En Brasil la “Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD)”, conocida por su lema “Pare de sufrir”, es muy influyente tanto en lo espiritual como en lo político. Esta denominación, nacida en 1977, tiene presencia en Colombia donde paga espacios televisivos en el Canal Uno y tiene numerosos templos. En Brasil es la iglesia neopentecostal más grande, con más de 10.000 templos, así como por toda Latinoamérica y Angola (por la lengua portuguesa).
Su fundador y líder el “Obispo” Edir
Macedo, es uno de los pastores más ricos del mundo, con una fortuna que pasalos 1.100 millones de dólares, construida gracias a los diezmos y ofrendas de
millones de feligreses tras la promesa de obtener prosperidad y sanidad a
cambio de pactar con Dios y darle a la iglesia el 10% de sus ingresos.
Macedo también posee una fuerte
influencia política, a punto de ser en parte responsable de poner en el poder a
Jair Bolsonaro, actual presidente, a quien apoyó decisivamente en su campaña
presidencial.
La Iglesia de Macedo también es famosa
por sus sesiones de “expulsión de demonios” y de sanidad. De hecho, en su
publicidad suelen dedicar un día a orar por enfermos “Martes: Oración de
sanidad – 7:00 p.m.” se lee en muchos de los carteles al ingreso de sus
templos.
Bajo el lema de “Pare de Sufrir”
y el de “Lo imposible no existe” han organizado cultos de sanación en los que
han dado “el Aceite santo de Israel” y más recientemente “El manto sagrado”
como parte de rituales de fe multitudinarios.
Pues bien, Edir Macedo, de 76
años, recibió junto a su esposa Ester Bezerra, de 72 años, la vacuna contra el
covid-19 de Janssen (Johnson & Johnson). Vacuna de dosis única. Ambos fueroninmunizados el miércoles 17 de marzo en Miami, Estados Unidos, donde la parejase encontraba oportunamente en un “viaje misionero”, mientras que en Brasil la
vacunación avanza muy lentamente. Tras recibir la vacuna el líder religioso
publicó un video en su cuenta de Instagram. "Como se prometió, aquí está
la evidencia de nuestra vacunación contra el covid", escribió.
El asunto de su vacunación no
sería tan notable de no ser por el hecho que el multimillonario obispo ha sido
muy crítico de la ciencia y se pronunció al inició de la pandemia contra el
cierre de las iglesias.
Hace cinco años, cuando nadie imaginaba que vendría una pandemia, publicó un sermón llamado “La fe por encimade la razón”. En este decía que Moisés fue elegido por Dios no por haber sido educado por la ciencia egipcia, sino por creer en el Dios de Abraham.
“Es obvio que la buena
educación que adquirimos de nuestros padres, la disciplina y los conocimientos
que recibimos en escuelas y universidades tienen su valor, pero cuando se trata
de buscar a Dios y de encontrar en Él el auxilio y amparo que necesitamos, así
como el cumplimiento de Sus promesas, ¡solamente la práctica de la fe de
Abraham les da a todos SU manifestación! La pregunta es: ¿En qué hemos apoyado
nuestra vida? La fe de Abraham es contraria a la razón:”
Ya en inicios de la pandemia en
Suramérica, el 15 de marzo de 2020, se pronunció fuertemente contra las medidas
que suspendieron las reuniones en los templos. Esta decisión molestó
profundamente al Obispo quien publicó un video en el que subestimaba la
gravedad de la pandemia. En este dijo que no había razón para que la gente se
preocupara por la enfermedad, y atribuía su proliferación a los medios de
comunicación y a "Satanás".
“La gente está aterrorizada
por algo que realmente no coincide con la realidad que los medios han lanzado
al aire, con el horror que los medios han usado para hacer que las poblaciones,
las naciones [estén] aterrorizadas por este virus, el coronavirus. Detrás detoda esta campaña de coronavirus hay un interés económico, y donde hay uninterés económico, ahí está”.
También dijo que "cualquier
viento que tengas es neumonía". Y agregó: "Amigo mío y amiga
mía, no se preocupen por el coronavirus. Porque esa es la táctica de Satanás, o
una táctica más. Satanás trabaja con miedo, pavor. Trabaja con duda. Y cuando
la gente está aterrorizada, con miedo, con duda, las personas se vuelven
endebles, débiles y susceptibles.”.
Tras las fuertes críticas el
Obispo retiró el vídeo, pero nunca se rectificó. Sin embargo, poco después
estaría hospitalizado por contraer el sars coronavirus -2, pero la Iglesia
mantuvo este hecho en secreto hasta junio de 2020, cuando el religioso informó
sobre su hospitalización por haber contraído el nuevo coronavirus.
Mientras las palabras de Macedo,
culpando a Satanás de las medidas de cuarentena, resonaban en las mentes de los
creyentes. Su amigo político, el presidente Bolsonaro criticaba el cierre de
las iglesias, en un claro guiño a sus electores evangélicos.
Es curioso que dentro de los
rituales religiosos de la Iglesia Universal está el del “Manto Consagrado”. En unode los vídeos de esta iglesia se pregunta el narrador: ¿Existen los milagros? y
proceden luego a pasar personas diciendo que fueron sanadas con solo tocar “el
manto sagrado”.
Por eso cabe preguntarse, ¿por
qué cuando el Obispo Macedo se enfermo de coronavirus fue llevado a un hospital
para ser atendido por médicos y no a su colosal templo en Sao Paulo?
Si, como el mismo dijo en su
sermón pasado “La fe de Abraham es contraria a la razón” ¿por qué
decidió vacunarse en lugar de orar, ungirse con el aceite “santo” de Israel o
arroparse con el “manto sagrado”? ¿Por qué tuvo que recurrir a la vacuna,
creada por la ciencia, cuando es un defensor de las curas por fe? ¿No podría
haber adquirido los anticuerpos contra el virus con algunas de las supercherías
con que atrae a miles de personas? E igualmente importante, ¿Por qué los
pastores de la Iglesia Universal no estuvieron en las salas de emergencias
sanando a los enfermos de coronavirus con sus rezos, aceites sagrados y mantos
mágicos? ¿Por qué si Mateo 10:8 les dice ordena a los apóstoles: “Sanad
enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos…” nada de esto vimos por los
pastores de la Universal, ni de ninguna otra secta cristiana?
El astrónomo Carl Sagan apuntaba
una aguda reflexión: “Si quieres salvar a tu hijo del polio puedes rezar o
puedes vacunarlo… Aplica la ciencia”.
Imaginemos por un momento que se
pudieran gravar con impuestos los diezmos y ofrendas de las iglesias para
investigación científica. Seguramente podría avanzarse más en rápido en salud
pública que dejando esos recursos en las cuentas de las sectas.
Creo que la moraleja de toda esta
historia es que aplicar la ciencia es mucho más provechoso que confiar en
vendedores de esperanzas mágicas e indemostrables.
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