A finales de julio de 2010 la asociación de vecinos del sur de Manhattan dio su visto bueno a la construcción de una mezquita y un centro cultural islámico a dos manzanas de la Zona Cero, el lugar donde se levantaban las Torres Gemelas antes de los atentados del 11-S. Al final la votación fue de 29 votos a favor, 10 abstenciones, y sólo uno en contra.
En las acaloradas discusiones testificaron más de 100 personas, entre ellos estudiantes de una escuela de secundaria, y varios rabinos. Entre los asistentes había familiares de personas que murieron en el atentado del 11-S, Muchos de ellos portaban carteles con sus fotografías, otros agitaban cartulinas en las que se podía leer: "Mostrad respeto por el 11-S. No a la mezquita".
"El dolor nunca se va. Cuando mire hacia allí, y vea la mezquita, me va a doler. Que la construyan en otro sitio", declaró Lee Hanson a 'The New York Times'. Hanson, de 77 años, perdió a su hijo Peter en los atentados, y considera una falta de sensibilidad construir la mezquita tan cerca de la Zona Cero.
Otros neoyorquinos, en cambio, consideran que la mezquita representa un tributo a la tolerancia, y al buen entendimiento entre diferentes culturas y religiones, precisamente, lo conrario de lo que pretendían los terroristas del 11-S.
Obama se pronuncia
El Presidente Barack Obama dio su firme apoyo a la construcción de una mezquita cerca de la llamada "Zona Cero", porque, dijo, es constitucional. "Como ciudadano, como Presidente, considero que los musulmanes tienen el mismo derecho a practicar su religión como cualquier otra persona en este país", dijo Obama, quien se pronunció por primera vez en una controversia que se había avivado en Nueva York y el resto del país. "Eso incluye el derecho a construir un lugar de adoración y un centro comunitario en propiedad privada en la parte sur de Manhattan, conforme a las leyes y mandatos", dijo.
Los detractores de Obama aprovecharon esta declaración para afirmar que él ha olvidado a las victimas. Mientras que sus defensores aducen que él se guió por principios democráticos que le impiden discriminar a un grupo religioso.
Sin embargo, los defensores del laicismo hubieramos preferido que Obama dejara claro que mientras en Occidente se permite construir mezquitas, sinagogas, iglesias y salones del reino, en el mundo islámico no permiten la construcción de lugares de adoración de cultos diferentes al musulmán. Y ni que pensar de una asociación racionalista o atea. Pero así opera el Islam en el mundo. En Occidente, donde es minoría, se ampara en la democracia y dónde es mayoritario niega derecho e igualdad a quienes no son musulmanes. En cuanto a libertd religiosa el Islam hace uso de la llamada "Ley del embudo"
¿Y usted qué opina?
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