Swilley fundó su congregación hace 25 años, tiene 52, está divorciado y tiene cuatro hijos y, según él, fue consciente de su homosexualidad desde que era un niño. Su ex mujer también estaba al tanto cuando se casaron, pero decidieron mantenerlo en secreto durante más de 21 años. Fue precisamente ella quien a principios de este año lo animó a “dejar de vivir una mentira”, y los suicidios de tantos adolescentes víctimas de acoso homofóbico habrían sido un factor determinante en su decisión.
“Como padre, que se imagina que sus hijos de 16 o 17 años se quitasen la vida, pensé que alguien tenía que decir algo,” declaró Swilley a los medios. “Sé de todas las cosas odiosas que están escribiendo sobre mí, me da igual. Si se trata de salvar a un adolescente, sí, arriesgaría mi reputación por eso.”
Las “cosas odiosas” a que Swilley se refiere son las condenas que su valiente paso ha suscitado en algunas páginas web y blogs cristianos, que no han dudado en calificarlo como “enfermo, desviado, y una herramienta de Satanás.” Lo cierto es que la continuidad de su congregación no es segura tras este anuncio, pero Swilley también se ha declarado dispuesto a empezar de nuevo si así fuese necesario. Ojalá cunda su ejemplo.
¿Y usted qué opina?
¡hmmñññññ! ¿Qué dijo harry, qué dijo?
ResponderEliminar