martes, 27 de octubre de 2009

Aborto terapeútico: Compare un caso real vs. las opiniones de la ICAR

La posibilidad de realizar un aborto legal en caso de malformaciones fetales es un tema que está discutiéndose actualmente en Perú. En Colombia, donde se permite esta práctica desde el 2006, se ha tenido muchos problemas para implementarla, como coméntabamos en una nota anterior.

La polémica reciente en Colombia revivió al fallarse una acción de Tutela a una mujer a quien le fue negado un aborto, a pesar de cumplir con una de las excepciones que estableció la Corte Constitucional en 2006. Por esto la alta Corte determinó que los ministerios de Protección Social y Educación, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo debían diseñar campañas tendientes a difundir los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, incluida la información de la sentencia con que se despenalizó parcialmente el aborto.

Esta decisión alborotó el obispero. La Iglesia Católica y el procurador, Alejandro Ordóñez, quien es ferviente católico rechazaron la medida. Aunque la ICAR no debe ser más que una opnión civil más, sin que sea peso político. Los representantes de la Conferencia Episcopal anunciaron que no obedecerían la ley y que en los colegios católicos no podían enseñarles a los estudiantes sobre este tema, cuando predican el valor de la vida.

En el pasado febrero el Arzobispo de Arequipa (Perú), Monseñor Javier Del Río Alba, señaló que la pretensión de legalizar el aborto en esta región del país mediante un "protocolo de aborto terapeútico" es una "campaña asesina" que debe ser rechazada.

Añadió además que "No nos vamos a quedar callados. ¡no lo vamos a permitir! El aborto terapéutico es una gran mentira. Terapia significa curar, no matar a un niño. ¿Cómo es posible que permitan a una madre matar a un niño que en su vientre ha vivido cinco meses?. Esa criatura ya siente, ¿Van a destruir a una criatura viva?"

En Nicaragua, el Vicario Pastoral de la Arquidiócesis de Managua, Mons. Miguel Mántica, precisó en el pasado julio, que el aborto terapeútico será siempre rechazado por la ICAR. La vida humana, prosiguió, "no puede ser violada de ninguna manera, mucho menos cometiendo un homicidio, aunque sea en la fase prenatal, mientras el niño permanece en el vientre de su madre. Es un doctrina constante de la Iglesia que se remonta a los primeros siglos donde siempre se ha condenado el aborto sin ninguna ambigüedad. Es un punto que ha sido muy claro".

El Espectador ha publicado una entrevista a una colombiana en la que se le negó el aborto terapeútico. Su caso podrá ser analizado por el lector y comparado con las palabras de Monseñor Mántica y del Río para formarse su propia opinión.

“Con mi hijo estuvimos tres meses muertos en vida”

Entrevista a una mujer de Medellín a la que se le negó el aborto terapeútico a sabiendas que su hijo sufriría y no tendría esperanzas de vivir.

Cecilia Orozco Tascón. (C.O.T.)— Maribel, ¿por qué quiso abortar?

Maribel Paniagua Díaz. (M.P.D.)— El 28 de abril de 2006, cuando fui a hacerme una ecografía, el médico diagnosticó que el bebé no tenía líquido amniótico y eso era muy grave.

C.O.T.- ¿Cuántos meses o semanas de embarazo tenía entonces?

M.P.D.- Tenía 18 semanas. Había una carencia total de líquido amniótico y los riñones del niño podrían ser poliquísticos, o podría tratarse de una ausencia renal bilateral, lo que significaba que el bebé no iba a desarrollar ninguno de los dos riñones.

C.O.T.- ¿Los médicos le indicaron qué se esperaba de ese pronóstico?

M.P.D.- Sí. En los dos casos el diagnóstico era que en el momento en que naciera, el bebé iba a morir por hipoplasia pulmonar. Como no había líquido amniótico, los pulmones no se iban a desarrollar. Entonces al nacer el bebé moriría porque no podía respirar.

C.O.T.- ¿No había ninguna esperanza de que sobreviviera?

M.P.D.- No. El diagnóstico era que el niño moriría en cualquier momento en el vientre, o al nacer. Las condiciones de mi bebé no eran compatibles con la vida. Ese día salí destrozada del consultorio. Creo que ha sido el peor día par mí.

