La Iglesia Católica no pasa por sus mejores días en Holanda y se puede enfrentar a una investigación por el Parlamento Holandés. Tras saberse de más de 120 victimas de abuso sexual por parte de religiosos, se acaba de conocer que el cardenal Adrianus Simonis protegió a un sacerdote pederasta cuando todavía era arzobispo de Utrecht, y que -como es costumbre en la ICAR- lo transfirió de lugar en lugar de entregarlo a la justicia.
El descaro de las autoridades eclesiásticas llegó a su cima cuando en 2004 el obispado de Rotterdam sostuvo que el abuso sexual era un "accidente laboral". Según este argumento el obispado de Rotterdam interpuso una demanda civil contra la aseguradora Aegon para reclamarle la devolución de los 100.000 florines ( 45.378 euros de hoy) entregados a la familia de una niña de 12 años víctima de los abusos sexuales cometidos por un sacerdote. Los hechos ocurrieron en 1997, pero el episcopado sostiene que el dinero, entregado hace cuatro años con discreción para evitar un escándalo, es equiparable a las indemnizaciones otorgadas en concepto de accidente laboral.
Terminando el 2010 se supo que Jan ter Schure, obispo holandés de la ciudad de Den Bosch (sur del país) entre 1985 y 1998, abusó de forma repetida de un menor cuando era un docente seminarista en un internado salesiano. El prelado falleció en 2003 y la víctima, que ha cumplido 76 años, recibió poco después 16.000 euros a modo de compensación.
Según las investigaciones efectuadas por el rotativo NRC Handelsblad y Radio Nederland, otros seis religiosos abusaron en la misma época del chico. Uno de sus compañeros de clase era Ad van Luyn, hoy obispo de Rotterdam, que nunca quiso interesarse por su caso. Van Luyn llegó a ser la máxima autoridad salesiana en Holanda. A pesar de las numerosas cartas pidiendo ayuda remitidas por el abusado, el asunto fue derivado a la congregación encargada del antiguo internado. En opinión del obispo, él no tenía nada que ver con el caso. Tampoco podía entrometerse en los problemas internos de la orden religiosa.
Por el contrario, el actual obispo de Den Bosch, y el máximo representante de los salesianos holandeses, sí han presentado sus excusas a la víctima, que padece todavía las secuelas de lo ocurrido.
A finales de 2010 las denuncias contra la ICAR sumaban 1975 casos. Este escándalo llevó al Parlamento holandés a cuestiona una investigacíón llevada sobre la Iglesia Católica, y en el momento se debate el iniciar una investigación independiente a cargo de los políticos.
El Parlamento holandés cuestiona investigación de la Iglesia Católica
En Holanda el secretario de estado Wim Deetman lidera la investigación de varios cientos de casos de abusos sexuales y por esto compareció ante miembros de la Cámara Baja el pasado jueves 24 de febrero.
El Parlamento Holandés se pregunta si ¿es Deetman suficientemente independiente? ¿O la investigación debiera ser llevada a cabo por la propia Cámara Baja, si es necesario a través de una comisión parlamentaria (la forma más estricta de investigación en el Parlamento holandés)?
Martin de Witte, abogado de alrededor de 120 víctimas de abusos en la iglesia, es una de las voces que´pide una comisión parlamentaria que investigue los hechos de manera independiente:
“Esa sería una buena medida ya que es importante que este tipo de cosas se ventilen públicamente, de manera transparente. Y justamente en una institución como la iglesia eso es especialmente importante ya que no se caracteriza justamente por su transparencia. Al contrario, hacen desaparecer los documentos de prueba sobre los abusos sexuales. Ese tipo de sociedades hay que enfrentarlas justamente con la mayor fuerza y la mejor manera de hacerlo es a través de la transparencia.”
Hasta el momento, la Cámara Baja no parece decidida a echar mano a un método tan drástico como una comisión parlamentaria, pero la verdad es que Holanda se esfuerza por descubrir la verdad, tras tenerse a finales de 2010 cerca de 1800 denuncias contra la Iglesia Católica.
Cardenal holandés preotegió a cura pederasta
Noticia de periodista digital
El cardenal Adrianus Simonis protegió a un sacerdote pederasta cuando todavía era arzobispo de Utrecht. Simonis estaba al tanto de los antecedentes de este hombre cuando en 1991 lo designó sacerdote en Amersfoort, donde volvió a abusar de menores.
Así se desprende de la investigación efectuada por Radio Nederland Wereldomroep, el periódico NRC Handelsblad y un programa periodístico de la televisión pública (Nieuwsuur).
El arzobispo Wim Eijk, sucesor de Simonis, impuso al religioso en 2010 la prohibición de ejercer el sacerdocio. Simonis (arzobispo de 1983 a 2007) había rehusado sancionar al sacerdote. La Fiscalía de la Nación indicó que seis víctimas denunciaron al párroco entre 1987 y 2008. Sin embargo, la cifra real de menores de edad, víctimas de abusos, ascendería a varias decenas.
En respuesta a las preguntas formuladas en torno a este caso, Simonis declaró que "un conocido profesional, especialista en psicología evolutiva, había dado el visto bueno a la nueva designación del sacedorte. (...)Tomando como base la declaración del psicólogo, anteriormente mencionada, es que finalmente se aprobó" el traslado del religioso.
Simonis fue informado en su momento por el entonces obispo de Rótterdam, Philippe Bär, que el sacerdote de su parroquia en la localidad de Zoetermeer había abusado de menores de edad. Según aclaró el arzobispado de Utrecht, Bär quería que el religioso abandonara su diócesis. Simonis se ocupó de que el hombre en cuestión pudiera continuar sus actividades como párroco en Amersfoort.
Tanto la conducta del pederasta como la condena fueron silenciadas por Simonis, nada se reveló a los parroquianos. El propio sacerdote admitió que Simonis no ejerció "ningún control". Como tampoco hizo nada por evitar que el hombre fuera párroco en 2005 en Eindhoven, en la diócesis de Den Bosch.
Los padres que fueron a quejarse ante Simonis por los abusos del sacerdote no recibieron ningún tipo ayuda. Hanneke Brunt, madre de un monaguillo victima de abusos, declaró: "Simonis me dijo: 'Eso no existe en la Iglesia Católica, nosotros no hacemos esas cosas". Una de las víctimas, Erwin Meester, señaló que Simonis "protegió deliberadamente a un sacerdote pederasta cuando en realidad a quien debía haber protegido era a sus feligreses". El año pasado (2010), el ya jubilado Simonis causó enorme revuelo en un programa de la televisión holandesa (Pauw & Witteman) al referirse a los abusos sexuales con: 'Wir haben es nicht gewusst' (No lo sabíamos), la famosa frase que empleaban los nazis para justificar que no estaban al tanto del holocausto. En sus 38 años de carrera como obispo y arzobispo manejó, según él mismo asegura, "con sumo cuidado" todos los casos de abusos que llegaron a sus oídos.
La Oficina Católica de Ayuda y Asistencia Jurídica consideró en 1997 que la Iglesia se desentendió de una víctima del sacerdote. La Oficina de reclamaciones concluyó que: "nada indica que se haya hecho el mínimo intento por reducir o paliar la conmoción causada".
¿Y usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario