Científicos han conseguido predecir otra vez el resultado de una decisión antes de que la persona la tome conscientemente, ¿dice eso algo sobre tu libertad?
Por Glenys Álvarez
Cuando Benjamin Libet publicó los resultados de su experimento en 1983, caos invadió al concepto de libre albedrío. Aunque el neurobiólogo negó varias veces que su resultado tuviera que ver con la libertad humana, muchos deterministas tomaron estos estudios como evidencia definitiva de que el libre albedrío no es más que una ilusión del cerebro mismo. El problema muchas veces comienza, ciertamente, cuando nos definimos divididos: una persona y su cerebro. La verdad es que la persona y su cerebro son la misma cosa. Yo soy mi cerebro, tanto inconsciente como consciente, en cualquiera de los estados que se tome la decisión, es mi cerebro, yo, tomándola.
Fue precisamente uno de los elementos claves en la exposición de Libet. De acuerdo con los estudios, el cerebro toma una decisión mucho antes de que seamos conscientes de ello. Podemos ponerlo en otras palabras, tomamos la decisión sin estar conscientes de que la hemos tomado; de hecho, científicos pueden medirla antes de nosotros saber los resultados. Y eso es sumamente interesante.
Todo comienza con un fondo eléctrico, un nivel normal de 'ruido de fondo' que fluctúa en el cerebro como patrones de actividad eléctrica. En 1964, neurocientíficos alemanes lo llamaron 'Bereitschaftspotential' o BP, del alemán “potencial de preparación”, una medida de la actividad en la corteza motora y el área motora suplementaria del cerebro que conduce al movimiento muscular voluntario. Este potencial eléctrico fue grabado y reportado por primera vez por Hans Helmut Kornhuber y Lüder Deecke en la Universidad de Freiburg en Alemania. Libet, entonces de la Universidad de California en San Francisco, realizó su experimento como una forma de probar o refutar la afirmación del neurobiólogo John Eccles que decía que el sujeto debe ser consciente de la intención de actuar antes de la aparición de este bereitschaftspotential. Los resultados de Libet no le daban la razón a Eccles, resulta que los científicos eran capaces de saber la decisión que tomaría el sujeto antes de que ellos mismos lo supieran, sólo tenían que medir el movimiento en el ruido de fondo.
Ahora, un nuevo estudio confirma los resultados de Libet. Realizado en la Universidad de California en Davis, el equipo encontró que nuestra capacidad para tomar decisiones y a veces cometer errores, podría derivarse de fluctuaciones aleatorias en el ruido de fondo eléctrico del cerebro.
“¿Cómo es nuestra conducta independientemente de la causa y el efecto?” se preguntaba Jesse Bengson, investigador y autor principal del artículo. “Nuestros resultados demuestran cómo estados arbitrarios en el cerebro pueden influir en decisiones aparentemente voluntarias”.
Los voluntarios en el experimento de Bengson se sentaron frente a una pantalla y fijaron su atención en el centro, mediante la electroencefalografía, o EEG, los científicos registraron la actividad eléctrica de sus cerebros. Los sujetos debían tomar la decisión de mirar hacia la izquierda o hacia la derecha cuando un símbolo aparecía en la pantalla; luego debían reportar la decisión. Estas señales eran aleatorias y los voluntarios no podían, consciente o inconscientemente, estar preparados para lo que vendría.
Los investigadores encontraron que el movimiento en el patrón de actividad les permitía predecir el resultado segundos antes de que los voluntarios tomaran la decisión.
“El estado del cerebro justo antes de la presentación de la señal determina si mirará a la izquierda o a la derecha”, dijo Bengson.
Los nuevos resultados proporcionan un modelo de cómo la actividad cerebral precede la decisión, lo que confirma los resultados de Libet. Además, en el experimento anterior, el equipo de Libet dependía de los voluntarios, ellos decían cuándo tomaron la decisión.
“En el nuevo experimento, el momento al azar significa que sabemos que la gente no está tomando la decisión de antemano”, dijo Bengson.
Para los científicos, este ruido de fondo cerebral presenta un nuevo camino hacia una libertad más allá de la causa y efecto. Ciertamente, tanto la decisión del cerebro consciente como la del inconsciente son tuyas, son resultado de tus genes, cerebro y del medio. De hecho, los neurólogos hoy piensan que los procesos conscientes e inconscientes son independientes. Lo sean o no, que el cerebro tome decisiones que su parte consciente no recuerda después, es sólo el proceso neuronal natural de este complejo mamífero que cada vez vamos entendiendo más.
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