miércoles, 3 de marzo de 2010

Los seres humanos somos una plaga para el planeta

La historia de la ciencia ha mostrado un paulatino destronamiento de la posición del hombre en la naturaleza. Con Copérnico dejamos de estar en el centro del universo (aunque Aristarco de Samos ya lo dedujo en tiempos de la Antigua Grecia), luego con Darwin dejamos de ser la creación especial para convertirnos en una especie producto de un proceso natural. No obstante, muchas personas consideran a la especie humana como el pinaculo de la evolución. Cosa que no hace más que mostrar el especiecismo humano.

Ahora el autor José María Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca, dice que la especie humana es una plaga para el planeta. Si bien es cierto, no es el primer académico que afirma esto. Especialmente desde la revolución industrial en que el planeta ha sufrido un rápido deterioro ambiental.

La siguiente es una entrevista ofrecida al medio español Publico.es

"Los seres humanos somos una plaga para el planeta"

Codirector de Atapuerca. Es autor del libro 'La evolución del talento', un vistazo a la transformación de la especie humana para comprender qué nos diferencia de otros primates

Una entrevista de Daniel Mediavilla hecha el 31 de enero de 2010

Una charla con José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) puede erosionar la autoestima de un sapiens inconsciente. El codirector de Atapuerca lleva tres décadas estudiando la evolución humana, y algunas de sus conclusiones son inquietantes. Muy poco nos separa de nuestros primos hermanos los chimpancés y aún somos esclavos de los impulsos biológicos. En su nuevo libro, La evolución del talento (Editorial Debate), además de dar una extensa cura de humildad, muestra lo que se conoce sobre la evolución humana y trata de explicar cómo ese viaje condujo a la especie al lugar en el que se encuentra.

Compartimos muchas características con otros primates, pero tenemos capacidades intelectuales superiores. ¿Podríamos fomentarlas para alejarnos de especies como los chimpancés?

No lo veo tan sencillo. No se puede dejar atrás esa parte de nosotros, es prácticamente imposible. Compartimos un porcentaje altísimo de los genes operativos con los chimpancés. Tenemos un antepasado común hace seis millones de años con ellos, y eso es muy poco en términos evolutivos. Gracias a que hay unos cambios climáticos hace dos o tres millones de años, hemos evolucionado en unas circunstancias distintas a las de los chimpancés, pero antes no nos habíamos diferenciado tanto. Desde el punto de vista anatómico tenemos algunas diferencias: un cerebro más grande, con algunas regiones corticales seis veces mayores, la pinza de precisión Pero otros rasgos anatómicos no han cambiado. Si hacemos una disección de un chimpancé hay muchas similitudes. Nuestro comportamiento tiene mucho en común: la territorialidad, la jerarquía, el liderazgo, el sexo Estos rasgos pueden estar enmascarados por la cultura, pero no han cambiado. Somos tan territoriales como los chimpancés u otros animales. Nuestra biología nos marca y somos esclavos de ella. Ahora toca mirarse al espejo, pensar en quiénes somos y con eso que somos vamos a tratar de modificar el comportamiento para hacernos más humanos en el buen sentido.

Si no se modifican esos rasgos animales ¿será posible hacer frente a grandes problemas como el cambio climático o la superpoblación, que requerirían renunciar a los impulsos básicos?

Es muy difícil que se renuncie a esos impulsos. Hay políticos que tienen sensibilidad e intentan arreglar, por ejemplo, el problema del cambio climático y fomentar un desarrollo sostenible. Pero los políticos tropiezan con los intereses de personas y empresas, que dicen que lo importante es ganar dinero y prosperar. Lo otro implica renunciar a muchas cosas. Si queremos un desarrollo sostenible, en primer lugar deberíamos tener un desarrollo equilibrado con los países del Tercer Mundo. Hay gente que puede tener voluntad, pero no todo el mundo va a hacer lo mismo. Hay una barrera biológica.

Esta incapacidad para cambiar la propia naturaleza y adaptarse es lo que provoca las extinciones. ¿Nos extinguiremos?

Somos diferentes de otros animales porque tenemos cultura, pero somos genes, carne y hueso como otras especies. Las posturas catastrofistas no gustan a nadie. Todo el mundo esconde la cabeza, y si se habla de esas catástrofes la gente se va de las conferencias. Pero existe la posibilidad. Mi colega Eudald Carbonell defiende que puede haber un colapso de la especie. No una extinción, pero una reducción de la especie a unos niveles aceptables, un equilibrio. Como pasa con todos los animales que alcanzan el nivel de plaga, y nosotros somos una plaga del planeta, cuando acaban con los recursos sus poblaciones caen hasta que logran un equilibrio con el medio. No es catastrofismo, es ecología.

