A las 10 a.m. en la calle donde funciona un de las Iglesias de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional, en el barrio Las Ferias (Bogotá), estaba llena de personas a favor y en contra de la líder espiritual María Luisa Piraquive, que hoy está en el ojo del huracán por un video en el que discrimina a las personas con discapacidad y está siendo investigada por lavado de activos.
Por un lado, los miembros de la iglesia, vestidos con prendas elegantes, las mujeres de falda y los hombres de traje, se aglomeraban en la calle con pancartas y cantos como muestra de apoyo a su líder y a los congresistas del Partido Mira, también miembro de la iglesia, Carlos Alberto Baena.
¡No más mentiras, yo no discrimino! Gritaban en coro los creyentes, y en algunos momentos mezclaban la fe con la política diciendo: ¡se vive, se siente…Mira está presente. Se vive, se siente…la iglesia está presente! Y ¡Azul, blanco…Mira gobernando!
Incluso alzaban sus voces con cánticos de alabanza en donde nombraban a Jehová y se refugiaban en las leyes celestiales y el futuro que él les ha prometido, eso sí, afirmando que Piraquive y Baena ‘se van directo al cielo’, sin ningún remordimiento.
“Lo que se argumenta en el vídeo es totalmente falso. Se argumenta sobre algunos hechos que lo que sucede es que quienes lo juzgan es porque no conocen la doctrina del Dios vivo y de poder y porque no nos conocen a nosotros, entonces se fundamentan en hechos que no tienen piso”, señaló José Armando Espitia, quien pertenece a la iglesia hace 19 años.
Y añadió, “aquí lo que se predica es exactamente el guardar las leyes, el respeto y la libertad de culto”.
Al otro lado de la calle, retumbaban las ventanas con los gritos de un grupo más grande que decía: ¡son requisitos, no discriminación!. Y frente a ellos, separados por una cinta amarilla amarrada de poste a poste, un grupo de jóvenes de no más de 35 años, sentaban su voz diciendo: ¡son requisitos de discriminación!
La Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá, también llegó al sitio con una manifestación pacífica, según ellos, no criticando una posición religiosa, si no defendiendo los derechos humanos, en este caso de los discapacitados. Mientras tanto de fondo, se escucha el polémico discurso de la líder María Luisa Piraquive.
“Nosotros consideramos que se está fomentando la discriminación cuando se le dice a un grupo de personas que están en situación de discapacidad que no pueden participar de su comunidad, si bien es cierto que nosotros no nos congregamos allí, consideramos que se está dando un mensaje, se está perpetuando el hecho que las personas con discapacidad son menos, que son ciudadanos de segunda y esto tiene que cambiar”, destacó Ferney Rodríguez, líder de la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá.
“Esto es un acto pedagógico, no creemos que ella vaya a cambiar o vender su mansión para dárselo a los pobres, lo único que queremos destacar es que no hay ciudadanos de primera o segunda categoría, todos somos iguales”, añadió Rodríguez. “Aunque los ateos somos menos en la mayor parte del mundo, la mayoría creyentes se han manifestado en contra de esta pastora”.
Dos puntos de vista, dos creencias. Unos se apoyan en la fe diciendo que su comunidad religiosa tiene ciertos requisitos y así justifican las palabras de la líder espiritual. Los otros, se argumentan en los derechos humanos y responden a la iglesia diciendo que si ellos no discriminan “queremos ver a un homosexual en el púlpito”. En el discurso agnóstico, “la iglesia ha hecho de la fe un negocio”.
En el discurso religioso, el escándalo de discriminación y lavado de activos es persecución de los medios de comunicación. “Me cuestionó la calidad de periodismo que se está haciendo aquí en Colombia, donde no se fundamenta en hechos concretos, si no en cosas vanas y habladurías (…) si hay algo en contra de algún miembro de la iglesia, para eso está la ley”, expresó Espitia.
Al final, los manifestantes ateos solo quieren dejar una consigna, “todos los ciudadanos somos libres e iguales en derechos y tenemos que construir esa sociedad entre todos”.
Según los miembros de la iglesia, las manifestaciones van a seguir hasta que cesen los señalamientos.
Así registró la televisión colombiana un evento en el que por primera vez los ateos se manifestaban al frente de una iglesia protestante:
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