Berlín recibió a Benedicto XVI con una manifestación en contra. La imagen que acompaña esta entrada dice "Ningún poder para los dogmas" una inteligente frase que resume la necesidad del laicismo.
Peces buenos y malos
Alemanes contrarios a las opiniones conservadoras del papa Benedicto XVI sobre la sexualidad y molestos con los casos de abusos sexuales por parte del clero protestaron el jueves en Berlín al comienzo de una visita de cuatro días del pontífice a su tierra natal.
El Papa, nacido en Alemania, dijo antes de aterrizar que comprende por qué algunas personas estaban "escandalizadas por estos crímenes" y habían abandonado la Iglesia, que en tierras germanas ha registrado un récord de abandonos.
"La Iglesia es una red de Dios que saca peces buenos y peces malos", dijo, acudiendo a la idea de Jesús como pescador.
Pero las palabras del pontífice, de 84 años, al comienzo de su tercer y más difícil viaje a Alemania no lograron calmar a los manifestantes reunidos en Berlín antes de su discurso al Bundestag, la cámara baja del parlamento, y de una misa para 70.000 personas en el Estadio Olímpico.
"Esto es imposiblemente arrogante, muestra que no es de este mundo", comentó Birk Friedrich, de 62 años y que pasó los primeros 14 años de su vida en una casa de acogida católica donde, según dijo, los abusos físicos eran rampantes.
"Fueron la Iglesia y este Papa quienes permitieron que todos los abusos se barrieran bajo la alfombra", dijo Friedrich en la plaza berlinesa de Postdamer, donde en algunas banderas se leía "Mejor Dios sin Iglesia que una Iglesia sin Dios".
Grupos de defensa de gays y lesbianas que se oponen a la visión dogmática de Benedicto XVI sobre la sexualidad y la concepción abarrotaron la plaza, algunos vestidos como obispos y algunos incluso como el papa.
"¿Por qué se le ha invitado al Parlamento? No tiene nada que ver con la política. Su política sobre los condones es como asesinato", afirmó Markus Schuke, de 42 años y que trabaja para una organización benéfica con enfermos de sida.
En un país sacudido por los escándalos de abusos sexuales del clero que han estallando en Europa en los últimos dos años, en el 2010 abandonaron la Iglesia una cifra récord de 181.000 personas, un número que por primera vez fue mayor que el de protestantes que dejaron sus iglesias y se bautizaron en la fe católica.
Benedicto XVI hizo referencia a este éxodo e instó a los católicos a no abandonar la Iglesia mientras ésta trabaja para deshacer el daño infligido.
La Iglesia Católica en Alemania ha recibido casi 600 demandas de indemnización por parte de víctimas de abusos físicos y sexuales, mientras que una asociación de víctimas estima que más de 2.000 personas sufrieron maltratos por parte de curas católicos en las últimas décadas.
Vidas privadas
Unos 100 diputados de izquierda en el Bundestag, de 620 escaños, tenían previsto boicotear el discurso del Papa, indicando que viola la separación entre la Iglesia y el Estado.
"El Papa puede celebrar una misa donde quiera: en un campo, en una Iglesia o en el Estadio Olímpico. Pero no debería hablar en el Bundestag", afirmó Hans-Christian Strble, del Partido Verde.
El Papa dijo a la prensa en el avión que no estaba preocupado por las protestas.
"Forman parte de la libertad y debemos reconocer que el laicismo y la oposición al catolicismo en nuestra sociedad son fuertes", declaró.
El presidente alemán Christian Wulff -un católico que se divorció y se volvió a casar, desafiando las normas de la iglesia- hizo un guiño a su propia situación en su discurso de bienvenida al hablar de los desafíos de la Iglesia.
"¿Con cuánta misericordia trata los errores en la vida privada de la gente?", preguntó al pontífice bávaro.
Wulff preguntó por "los errores (de la Iglesia) en su propia historia y la mala conducta de sus cargos", en una clara referencia a los escándalos de abuso que han tendido una sombra sobre el papado actual.
El papa tiene previsto reunirse con víctimas de abusos en algún momento de su viaje, como ha hecho en otros países, pero no se ha realizado ningún anuncio oficial al respecto.
Tanto Wulff como Benedicto XVI subrayaron que el papel de la religión estaba disminuyendo en Alemania, donde alrededor de un tercio de la población es católica, un tercio protestante y otro tercio no está registrado o pertenece a una fe minoritaria como el judaísmo o el Islam.
"Ha venido a un país donde la fe cristiana ya no puede darse por sentada", dijo Wulff al pontífice.
El papa también se reunió con la canciller Angela Merkel, hija de un ministro luterano, y hablaron sobre la crisis de la zona euro.
Las otras dos visitas del Papa a Alemania desde su elección en el 2005 fueron a las regiones mayoritariamente católicas de Renania y su Baviera natal.
En esta oportunidad viajará por el este de Alemania, donde prevalece la comunidad protestante y atea, donde puede recibir más críticas hacia sus políticas conservadoras.
(Escrito por Tom Heneghan; Traducido por María Ibáñez y Blanca Rodríguez en la Redacción de Madrid; editado por Lucila Sigal)
¿Y usted qué piensa?
¿Lo que yo opino? Simple, que estoy hasta la coronita de que se tenga en cuenta lo que la ICAR dice (bueno, en realidad sus "ministros").
ResponderEliminarEs hora ya de que de una vez y por todas se separen las cuestiones estatales de las de la fe de una parte de la población.
Totalmente de acuerdo, la separación entre Iglesia y Estado debería ser una realidad, y no sólo en Alemania, sino en el mundo en general. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI se permita que gente como este señor diga barbaridades sobre la condición sexual de los demás y tolere subversivamente los abusos? Y que encima sus viajes no se paguen con la fortuna del Vaticano, sino con los fondos del país que visita en cuestión. Es una grandísima falta de respeto hacia cualquier ser humano.
ResponderEliminarCuando se necesita subyugar a un pueblo se trata de hacerlo desde la ignorancia, y en eso la iglesia católica es especialista!!!
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