C.O.T.- ¿Cuántos años tenía usted cuando quiso practicarse el aborto?

M.P.D.- Ahora tengo 34. En el momento del embarazo tenía 30, e iba a tener a mi segundo hijo, que era deseado por mi esposo y por mí porque nuestro primer niño ya tenía diez años.

C.O.T.- ¿Quiere decir que el padre del bebé es su pareja y que su relación es estable?

M.P.D.- Sí. Soy casada y profesional, y al comienzo del embarazo tenía trabajo. Pensamos que estábamos en un buen momento para tener un segundo hijo.

C.O.T.- ¿Por qué dice que al inicio del embarazo tenía trabajo? ¿Lo perdió?

M.P.D.- Sí. En febrero de ese mismo año 2006, cuando en mi trabajo se dieron cuenta de que estaba embarazada, me despidieron.

C.O.T.- Pero eso está prohibido.

M.P.D.- Sí, yo lo sé y por eso demandé a la empresa. Gané en primera instancia, pero la firma apeló. Ahora estoy esperando la decisión de segunda instancia. Ya embarazada, empecé a tener problemas económicos por el despido. Y encima, nos dieron esa noticia. Yo estaba afiliada al sistema de salud de la Policía Nacional porque mi esposo pertenece a la institución. Entonces fuimos a la clínica de la Policía y les conté a los médicos los resultados de la ecografía, pues inicialmente me la practiqué en un laboratorio particular. Me dieron una nueva orden para que repitiera el examen. El diagnóstico fue el mismo.

C.O.T.- ¿Cuándo empezó a pensar en el aborto?

M.P.D.- Enseguida que supe que no había posibilidades de vida para mi bebé. Fui a indagar sobre en qué condiciones me podían interrumpir el embarazo porque no quería sufrir, ni que el bebé sufriera. Me dijeron que no, que simplemente en Colombia estaba prohibido hacerlo y que tenía que esperar a que el bebé se muriera adentro. O que si eso no ocurría, debía esperar a que el niño naciera y muriera. Eso fue el 28 de abril. El 10 de mayo se publicó la sentencia de la Corte Constitucional que despenalizaba en tres casos la práctica del aborto.

C.O.T.- ¿Regresó a la clínica a tramitar su solicitud?

M.P.D.- Sí. Pensé que había encontrado la solución porque en ese momento lo único que yo pensaba era que tenía un bebé aprisionado en mi cuerpo y que no iba a sobrevivir de ninguna manera. No quería sentir que cada día que pasaba, él estaba sufriendo más.

C.O.T.- ¿Qué le dijeron entonces los médicos?

M.P.D.- El ginecólogo me atendió y me dijo que aunque hubiera una sentencia, no había reglamentación. Y que por eso no podían aceptar realizarme el aborto. Me ordenó que siguiera haciéndome los exámenes cada semana y que fuera a verlo porque como no había líquido amniótico, no iba a sentir cuando el bebé se muriera y que si no me daba cuenta, podía darme una infección.

C.O.T.- ¿Los médicos le explicaron qué clase de riesgo podía correr usted en caso de que hubiera infección por la muerte del feto?

M.P.D.- No, nunca me lo explicaron. Creo que se debía a que como no me daban ninguna opción, les parecía innecesario.

C.O.T.- ¿En el período de gestación su salud se deterioró?

M.P.D.- Anímicamente sí. Entré en un estado de depresión muy grande. Me encerré en la casa y no contestaba el teléfono porque no quería hablar con nadie. Tampoco quería salir a la calle, pues lo primero que me preguntaba la gente cuando me veían, era que cuántos meses tenía de embarazo y que si era niño o niña. Yo no tenía respuestas. Encontrarme con otras personas se convirtió en un martirio porque mi embarazo era muy notorio.

C.O.T.- ¿Cuánto tiempo pasó hasta cuando tuvo al niño?, o, ¿finalmente pudo practicarse el aborto?

M.P.D.- No, nunca logré que me lo practicaran a pesar de que seguí yendo infructuosamente donde el ginecólogo. Cuando él me decía que en Colombia era ilegal el aborto, yo le contestaba que no era cierto porque había sido publicada la sentencia de la Corte Constitucional. Pero él también insistía en que no había una reglamentación y que ellos no iban a arriesgar la tarjeta profesional por mí. Como iba cada ochos días a hacerme los chequeos, salían unas personas que parecían practicantes a darme cátedra de moral.

