Ya ocurrió en España, en Argentina y México. Ahora también en Chile y Brasil las iglesias evangélicas y la católica dejan de lado sus pretensiones de ser la religión verdadera para oponerse al reconocimiento de derechos para gays y lesbianas. La homofobia ha hecho lo que el ecumenismo no ha podido.
La Iglesia Católica y la Iglesia Evangélica se unieron en Chile para impedir la prohibición de la homofobia
Las mayores iglesias cristianas de Chile se unieron para oponerse a la aprobación de un proyecto de ley que busca frenar la homofobia. Estas iglesias se quejaron de que si se aprueba el proyecto de ley contra la discriminación que se está debatiendo en el país, se vería compremetida la libertad religiosa, ya que ellas predican contra la homosexualidad.
Los líderesán religiosos temen que al penalizarse la homofobia se afecte la libertad de expresión, pese a que dichas libertades permanecerán intactas puesto que el proyecto de ley busca, únicamente, impedir que bajo prejuicios homófobos se siga coartando la libertad de las minorías sexuales chilenas.
Monseñor Gonzalo Duarte, obispo de Valparaiso resaltó que “la aprobación de este proyecto plantea problemas en términos de la protección futura de las libertades religiosas, de expresión y de las bases en las que se sustenta la legislación de familia e instituciones esenciales de la misma, tales como el matrimonio o la adopción. Todo ello por efecto de introducirse en él como una nueva categoría protegida la de la ‘orientación sexual’”.
Por su parte el Pastor Rivera, sostuvo que “la palabra orientación sexual en el contexto de la ley acarrearía una serie de conflictos jurídicos y asentarán las bases para el matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Los portavoces de la Iglesia Católica y Evangélica se mostraron unidos, coincidiendo en la necesidad de sacar del proyecto el concepto de “orientación sexual”, ya que no es un término de consenso ni siquiera a nivel internacional y porque puede inducir a generar justamente una discriminación a las libertades fundamentales.
Los pastores y obispos han manifestado que temen que en Chile se llegue a reconocer a las parejas del mismo sexo el derecho de contraer matrimonio civil, y de adoptar niños. Cosa que para ellos destruye a la institución de la familia.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH), impulsor fundamental de esta ley, afirmó que la oposición homófoba viene de “variados movimientos ultra-católicos que al igual que las iglesias se han movilizado con fuerza contra los derechos de las minorías sexuales en el Senado, en el marco de las discusiones sobre la ley contra la discriminación y las uniones de hecho”.
MOVILH, molesta dijo que esto situación es “una alianza homofóbica y transfóbica entre las jerarquías de las iglesias Católica y Evangélica, que tiene como único fin boicotear en el Congreso Nacional la igualdad de derechos para las minorías sexuales”.
El proyecto que tenía previsto votarse en el Senado, pero finalmente se ha postergado hasta la primera quincena de julio de 2011.
En Brasil también se unieron
El 3 y 4 de junio representantes de iglesias de todo Brasil, así como parlamentarios evangélicos y católicos protestaron en la capital brasileña para pedir cambios en el proyecto de ley complementario que prevé la criminalización de la homofobia.
El llamado Movimiento por la Familia convocó a la Marcha Cristiana, en la que unos cincuenta mil católicos y evangélicos se unieron también para manifestarse a favor del proyecto legislativo que suspende la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) de reconocer la unión civil de personas del mismo sexo.
Los organizadores de la marcha, entregaron un manifiesto con más de un millón de firmas al presidente del Senado, José Sarney, según informaciones de la estatal Agencia Brasil.
El presidente del Frente Parlamentario Evangélico, el diputado opositor Joao Campos, calificó como “inconstitucional” el proyecto que criminaliza la homofobia.
La propuesta fue aprobada por la Cámara de Diputados, pero está en trámite desde 2006en el Senado.
En la Cámara baja, en tanto, los representantes se expresaron a favor de la propuesta que pretende derogar la decisión de la máxima corte de Justicia de reconocer la unión civil entre homosexuales.
Según el movimiento, el poder Legislativo es el encargado de cambiar las leyes y los principios de matrimonio en la Constitución brasileña establecen que el vínculo de matrimonio sea “entre un hombre y una mujer”.
¿Y usted qué opina?
un circo.
ResponderEliminarPuede existir gente tan retrògrada y repulsiva?
ResponderEliminarSì, evidentemente.