Tras conocerse el decreto que hace obligatoria la lectura de la Biblia en las escuelas de El Salvador me surgen varias inquietudes que deseo compartir.
Aducen los defensores de esta propuesta que la medida busca contrarrestar la violencia y fomentar los valores. Tales motivaciones son loables, pero dudo mucho que sea precisamente la Biblia el libro propicio para esto, a menos que al hacer la lectura de esta se omitan grandes porciones, especialmente del Viejo Testamento.
Textos como “Amarás á tu prójimo como á ti mismo” (Mateo 22: 39), la parábola del buen samaritano (Lucas 10: 25- 36), o las palabras de Jesús en las que no es conveniente pagar mal con mal, o el mandamiento de “No matarás” (Éxodo 20: 13)) son útiles para fomentar la reflexión sobre la no violencia y la solidaridad.
Pero así también hay versículos que contradicen a los anteriores. Por ejemplo, la famosa Ley del Talión "Si un hombre hiere a su prójimo, según hizo, así se le hará” (Levítico 24: 19).
La Biblia contiene varios versículos en los que ordena aplicar la violencia a quienes violen las ordenes teocráticas y para heredar la “Tierra prometida”, como Levítico 26: 7 “Y perseguiréis á vuestros enemigos, y caerán á cuchillo delante de vosotros”
Dice Levítico 20: 10 “Y el hombre que adulterare con la mujer de otro, el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, indefectiblemente se hará morir al adúltero y á la adúltera”
¿Les enseñaremos entonces a los niños, niñas y jóvenes salvadoreños a que apedreen hasta la muerte a los adúlteros?
Si hiciéramos caso a la Biblia deberían morir todas las personas que no guarden el sábado como día de reposo. Solo se salvarían los judíos practicantes y los adventistas del séptimo día, tal como lo indica Números 15: 32 – 36.
Narra también la Biblia que Moisés, personaje ejemplo de la tradición judeocristiana, ordenó matar a los adoradores del becerro de oro, quizás una copia del dios Apis egipcio, por contrariar la orden de no adorar ídolos ni hacerse imagen para veneración u adoración. La solución poco pacífica cobró la vida de tres mil personas. Esto se encuentra en Éxodo 32.
¿Indica esto que deben matarse a los hinduistas que habitan o visiten El Salvador? Los protestantes afirman que los católicos infringen el mandamiento de “no hacer imágenes” al elaborar estatuas de la Virgen María, Jesús, y su ejército de santos. ¿Basados en la Biblia debemos pasar por filo de espada a los que rezan frentes a estas imágenes católicas, como lo hizo Moisés?
También indica que la Biblia ordena matar a los adivinos (Levítico 20: 27). Personalmente no creo que los autodenominados clarividentes, astrólogos y quirománticos tengan poderes reales. No hay ninguna base racional para creerles. Pero esto no me autoriza a matarlos.
¿Pretende enseñar esto el gobierno salvadoreño al hacer obligatoria la lectura de la Biblia en las escuelas?
Indica la Biblia que los jóvenes que maldicen a sus padres también deben morir (Levítico 20: 9). ¿Se podrá hacer esto en las escuelas, o en la plaza pública?
Contrario a lo que todos los grupos de Derechos Humanos promulga, la Biblia ordena matar a los homosexuales (Levítico 20: 13). Pésima medida para promover la convivencia ciudadana, el respeto por la diferencia y la democracia.
La Biblia también contiene historias sangrientas, tal como muchos programas de televisión que deseamos que estén lejos de nuestros jóvenes. Como lo es la de la jueza Débora, quien mató a Sísara, enemigo del pueblo de Israel, clavándole una estaca en la cabeza. (Jueces 4)
Argumentaba el diputado evangélico Antonio Almendáriz, proponente de la norma, que la medida busca aliviar la violencia. Me pregunto ¿cómo pueden textos como lo anteriores contribuir a esto?
No obstante, la búsqueda de una solución a la violencia de El Salvador y el mundo en general ha de ser una tarea de todos, sin importar nuestras creencias. Sin duda la educación es clave en este proceso, y evaluar lo que ponemos en ella es una reflexión que docentes, padres y pensadores en general tenemos pendiente.
Según el Índice de Paz Global los países mejores calificados son Nueva Zelanda, Dinamarca, Noruega, Islandia, Austria y Suecia. Sin duda los países escandinavos están muy bien calificados. Debemos entonces preguntarnos qué han hecho ellos que nosotros no.
La lectura de la Biblia, sin duda, no es una medida que estas naciones tomaron. Justamente estos países son famosos por su alto secularismo, y por tener las tasas de ateísmo más altas del mundo.
A diferencia de lo que muchos evangélicos creen, la lectura de la Biblia no trae la paz. Si lo trae el profundo respeto a la mujer, a los homosexuales, a las minorías étnicas, lingüísticas y religiosas.
La receta está en sumar esfuerzos de mejorar la calidad de vida de todos. En abrir espacios en los que los jóvenes aprovechen su tiempo libre en los deportes, el arte, la ciencia y la tecnología, para evitar que sean las pandillas de la calle quienes ocupen ese rol educador que le corresponde al Estado y la familia.
Una lucha constante y sin cuartel contra el racismo, el machismo, el clasismo, la homofobia, la xenofobía, y la injusticia social deben ser igual, o quizás más importantes que la lucha contra las pandillas y la delincuencia organizada.
Es importante que respecto a este decreto que hace obligatoria le lectura de la Biblia, pensemos si lo que hay tras ella es el anhelo misionero de grupos evangélicos por propagar su fe, o si en realidad se desea formar una sociedad más decente, tolerante y respetuosa.
Propongo humildemente que sea la lectura de los Derechos Humanos, de la vida de Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela, y otros activistas, los referentes teóricos que lleven a una mejora de la difícil situación que golpea, no solo a El Salvador, sino a toda Latinoamérica.
Es claro que el interés no es disminuír la violencia. Es una movida descarada de la iglesia, revestida de corrección política, para que parezca una iniciativa loable. Es el colmo del estado aceptar esto, y un descaro de la iglesia católica. Si al menos fueran frenteros y dijeran sus intenciones, pero que no las disfracen así.
ResponderEliminarNo me queda la menor duda que el unico interes que prevalece en esta medida absurda, es el hacer propaganda politica, pero de la mas ridicula, ignorante y estupida por parte de algunos politicos. Es ridiculo pensar que en siete minutos van a analizar fracciones de la biblia, supuestamente orientados por maestros que o nunca han leido ese libro o son fundamentalistas radicales evangelicos o catolicos creando mas confusion, separacion y odio tan solo por pensar diferente por mencionar una sola de las consecuencias de este absurdo.
ResponderEliminarPor otro lado, la iglesia catolica se opone a su lectura no por buenos motivos sino porque saben que en la lectura razonada, profunda y analitica de ese documento, muchos encontraran que se les a estado mintiendo y tergiversando sus creencias.
Claramente y sin mucho pensar, esta claro que todo esto de la lectura de la biblia en las escuelas, es un craso error.
Lo que como salvadoreño les puedo asegurar es que nadie movió un dedo en contra, hay que entender que este país que vivo la la oposición ante el poder absoluto de los plenipotenciarios representantes de un dios imaginario es nula. Es patético, y en serio se conmoverían al ver el deplorable estado del pensamiento secular en mi país. No existe. No hay manera que alguien pueda declararse poco religioso incluso, sin que esto suponga un total desprecio de sus pares.
ResponderEliminarComentario ya un poco anacrónico lo sé, pero creo que hacía falta un comentario de primera mano