C.O.T.- ¿De moral o de religión?

M.P.D.- De religión. Me trataban de asesina y me decían que los médicos habían estudiado para dar vida, no para quitarla. Me sentía un poco pisoteada porque querían cambiar mi decisión diciéndome que lo que yo iba a hacer era pecado.

C.O.T.- ¿Supone que querían hacerla sentir culpable?

M.P.D.- Exactamente, porque me torturaban haciéndome sentir los latidos del corazón del bebé durante la ecografía. Me decían: “Mira, aquí hay una vida. Oye los latidos del corazón”. Yo les contestaba que sí, que había vida pero también que había muerte porque mi bebé no iba a nacer. También pensaba que debía proteger mi vida. Pero cada vez me deterioraba más. Sin embargo, siempre ellas volvían a repetirme que tenía que escuchar los latidos del corazón. Cuando me hacían las nuevas ecografías, los médicos me decían que la placenta estaba envejecida. Pregunté cuáles eran los efectos de ese envejecimiento. Me respondieron que al bebé ya no le pasaba suficiente alimento, o sea que se estaba desnutriendo. Eso me puso peor.

C.O.T.- Cada nueva ecografía era entonces una tortura…

M.P.D.- Claro que sí. Empecé a pensar en eliminar ese sufrimiento y a preguntarme por qué no me permitían interrumpirlo. Sentía que mi bebe sufría mucho y yo lo único que quería era liberarlo y liberarme de esa tortura.

C.O.T.- ¿Cuántos meses duró ese proceso? ¿Llegó su embarazo al término de los nueves meses?

M.P.D.- El 13 de julio, o sea tres meses después del diagnóstico, la placenta estaba muy mal. Comencé trabajo de parto y fue natural. Pero la diferencia se notó en el tratamiento que me dieron.

C.O.T.- ¿Se sintió maltratada en la clínica? ¿Por qué?

M.P.D.- Los médicos fueron displicentes porque como no había posibilidades de vida, ¿qué iban a cuidar? Me sentí maltratada. Ni siquiera tuve el parto en una sala de cirugía sino que me dejaron en la cama de una habitación.

C.O.T.- De todas maneras, podían haberse presentado riesgos ¿No los previnieron?

M.P.D.- No. La actitud de quienes estaban allí era como si quisieran salir de eso lo más rápido posible. De hecho, cuando estaba en el trabajo de parto, la doctora se sentó y me dijo: “Puje que usted sola lo va a sacar porque es un bebé muy pequeñito y no importa”. Hice el trabajo sin ayuda de nadie. Sólo me miraban y en cuanto estuvo afuera, llegó una enfermera, lo envolvió y se lo llevó.

C.O.T.- ¿No hubo asistencia médica efectiva? ¿Nadie le ayudó?

M.P.D.- No. Y lo peor es que como el bebé no tenía líquido amniótico, no rotó al momento del nacimiento. Entonces nació de pie. Fue muy doloroso porque aparte del dolor físico, estaba el dolor de tener que saber lo que estaba pasando.

C.O.T.- ¿Cuánto duro el parto?

M.P.D.- Comencé hacia las 6 de la tarde y nació a las 11 de la noche. Sufrí unos dolores terribles que yo nunca había sentido.

C.O.T.- ¿Tuvo compañía médica permanente o sólo había enfermeras?

M.P.D.- Había una médica y varias enfermeras, pero entraban y salían. Me dejaban sola con mi esposo y llegaban cuando yo las llamaba.

C.O.T.- ¿Tramitó alguna queja?

M.P.D.- No, no tenía mucho ánimo. La necropsia tampoco era cubierta por la clínica. Entonces me dijeron que si quería saber con exactitud las causas de lo que había pasado y para precisar si había problemas congénitos, nosotros, por nuestra cuenta, lleváramos al bebé a la Universidad de Antioquia y allá un genetista hizo la autopsia. Resultó que el bebé tenía ausencia renal bilateral y además, muchas malformaciones. Para mí, verlo fue una impresión muy grande. Tenía la carita con la nariz achatada por la compresión que sufrió al no tener el líquido amniótico y los pies y otros huesitos estaban fracturados.

