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Jesús: Mesera, ¿por qué odias a Dios?
Mesera: No lo hago. No soy una gran fanática del teísmo, además que el comportamento de algunos creyentes es terrible. Pero, ¿Cómo puedo odiar algo si no creo que existe?
Podrías también acusarme de odiar a los leprechauns (duendes irlandeses).
Jesús: (tras un breve silencio) Realmente odio a los leprechauns
Mahoma: Yo también. Pequeños bastardos.
En alguna ocasión me han preguntado exactamente lo mismo: ¿por qué odias a Dios? ¿cuál es tu problema con Dios? y mi respuesta ha sido igual que la de la cantinera de la caricatura: no puedo odiar a algo que no creo que exista. Lo que me molesta es la gente que clama la existencia de un amigo imaginario todopoderoso y que no es capaz de dar una explicación congruente (cosa que es imposible, ya que no existe el dichoso amigo, más que en sus pequeñas cabezas).
ResponderEliminarEntonces sale a relucir el eterno argumento: "es mi fe".
Es imposible razonar con los creyentes. Si fuera posible, no serían creyentes.