martes, 25 de febrero de 2014
Cómo una nueva idea cambia tus neuronas
Investigadores canadienses descubrieron que la modificación de una proteína conocida como delta-catenina, no sólo ayuda en la formación y aprendizaje de nuevas ideas, sino que permite que las recordemos
Por Glenys Álvarez
En una entrevista reciente, el neurocientífico Michael Graziano decía en la revista Órbitas Científicas que era indiscutible la naturaleza biológica del cerebro. El profesor de la Universidad de Princeton y autor de varias novelas y libros infantiles, proponía la posibilidad de que en un futuro fuera posible 'subir' nuestros cerebros a una computadora y que pudiera funcionar desde allí. Sus ideas, aunque suenen a veces imposiblemente asombrosas, parecen buenas alternativas luego de que Graziano las explica; eliminando la biología en este proceso y concentrándose en una grabación de la información. Sin embargo, ¿es posible descartar la biología aún cuando sólo se necesita la información? Porque, decididamente, el cerebro es un procesador de datos completamente biológico.
Este nuevo estudio, elaborado en la Universidad de Columbia Británica (UBC) en Canadá, nos muestra claramente otro de los pasos biológicos que produce el cerebro cuando forma una nueva idea y no sólo en su aprendizaje sino también en cómo la memorizamos. ¿No es eso fabuloso?
Es sumamente importante comprender la bioquímica del cerebro. Muchas cosas pasan entre portales iónicos y químicos navegando entre neuronas, mielina y todo lo que compone la máquina biológica dentro del cráneo. Precisamente, este cóctel biológico permite que pensemos, aprendamos y recordemos pero también su buen desempeño nos mantiene saludables. Cuando alguna parte se daña puede causar enfermedades tan terribles como el Alzheimer. De hecho, los investigadores, aunque enfatizan en la necesidad de más estudios para confirmar sus descubrimientos, están de acuerdo en que experimentos de este tipo ayudarán a descubrir formas para erradicar enfermedades neurológicas.
La protagonista ahora es una proteína conocida como delta-catenina que recibe una nutritiva visita cada vez que aprendemos algo. Resulta que cuando nos llega esa hermosa y fresca idea a nuestros cerebros, las neuronas son estimuladas por un pequeño ácido graso que se adjunta a la ya mencionada proteína en el cerebro. Esta modificación bioquímica es esencial en la producción de cambios en la conectividad de las células cerebrales asociadas con el aprendizaje, escriben los investigadores en el diario Nature Neuroscience, donde fueron publicados los resultados.
Shernaz Bamji y Stefano Brigidi son los dos autores principales del experimento. Los científicos usaron animales y encontraron que justo luego de haber aprendido algo, la cantidad de proteína delta-catenina aumentaba el doble en sus cerebros. Precisamente, en otros estudios esta proteína ya había sido vinculada al aprendizaje, sin embargo, ahora no sólo lo confirman sino que describen, por primera vez, su participación en el mecanismo molecular que produce la formación de un recuerdo.
“Se necesitan más trabajos, pero este descubrimiento nos da una mejor comprensión de las herramientas que nuestro cerebro utiliza para aprender y recordar, y da una idea de cómo estos procesos están alterados en las enfermedades neurológicas”, dice la coautora Bamji, profesora en el Instituto de Ciencias de la Vida de la UBC.
Otro dato interesante tiene que ver con ciertas raras enfermedades neurológicas. Los investigadores mencionan la discapacidad mental de personas que nacen sin el gen que produce la proteína delta-catenina, como el síndrome de grave retraso mental llamado Cri-du-chat, un extraño trastorno genético llamado así porque los niños afectados producen un llanto agudo similar a un gato. Más aún, la interrupción de este gen también se ha observado en algunos pacientes con esquizofrenia.
“La actividad del cerebro puede cambiar tanto la estructura de esta proteína como su función”, dice Brigidi, primer autor. “Cuando presentamos una mutación que bloquea la modificación bioquímica que se produce en los sujetos sanos, suprimimos los cambios estructurales en las células del cerebro que se sabe que son importantes para la formación de la memoria”.
Imposible no pensar en ese mecanismo biológico que hace que una molécula, active a un gen para que produzca una proteína que es luego modificada con la adición de un pequeño ácido graso, permitiendo así que aprendas con tu nueva idea y que luego la recuerdes bien. Tan interesante saber que un pensamiento es un proceso químico en tu cabeza.
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