C.O.T.- ¿Por qué quiso verlo, Maribel? ¿No resultaba demasiado doloroso?

M.P.D.- Como no sentí al bebé por la falta del líquido mientras estaba embarazada, me pareció que si no lo veía, no podía cerrar ese capítulo. Tenía que verlo e ir a enterrarlo para darme cuenta de que todo terminaba ahí.

C.O.T.- ¿Hoy cómo se siente con respecto a esa parte de su vida?

M.P.D.- A veces me vienen los recuerdos y hoy pienso que fui muy fuerte para soportar esa etapa. Ahora puedo hablar del tema y eso es un adelanto. No quisiera que nadie pasara por lo que yo pasé, pero sí estoy segura de que si me hubieran hecho el aborto en el momento en que se conoció el resultado de la ecografía, mi dolor físico y emocional, y el de mi bebé, no hubiera sido tan duro y largo. Con mi hijo estuvimos tres meses muertos en vida.

C.O.T.- Si hoy le tocara hablar en público de este tema, ¿qué le gustaría decir?

M.P.D.- Que sentí en carne propia la discriminación con las mujeres. Primero, vulneraron laboralmente mis derechos de maternidad. O sea, una mujer que laboralmente esté activa no tiene derecho a querer ser madre. Después, tampoco tiene derecho a elegir sobre su cuerpo y a realizarse un aborto. Ése fue el otro derecho que me vulneraron con la disculpa de que no existía una legislación, a pesar de que estaba la orden de la Corte Constitucional. Ahora estoy reviviendo lo que pasé por las discusiones sobre la sentencia de enseñar los derechos de las mujeres (ver parte superior de esta página).

C.O.T.- ¿Cree que también hubo discriminación religiosa, en el sentido de que trataron de imponerle unas creencias específicas?

M.P.D.- Totalmente. Me daban clase de religión, pero nunca me preguntaron por mis sentimientos ni por mis deseos. Trataron de opacar mis pensamientos con la religión.

C.O.T.- ¿Usted es católica?

M.P.D.- Sí. Estudié en colegio católico y nunca me he alejado de la Iglesia.

C.O.T.- ¿En algún momento pensó en confesarse por sus deseos de abortar?

M.P.D.- No, porque para mí, mis deseos nunca fueron pecado.

Recibimos sus opiniones sobre este tema.

5 comentarios:

  1. Aberrante y espeluznante. Totalmente inhumano. Es que tratar de decir más será sólo cuestión de sacar a relucir impotencia, porque conozco una amiga que también pasó por algo horrible y que podría haberse evitado si en su país la legislación tuviera algún sentido; es decir, si defendiera de verdad los derechos de los ciudadanos (ciudadanas en este caso). Y desde luego, roza la tortura que venga gente a restregarle lo que está pasando, a recordarle el absurdo de su sufrimiento, y encima, a privarle de asistencia mínima. Monstroso ciertamente.

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  2. Repugnante, asqueroso, vil, injusto, feminicida, dogmático, cavernario. Pobres mujeres Colombianas, esa es la razón por la cual miles de mujeres mueren al año allí, mientras las Europeas y Americanas son las mujeres más sanas y libres del mundo, las de los países pobres están condenadas al más absoluto oscurantismo, opresión y ensañamiento.

    Aquí en España los que abominan del aborto suelen ser Rouco y demás fauna, y encima se hacen llamar "pro-vida", yo los llamaría más bien "pro-femicidas", "pro-muerte de la mujer sana y adulta" "pro-muerte de la mujer jóven y adulta" "pro muerte de la menor niña embarazada" y "pro-sufrimiento de la mujer violada"

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  3. Pues en Perú la Iglesia Catolica ha ofrecido : encargarse de los niños no deseados. El absurdo es evidente.

    Y la campaña para la despenalización del aborto tuvo muchos retractores en miembros del Gabinete y allegados, que son conocidos por su fundamentalismo católico, entre ellos Rafael Rey Rey,( Ministro de Defensa, y antes de Produccion) miembro del Opus Dei, quien aprovechó la circunstancia para intentar prohibir tambien la "píldora del dia siguiente".

