En esta fecha reivindicaremos nuestra pertenencia al orden de los primates y nuestra evolución que tanto ha sido atacada por los creacionistas.
Desafortunadamente el fundamentalismo monoteísta es contrario a la divulgación y enseñanza de la evolución humana porque es contrario a su doctrina. Todo cambió el 24 de noviembre de 1859 cuando Charles Darwin publicó El origen de las Especies.
Como ejemplo de tal oposición se podría citar a la señora Elena G. de White, cofundadora de la Iglesia Adventista que escribió:
“Hay peligros igualmente grandes en el estudio de la ciencia, según se acostumbra a realizarlo. En las escuelas de cualquier grado…se enseña la evolución… que tiende a inspirar incredulidad" La Educación. Página 223
"Moisés escribió bajo la dirección del Espíritu de Dios; y una teoría geológica correcta no presentará descubrimientos que puedan conciliarse con los asertos así inspirados" Patriarcas y profetas. Página 106
Sin embargo, los hallazgos paleontológicos, bioquímicos y la genética corroboraron las tesis de Darwin. Bien decia el paleontólogo George Gaylord Simpson sobre los orígenes humanos:
"Deseo insistir ahora en que todos los intentos efectuados para resolver a este interrogante antes de 1859 carecen de valor, y en que asumiremos una posición más correcta si ignoramos dichas respuestas por completo"
Pero en la actualidad no basta con ignorar los mitos creacionistas, es necesario hacer más para que la ciencia pueda llegar a más personas.
¿Y usted qué opina?
No soy un muñequito de barro...soy un homínido.
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