¿El sapienscentrismo ha ralentizado la comprensión de la evolución humana?

Venimos de una idea antropocentrista en la que el ser humano era centro de todo. Las primeras investigaciones que se realizan sobre evolución humana tratan de buscar ese ser humano más inteligente que otros animales. Posteriores hallazgos mostraron que procedíamos de especies con una capacidad craneal muy pequeña, que eran más primitivos que nosotros, pero resulta que los heidelbergensis, los neandertales o los antecessor tenían unas capacidades cognitivas similares a las que podrían tener los primeros sapiens que aparecieron en África hace 200.000 años o los que vivieron hace 50.000 años. Ellos y nosotros teníamos una tecnología muy parecida y sólo hace muy poco fuimos capaces de dominar otras que nos pudieron dar el éxito. Y quizá sea solo cuestión de un par de cambios genéticos.

Sustituir las interpretaciones mitológicas del mundo o a Dios por el conocimiento científico de la humanidad, ¿puede ser aceptable para la mayoría de las personas?

No es nada sencillo, porque somos espirituales por naturaleza. Es muy curioso que los humanos que estábamos en el vértice de la pirámide ecológica como especie poderosa, social, cazadora incluso respecto a los leones del Pleistoceno recurriésemos a unos seres sobrenaturales para que nos favoreciesen y nos ayudasen. Prescindir de la espiritualidad es muy complicado y yo no voy a decir a nadie que deje de ser religioso. Chocaría contra el 95% de la humanidad y no es ese mi interés.

En la parte final del libro habla sobre la salud mental. La depresión, ¿es un problema actual o ya afectaba a otras especies de primates?

El estrés es un estado natural de todas las especies para sobrevivir. Un gamo, por ejemplo, debe estar alerta: comiendo pero viendo qué hay a su alrededor. Eso es normal y necesario y nosotros hemos tenido ese nivel necesario en el pasado. Lo que pasa es que en los últimos 50 años el nivel de alerta se ha incrementado mucho. La química del organismo, el cortisol, por ejemplo, puede servir para hacer frente al estrés, pero si esa situación dura demasiado, el cortisol se convierte en un veneno para el cuerpo.

¿Y usted qué opina?

4 comentarios:

  1. Deprimente este hombre... nunca tendría una charla con él... xD

    ResponderEliminar
  2. Cito: "Una charla con José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) puede erosionar la autoestima de un sapiens inconsciente."

    Claro... inconsciente. O simplemente hacer que el aludido recurra a la "frescura", "ser fachadiento", " .. no passssa naaada".

    De mi parte nunca he sido optimista ( ¿No parece??.. es que en este blog no hago hígado ni pataletas... deberían ver los otros donde posteo.. XD ).

    Al no ser optimista , lo que leo de Bermúdez no hace mas que corroborar lo que he visto insunuado en otros escritos.

    En un cómic de sci fi muy ácido, "Tiempo Cero", concluyen que la civilización es un tipo de parasitismo que al final es fumigado. ¿Recuerdan la fase del Agente Smith, que pone a la raza humana al nivel de un virus?.

    Ahora, decir "Prescindir de la espiritualidad es muy complicado y yo no voy a decir a nadie que deje de ser religioso. Chocaría contra el 95% de la humanidad y no es ese mi interés."

    Bueno, ya tenemos noticias que somos un virus XD XD, antes nos han "degradado" , ya no somos el Centro del universo ni de el top de la Creación. Pues Darwin , Galileo y otros ya chocaron con la humanidad.. Y creo Bermúdez también asi que no entiendo el motivo de ese recato.

    La verdad no siempre debe ser grata para nosotros, ..pero vaya que alivia. Para que un enfermo se cure, debe estar consciente del mal que padece para que acepte el tratamiento y no recurrir a que tome sus medicamentos escondidos en brownies ni que se los den a la fuerza.... No?

    ResponderEliminar
  3. "porque somos espirituales por naturaleza..."

    No significa, que debamos regirnos por religiones institucionalizadas y totalitarias, que nos indiquen el modo y manera de vivir nuestras vidas...

    Hay muchas formas de ser espiritual o místico, como bien demostró el sabio Carl Sagan...

    salu2.

    ResponderEliminar
  4. Soy Víctor
    Comencemos por la familia de este hombre, pero dejémoslo vivo a él, y sigamos con las familias de todos los que opinan como él. A ver si le gustaría eso.

    ResponderEliminar