    Asi mismo el vicepresidente del Tribunal Constitucional Carlos Mesia, tomando en cuenta que el TC fue el organismo que vetó sobre las opciones de control natal.

    En la práctica, Perú es un Estado laico,..solo en el papel.

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  4. EL ABORTO en general, en Peru esta penado por ley, y es que principalmente la Ley (Politicos)
    prestan oidos principalmente a la iglesia catolica dejando de lado los derechos de las parejas y
    de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y por ende sobre los hijos que desean o no desean tener.

    Lo que me preocupa ademas es ver como en un pais que se dice democratico
    se discrimina la libertad de culto o la libertad de NO culto, es decir el estado peruano anualmente
    designa mas de un millon de dolares del Presupuesto General de la Republica
    exclusivamente para financiar a la Iglesia catolica. Entonces hoy por hoy tenemos una iglesia
    que no solo opina sino que mas bien Decide sobre las politicas que gobiernan a los ciudadanos
    como si ellos hubieran sido elegidos por mayoria popular.

    Sueldos, pensiones, donación de terrenos, construcción de parroquias, exoneraciones, educación,
    obra social, entre otros rubros católicos, han sido atendidos por el Estado con el dinero que
    pertenece a todos los peruanos, pues segun ellos mismos el Estado Peruano esta en deuda
    con la iglesia católica, por todo el bien que ha prestado los ultimos 500 años.

    http://www.agenciaorbita.org/

    La Iglesia Católica tiene un peso enorme en el Perú, en su vida política y en su vida cultural.
    Gracias al Decreto Supremo 23211, (http://odecarequipa.com/principal/normas_legales/decreto_23211.pdf)
    firmado por el General Morales Bermúdez, la Iglesia cuenta también con un Sistema de subvenciones
    para las personas, obras y servicios de la Iglesia Católica lo cual continua hasta ahora.

    (http://www.congreso.gob.pe/)
    (http://www2.congreso.gob.pe/sicr/RelatAgenda/proapro.nsf/ProyectosAprobadosPortal/30DF31CED58BE5540525723700736306/$FILE/ANEXODEPRESUPUESTO.PDF)

    El estado peruano designa mas de Un millon de dolares para cubrir los gastos de una entidad privada como
    lo es la Iglesia catolica, tomandolo de los fondos que los mismos contribuyentes con su esfuerzo y trabajo dia a dia
    incrementan.
    (http://peruanista.blogspot.com/2007/01/peru-regala-1-millon-de-dolares-iglesia.html)
    Me pregunto yo, si es necesario que el gobierno peruano invierta este dinero en una institucion
    que ya tiene la solvencia necesaria para pagar por sus actividades???
    El pueblo peruano no tiene que cubrir por los gastos de una institucion privada, y mas aun alentar
    su sobre enriquesimiento mientras el pueblo mismo sufre la miseria del sub-empleo, la ignorancia, y
    la desnutricion.

    Asi mismo la iglesia a traves de "Representantes" laicos como Rafael Rei (que por mas esfuerzos que haga en reafirmar su
    heterosexualidad, nadie le cree); ya ha conseguido que los medios anticonceptivos mas basicos sean retirados
    del alcance de las clases menos favorecidas.
    Es asi que la PILDORA DEL DIA SIGUIENTE, hoy por hoy ya no se da de manera gratuita en los centros medicos
    o asistenciales del Estado como venia haciendose hasta hace poco, por considerarse abortiva, sin embargo
    si esta en venta totalmente libre en las FARMACIAS PRIVADAS, previo pago claro está.

    Asi como esta hay miles de inconsistencias en las que el Estado no puede Gobernar libremente pues de una u otra manera
    la Iglesia extiende su PODER mas alla de hasta donde deberia llegar que es el FUERO INTERNO Y PERSONAL DE CADA INDIVIDUO.
    Si alguno quiere vivir engañado en creencias retrogradas es libre de hacerlo, pero el Estado no deberia promover
    incluso desde el colegio la enseñanza del curso de RELIGION, (la catolica por supuesto) en los niños que son
    amedrentados con un infierno lleno de fuego, y un cielo lleno de niños blancos, rubios alados medio desnudos. Sobre todo
    sabiendo que la raza que predomina en mi nacion es la cobriza, pero ese ya es otro tema.

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