2007 existen escasos o nulos avances en la investigación de numerosísimos casos de abuso sexual, según afirman las víctimas.

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