viernes, 24 de septiembre de 2010
Día del Orgullo Primate contra los negadores de la historia
En agosto de 2010 nació en Sindioses.org la propuesta de reivindicar nuestra pertenencia al grupo de los primates y de nuestra evolución por medio del establecimiento del 24 de noviembre como "Día del Orgullo primate"
En un 24 de noviembre se descubrió el famoso fósil de Australopithecus afarensis de Lucy, y también un 24 de noviembre se publicó el Origen de las Especies.
Desde entonces la idea ha recibido muchos simpatizantes que con entusiasmo ven la oportunidad para divulgar la ciencia. La propuesta cuenta con un manifiesto y una página en la red social Facebook.
Hace poco leía en la obra "Evolucion. El mayor espectáculo sobre la Tierra" de Dawkins, un llamado de atención sobre la negación de los hechos que hacen los creacionistas, que es justamente contra lo que deseamos luchar en este Día del Orgullo Primate.
"Imagine que usted es un profesor de latín e historia de Roma ansioso de transmitir su entusiasmo por el mundo antiguo -por las elegías de Ovidio y las odas de Horacio, la poderosa economía de la gramática latina tal y como se muestra en la oratoria de Cicerón, las sutilezas de estrategía de las guerras púnicas, el liderazgo de Julio César y los voluptuosos excesos de los últimos emperadores-. Es una gran empresa y lleva tiempo, concentración y dedicación. Aún así, usted descubre que está malgastando su tiempo continuamente y que se clase se ve distraída su atención por un grupo de ignorantes vocingleros (como académico del latín usted diría mejor ignorami) que, con apoyo político y especialmente económico, conspiran sin descanso para persuadir a sus desafortunados alumnos de que los romanos nunca existieron. Nunca hubo un imperio romano. El mundo entero comenzó a existir solo un poco antes de que existiera la memoría viva. El español, el italiano, el francés, el portugués, el catalán, el occitano, el retorromano, todas estas lenguas y sus dialectos aparecieron de forma espontánea e independiente, y nada deben a algún antecedente como el latín. En lugar de dedicar toda su atención como a la noble vocación de académico del mundo clásico y profesor, se ve forzado a emplear su tiempo y esfuerzo en una denodada defensa de la proposición de que los romanos si existieron alguna vez: una defensa contra la exibición de un prejuicio ignorante que le haría llorar si no estuviera tan ocupado en luchar contra ella.
Si mi fantasía sobre el profesor de latín le parece muy caprichosa, veamos un ejemplo más realista. Imagine que es un profesor de historia más reciente y que sus lecciones sobre la Europa del siglo XX se ven biocoteadas, interrumpidas o desbaratadas de alguna otra forma por grupos politicamente poderosos y bien financiados de revisionistas del holocausto. A diferencia de mis negadores de Homero, los negadores del holocausto existen de verdad. Hacen ruido, son superficialmente plausibles y expertos en parecer bien informados. Están apoyados por el presidente de, al menos, un Estado poderoso actual e incluyen, como mínimo a un obispo de la Iglesia Católica Romana. Imagine que, como profesor de historia europea, se enfrenta continuamente a demandas beligerantes para que se "enseñe la controversia", y se dedique "el mismo tiempo" a la "teoría alternativa" de que el holocausto nunca ocurrió, que fue inventado por un grupo de conspiradores sionistas. Intelectuales relativistas de moda intervienen para insistir en que no hay una verdad absoluta: si el holocausto ocurrió es una cuestión de creencia personal; todos los puntos de vista son igualmente válidos y deben ser igualmente "respetados".
Hoy día, la situación de muchos profesores de ciencias no es menos desesperada. Cuando intentan exponer el principio central de la biología; cuando honestamente situan el mundo de lo vivo en un contexto histórico -lo que quiere decir evolución-; cuando exploran y explican la naturaleza de la vida misma, son acusados y bloqueados, fastidiados e incluso intimidados con la amenaza de perder sus empleos. Cada ataque les hace, cuando menos, malgastar tiempo. Es frecuente que tengan que reciban cartas intimidatorias de los padres y que tengan que aguantar sonrisas sarcásticas y brazos cruzados de niños a los que les han lavado el cerebro. Les obligan a leer libros de texto aprobados por el Gobierno en el que la palabra "evolución" ha sido sistemáticamente eliminada o sustituida por "cambio en el tiempo" Hubo una época en la que nos reíamos de este tipo de cosas y las calificábamos de fenómeno típicamente estadounidense. Pero ahora los profesores del Reino Unido y el resto de Europa están sufriendo estos mismos problemas, en parte por la influencia recibida de Estados Unidos, pero sobre todo por la reciente por la creciente presencia del islamismo en las aulas -alentado por el compromiso oficial con el "multiculturalismo" y el temor a ser tachados de racistas.
...Más del 40% de los estadounidenses niegan que los humanos hayamos evolucionado a partir de otros animales, y piensan que nosotros, y por extensión toda la vida, fue creada por dios en los últimos cien mil años. La cifra no es tan alta en Gran Bretaña, pero aún así es preocupantemente elevada... Utilizaré la expresión "negadores de la historia" para designar a aquellas personas que niegan la evolución; quienes afirman que la edad del mundo se mide en miles de años en lugar de miles de millones de años y creen que los humanos caminaron con los dinosaurios"
¿Y usted, se unirá a la campaña educativa contra los negadores de la historia?
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Excelente re-flexión, hermano primate. Vamos a desevangelizar esta tierra de la de(sin)formación de la Ecclesia y la a-culturalidad del Homo Zapping. ¡Un gran abrazo mono desde el Noroeste argentino!
ResponderEliminarhttp://losmundosdemartavc.blogspot.com/2010/11/dia-del-orgullo-primate.html
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