En raras ocasiones los líderes de religiones muy diferentes se unen por una causa. No porque no las haya, sino porque cada religión siente recelo hacia las demás por que cada una se considera la depositaria de la verdad absoluta.
En esta ocasión la India ha visto como el controvertido líder del hinduismo Sathya Sai Baba, el vicepresidente de la asociación india de musulmanes, Maulana Salim Kasmi, y el cardenal Varkey Vithayathil, presidente de la Conferencia Episcopal de la India se han unido con una misma causa. ¿Donar parte de sus riquezas para apaliar la pobreza en India? No. Todos los anteriores han unido los esfuerzos y su influencia sobre la población para oponerse a la despenalización de la homosexualidad en la India.
El pasado 2 de julio el Supremo Tribunal de Delhi declaró inconstitucional la prohibición de las relaciones entre parejas del mismo sexo, que estaba vigente desde la época colonial. La prohibición que penalizaba hasta con 10 años de cárcel ya casi no se aplicaba, sin embargo, generaba una discriminación desde el estado y bloqueaba acciones de salud preventivas con el fin de frenar la propagación del VIH.
Desde el hinduismo el astrólogo Sushil Kumar Kaushal ha pedido ya al Tribunal Supremo que anule dicha resolución. Añadió que “Si permitimos esta anormalidad, mañana la gente pedirá que se permita el sexo con animales” y que despenalizar la homosexualidad supone “diseminar el sida”. Mientras que Baba Ramdev afirmó que la homosexualidad se puede curar haciendo yoga.
Para el representante de la Iglesia Católica en India la homosexualidad es una “condición patológica”, tanto si es cultural o biológica, aunque señala que “la adquirida puede ser revertida mediante métodos terapeúticos”. Según el cardenal, es un deber de la sociedad, las religiones y los gobiernos ayudar a los homosexuales a “volver a la normalidad”. El purpurado afirma, que a pesar de los anterior no deben ser odiados “En lugar de ello, la comunidad debe encontrar formas y métodos para ayudarlos”, expresó.
Poca fue la tolerancia presentada por los musulmanes. “La homosexualidad es una ofensa bajo la Sharia (la ley islámica) y haram (algo prohibido) en el islam” afirmó Kalik Madrasi. Los musulmanes de la India, segunda agrupación religiosa se reunieron en un seminario organizado en Muzaffarnagar, en el estado norteño de Uttar Pradesh, para manifestar de forma unánime que la homosexualidad es contraria a la religión de Mahoma y para pedir al Gobierno de la India que continúe persiguiéndola. También es curioso que todos los líderes religiosos afirmaron que no era bueno que la India despenalizara la homosexualidad porque se estaría pareciendo más a Occidente. ¿Acaso los derechos humanos son válidos en un hemisferio y no en otro?
Con tantos problemas que tiene la India y el mundo entero, como la pobreza, la discriminación de la mujer o el deterioro ambiental, que serian buenos motivos para convocar la unión de esfuerzos interreligiosos se ve que los que los ha unido en esta ocasión es mantener el prejuicio y la discriminación contra una minoría. ¿Y usted qué piensa?
Bueno, que podemos esperarnos de las religiones? Nada bueno, eso desde luego y para los homosexuales solo homofobia y desprecio, desde hace muchos siglos.
ResponderEliminarPero en muchos lugares las cosas están cambiando y por fortuna estos ensotanados van en declive, el tiempo los pondrá en su sitio, eso espero y para eso debemos todos de arrimar nuestro hombro, para un mundo laico.
Así es, sinceramente no me sorprende en absoluto lo que está sucediendo en India. Y es que las religiones nunca han servido para unir a las personas sino para segregarlas y estigmatizarlas solo por pensar y/o actuar diferente. Es una lástmia.
ResponderEliminarLa homofobia es sólo un signo clarísimo del sentimiento gregario irracional que comparten estas sectas.
ResponderEliminarEs interesante ver cómo la discusión en India parece una versión 'orientalizada' de los argumentos que sonaron (y siguen sonando) en occidente: Primero la homosexualidad, después el sexo con animales; es contrario a la naturaleza, etc, etc... claro que en lugar de curarse con plegarias, se cura con yoga.
Se me saltan las lágrimas de la emoción, gracias a los LGBT los integristas de los diversos credos dejarán por un rato de asesinarse de ellos en nombre del único Dios verdadero para unirse al menos en una tarea común.
ResponderEliminarAtt: "Nazareno"
Se pongan como se pongan, las religiones promueven la violencia contra GLBT y la musulmana la que más. Por algo todos los países que promueven la pena de muerte contra GLBT son países confesionales islámicos.
ResponderEliminarEl tema es que la homosexualidad debe convivir con normalidad en cualquier sociedad con igualdad de derechos y con independencia de las religiones que profese la gente. Y eso sólo se consigue mediante estados LAICOS.
Dudo que un musulmán o un católico o un mormón vayan a respetar más a los GLBT (o a las mujeres o a cualquier minoría) porque haya alguna corriente “benévola” o “progre” en el seno de su religión. Si los acaban respetando es porque viven en sociedades laicas donde los movimientos civiles han hecho oir su voz por encima de las religiones y se ha defendido la dignidad de los homosexuales desde el ámbito de las libertades y deberes democráticos y de los derechos y deberes civiles (porque no sólo hablamos derechos, también de deberes como el no discriminar).
En definitiva, para mí es imposible concebir libertades civiles en una teocracia por muy “benévola” y “liberadora” que se presente una religión. No se trata de reformar las religiones, se trata de que la única manera de construir la democracia y los derechos humanos es desde la laicidad.
Att: Rafa
Algo para contrastar:
ResponderEliminarCON HISTORICO RESPALDO DE SACERDOTE CATOLICO MANUAL EDUCATIVO DE LA DIVERSIDAD SEXUAL COMENZO SU DISTRIBUCION EN REGIONES DE CHILE
http://www.opusgay.cl/1315/article-87160.html
Lamentable situación. Cuando leí en un periódico que la sodomía ya no era ilegal me alegré sin sospechar, erradamente, que los religiosos no se opondrían.
Esperemos que los sectores menos fundamentalistas se pronuncien al respecto, o que la población quite su respaldo a dichas autoridades.