Basados en este texto hemos escuchado a centenares de predicadores, principalmente de corrientes evangélicas y pentecostales afirmar que curan a los enfermos por medio de la fe y que expulsan demonios, que en su entender los causantes de la ira, la envidia e incluso de la homosexualidad. Pero, lo que no hemos visto hasta ahora es que resuciten a alguien declarado clínicamente muerto. La Biblia narra que Pablo, el verdadero propulsor inicial del cristianismo, resucitó a un joven que cayó desde una ventana tras dormirse escuchando su sermón (¡Así estaría de entretenido!). El joven llamado Eutico sería uno de los que cumplió la orden de Mateo 10:8, pero como la inmensa mayoría de los relatos de la Biblia es difícil comprobar la veracidad de sus relatos, además de la falta de relatos independientes que corroboren las narraciones de resurrecciones.
Bueno, el reto fue aceptado por un pastor evangélico de Cartagena, Colombia. Jimmy Murillo Zúñiga tuvo la oportunidad de demostrar si tal cosa es posible el 6 de diciembre de 2012. El Eutico moderno fue Jairo Tetais, un ciudadano que murió en su motocicleta tras chocarse con otro motociclista tras hacer un giro prohibido. Además de su acto prohibido Jairo no llevaba el casco.
Alrededor de la zona del accidente un gran gentío se congregó y fue allí donde apareció el pastor pentecostal. El pastor Murillo pidió entrar a hacer oración. Pero la idea del pastor iba más allá. La prédica pronto se convirtió en un llamado al Jesús para que resucitara a Jairo Tetais. Los familiares pronto se unieron en oración y entre las lágrimas pidieron por que el Jairo reviviera.
Multitud de cartageneros en el accidente de Jairo Tetais. Foto de El Universal (diario cartagenero) |
Pastor Jimmy Murillo orando por la resurrección de un motociclista imprudente. |
En un instante en medio de las oraciones alguien dijo que Jairo había movido una pierna y un brazo y comenzó una estampida humana. Muchos rompieron la cinta de custodia e ingresaron a la escena del accidente para constatar si en verdad había ocurrido el milagro. Los gritos de aleluya se alzaron por la calle. Pero nada ocurrió. Una vez llegados los paramédicos y los agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) se pudo confirmar el deceso del hombre y se realizaron las diligencias del levantamiento del cuerpo. Las oraciones nunca tuvieron efecto.
Después de los hechos, el pastor le dijo a un medio de comunicación escrito que fue la falta de fe de la audiencia la que impidió el milagro: "Ese lugar estaba muy lleno, yo creo que si estuviéramos en un lugar con menos gente y mucha más fe, ese hombre se levanta, varón” Cosa que me parece contradecir la premisa de "nada hay imposible para Dios" (Lucas 1:37) o que muchos de los supuestos milagros se realizaron en presencia de incrédulos.
No obstante el pastor Jimmy le dijo a los periodistas que sus oraciones le permitieron resucitar a un perro en una ocasión anterior, aunque esta vez sin testigos imparciales: “Fue en Zaragocilla, un perro fino se comió la última cena, estaba botando espuma y cuando ya estaban buscando la bolsa para enterrarlo, le pedí al dueño que me dejara cinco minutos a solas con el perro en el patio. Allí le dije al Señor que era la mascota de un niño, empecé a orar y con los ojos cerrados siento que algo me lame por la cara”, afirmó el pastor pentecostal.
Cabe preguntarse porque el dios de la Biblia prefiere atender las oraciones por la resurrección de un perro "fino" en lugar de la de un humano con familia por la cual velar. Es altamente probable que las oraciones no funcionen, que los pastores y sacerdotes dejen de lado la oportunidad de oro para demostrar que los ateos nos equivoquemos al no salir a todas las salas de velación a poner en práctica Mateo 10:8. Lo que también es seguro es que no es recomendable montar motocicleta sin casco y hacer giros prohibidos.
¿Y usted qué opina?
No hay comentarios:
Publicar un comentario