El mundo llegó ya a los 7.000 millones de personas. Duplicamos nuestro número en menos de medio siglo, y los efectos sobre nuestro medio ambiente son alarmantes:
-Deforestación de las selvas de Malasia e Indonesia para sembrar palma de aceite.
- Deforestación de las selvas de África ecuatorial y caza de su fauna para ser consumida como "carne de monte"
-Agotamiento de páramos en Latinoamérica.
-Crisis hídrica en países subsaharianos, y latinoamericanos.
- Olas invernales sin precedentes en Colombia, Centroamérica, Tailandia. etc. Como consecuencia del cambio climático.
- Mala calidad de aire en ciudades altamente pobladas como Pekín, Santiago de Chile, Ciudad de Mexico, etc.
- Decenas de otros problemas ambientales.
No obstante encontramos que la Iglesia Católica no ve problema en la sobrepoblación, y se empeña en seguirse oponiendo al control de la natalidad.
El Sínodo Mundial de la Familia en 1980 organizado por la Iglesia Católica contiene el siguiente mensaje a las familias católicas:
"A menudo, ciertos gobiernos y algunas organizaciones internacionales agreden a las familias... A las familias se les obliga -y nos oponemos a esto con toda vehemencia- a usar medios inmorales tales como los anticonceptivos, o, aún peor, la esterilización, los abortos y la eutanasia, para la solución de los problemas sociales, económicos y demográficos. El sínodo urge por lo tanto a proclamar una carta de los derechos de la familia para salvaguardar esos derechos en todas partes."
En el sitio católico ACI Prensa encontramos la siguiente declaración bajo el titulo "Control de la población": Estos planes se disfrazan como "salud reproductiva", "paternidad responsable", "planificación familiar", "educación sexual", "lucha contra el SIDA", "salud sexual", "acciones de género", "feminismo" o "desarrollo sustentable".
La Iglesia Católica sostiene que no hay sobrepoblación por las siguientes razones:
1. Las tasas de natalidad han descendidio.
2. Los países no se encuentran altamente densificados.
Estos argumentos valen la pena ser analizados.
El primero es cierto. Las tasas de natalidad han descendido. Por ejemplo, Paraguay pasó de tener una tasa de fecundidad de 4,3 en la década de los 1990 a una de 2,5 en 2010. Países industrializados han hecho bajar su tasa de natalidad por debajo de la tasa de renovación (2,0). La tasa de fecundidad es el número promedio de hijos que son dados a luz por una mujer.
A pesar que el argumento es cierto. La verdad es que en números la población mundial sigue creciendo. Y peor aún, a medida que los pueblos aumentan su poder adquisitivo aumenta el consumo y por lo tanto la depredación ambiental. Todas las personas requieren agua, alimento y energía. Cada ser humano adicional genera una carga para el planeta. Razón por la que la decisión de traer hijos al mundo debe ser una algo razonado.
El segundo argumento es también es cierto, pero olvida algo muy importante. La iglesia esgrime que la población mundial no ocupa más del 1% de la superficie firme del planeta. Pero pasa por alto que hay muchas zonas que no son habitables: los grandes desiertos, la tundra, los glaciares. No podemos pretender que todo el planeta debe ser habitado. deben dejarse espacios para la vida silvestre.
Durante el tiempo que leiste el anterior texto nacieron 720 bebes humanos. Tres por cada segundo.
Les dejo el siguiente video:
¿Qué ocurriría si llegaramos a los 14 mil millones de personas?
Otra cosa que "curiosamente" no menciona la iglesia, es comparar la tasa de natalidad con la de mortalidad, lo que implica que nacen pocos pero mueren muchos menos, lo que implica más personas, pequeño descuido de la iglesia
ResponderEliminarNo hay peor ciego que aquel que además de cerrar sus ojos intenta vendar los tuyos para que no veas...
ResponderEliminar