Lo que pocos conocen es que el Evangelio de Santiago también contiene la historia de la anunciación, pero en esta ocasión el ángel no va hasta su casa sino que llega a un pozo donde María fue por agua:
1. Y María tomó su cántaro, y salió para llenarlo de agua. Y he aquí que se oyó una voz, que decía: Salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, y bendita eres entre todas las mujeres. Y ella miró en torno suyo, a derecha e izquierda, para ver de dónde venía la voz. Y, toda temblorosa, regresó a su casa, dejó el cántaro, y, tomando la púrpura, se sentó, y se puso a hilar.
2. Y he aquí que un ángel del Señor se le apareció, diciéndole: No temas, Maria, porque has encontrado gracia ante el Dueño de todas las cosas, y concebirás su Verbo. Y María, vacilante, respondió: Si debo concebir al Dios vivo, ¿daré a luz como toda mujer da?
3. Y el ángel del Señor dijo: No será así, María, porque la virtud del Señor te cubrirá con su sombra, y el ser santo que de ti nacerá se llamará Hijo del Altísimo. Y le darás el nombre de Jesús, porque librará a su pueblo de sus pecados. Y María dijo: He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra.
Obviamente los cristianos actuales rechazarán el anterior texto porque no hace parte del canon que fue aprobado por los primeros cristianos. Poco se preocupan ellos de ver que la narración de Lucas es históricamente inexacta especialmente al intentar fijar la fecha en la que nació Jesús.
La razón por la que hoy la tradición afirma que el ángel visitó a María en su casa y no en el pozo, así como también que no acepté otras historias fantásticas del Protoevangelio de Tomás, como que María fue educada por ángeles en el templo, se debe a la elección hecha muchos tiempo después de que hubiese cualquier testigo ocular de las historias que se atribuían a Jesús.
Por ejemplo, el primer “canon” o listado de libros "inspirados" fue el Canon Muratorio que fue compilado en 170. El Canon Muratorio incluye todos los libros del Nuevo Testamento, excepto Hebreos, Santiago y 3 Juan. En el año 363 el Concilio de Laodicea declaró que solo el Antiguo Testamento y los 27 libros del Nuevo Testamento eran confiables para establecer doctrina- ¿y cómo lo sabían?. El Concilio de Hipona (año 393) y el Concilio de Cartago (año 397) también confirmó la autoridad de los mismos 27 libros. Y así tras autoconvencimiento en autoconvencimiento los cristianos establecieron que creer y al clero solo le restaba aceptar calladamente y creerse todo por fe.
Así pues unos pocos escogieron el listado de obras a creer, y aunque hay errores geográficos e históricos en estas obras los predicadores que golpean de puerta en puerta seguirán insistiendo en que esto es "palabra de Dios". Por eso, en caso que tenga la paciencia, bien podría dejarle a uno de esos fundamentalistas celosos el acertijo de la época del nacimiento de Jesús hecho por el autor del Evangelio de Lucas que se encuentra en el artículo ¿Por qué los ateos no creemos la historia de navidad?
Por último, la viñeta que acompaña esta entrada es de Dosis diarias del chileno Alberto Montt
El 8 de diciembre la Iglesia Católica celebra la Inmaculada Cocepción de la Virgen. Las Iglesias Ortodoxas celebran la Concepción de la Virgen por santa Ana el día 9.
ResponderEliminarLa Anunciación a la Virgen por el arcángel san Gabriel y la Encarnación de Jesús se celebran en las Iglesias Católica y Ortodoxas el 25 de marzo, para que coincida 9 meses antes de la Navidad.
Me gusta mucho tu blog, por eso te hago esta puntualización