
Ahora ha causado sorpresa el pastor evangélico Pat Robertson acusando a los ateos de ser culpables de este tiroteo: "La gente que es atea, odia a dios y la expresión de dios, y son responsables de la masacre".

“… Los ateos, que odian a Dios, odian la palabra de Dios. Están enfadados con el mundo, enojados con ellos mismos, enojados con la sociedad y de los ingresos de las personas inocentes que están adorando a Dios…", dijo el famoso teleevangelista.
No obstante el criminal causante de la masacre, no disparo contra estos creyentes porque él odiase a dios alguno, sino porque pertenecía a un grupo de supremacía blanca y confundió a los sikhs con musulmanes. Ambos usan turbantes, pero el sikhismo es una religión que tiene su origen en la India y tienen creencias diferentes..
Sin duda en Nigeria hay un odio religioso profundo, y no son precisamente los incrédulos los que lo perpetran. De hecho los ateos que unen sus creencias basadas en evidencias con un humanismo consideran que el odio y la intolerancia empañan nuestro mundo con tristeza. Esta vida, maravillosa pero breve, debe ser llevada con la mayor felicidad y causando el menor mal posible al prójimo. Hacer semejantes actos tn horribles solo son posibles en el adoctrinamiento, tal como lo tienen los musulmanes de Boko Haram y los supremacistas blancos que llevaron al tiroteo del templo sikh.
Cuando ocurrieron los atentados del 11/S Richard Dawkis dijo: "Si la muerte es el final, se esperaría que un agente racional valorara su vida en el más alto nivel y estaría reticente a arriesgarla. Esto hace del mundo un lugar más seguro, de la misma forma en que un avión es más seguro si su secuestrador quiere sobrevivir. En el otro extremo, si un número significativo de personas se convencen a sí mismas, o son convencidas por sus sacerdotes de que una muerte de mártir es equivalente a presionar el botón de hiperespacio para teletransportarse a través de un agujero de gusano hasta otro universo, entonces esto puede hacer del mundo un lugar muy peligroso. Específicamente, si también creen que el otro universo es un escape paradisíaco de las tribulaciones del mundo real. Demosle el acabado con promesas sexuales creídas sinceramente en caso de ser grotesco y degradante ante las mujeres, y ¿es de sorprenderse que hombres jóvenes frustrados e ingenuos estén pidiendo a gritos el ser seleccionados para misiones suicidas?
No hay duda de que un cerebro suicida obsesionado por la otra vida es en realidad un arma de inmenso poder y peligro. Es comparable a un misil inteligente, y su sistema de guía es superior en muchos aspectos al cerebro electrónico más sofisticado que el dinero pueda comprar. Aunque para un gobierno, u organización o sacerdocio cínicos, es muy muy barato...
La religión es también, por supuesto, la fuente subyacente de división en el Medio Oriente, que motivó inicialmente, el uso de esta arma mortífera... Mi preocupación aquí es con el arma misma. Inundar un mundo con religión, o religiones del tipo Abrahámico, es como distribuir pistolas cargadas en las calles. No se sorprenda si son usadas."
Por último, los ateos no podemos odiar a dios, en la misma manera en que no odiamos a los duendes o las hadas. La falta de evidencia de estas entidades nos lleva a considerarlas muy poco probables. Lo que si odiamos es la ignorancia y el fanatismo religioso qu hoy empañan de dolor a Nigeria y a Wisconsin.
¿Y usted qué opina?