La velocidad de la luz nos afecta más de lo que pensamos pues nos ayuda a entender la diferencia entre causa y efecto, sin embargo, el movimiento del espaciotemporal mismo puede hacer que la velocidad de la luz parezca una tortuga.
Por Glenys Álvarez
Hay muchas cosas extrañas en el universo. A veces hasta está de más decirlo; recuerdo la primera vez que escuché que era probable que las estrellas que veía en el cielo ya estuvieran muertas, de hecho, a veces lees de estrellas que parecen ser más viejas que el Cosmos mismo. Pensar en ese viaje prolongado de la luz me producía vértigo. Luego me enteré que los fotones tienen un límite de velocidad, y no sólo eso, nadie más puede ir más rápido que ellos, es imposible, una de esas reglas que debe detener cualquier asomo de neutrinos llegando primero a la meta, como una vez dijeron los italianos. Sin embargo, eso es relativo, veamos por qué.
Primero nos enfrentamos a que la velocidad de la luz no es relativa. No importa quién la mida o dónde la mida o cómo la mida, si está moviéndose si está estático (¿recuerdan el ejemplo del tren?), será siempre la misma: 300,000 kilómetros por segundo en el vacío, una constante universal. Eso es tan rápido que no basta la palabra. Pero también es constante, ¿no? No puedes medir la velocidad de otro carro si estás en movimiento, de hecho, por eso es que los policías deben permanecer estacionados mientras miden la velocidad de los carros, sino van a tener la velocidad de ellos y del carro mezclada, las leyes de física del mundo macro, nos explicaba Einstein, son relativas a muchas variables como esas. Pero algo que no parece cambiar es la constancia de la velocidad de la luz.
Sin embargo, ahora que el nacimiento del universo anda navegando por todas las noticias del globo, escuchamos un dato que rompe esta ley y la encontramos en la súper veloz inflación del cosmos. Primero, intentemos imaginar la billonésima parte de un segundo. Esa fue la duración del primer explosivo instante inflacionario, y voló, nos dicen, en ese picosegundo el estallido cósmico le echó gasolina al fuego, eso hizo a la explosión en la Gran Explosión mucho más explosiva, valgan las redundancias, cambiamos de pensamiento cuando descubrimos que el universo no sólo se expandía sino que había nacido de un Bang inflacionario y que en vez de una expansión lineal, experimentó un crecimiento exponencial. Y que, en ese picosegundo, la explosión fue más veloz que la luz.
Pero, ¿cómo es eso posible? ¿Una ocasión especial?
La velocidad de la luz nos afecta más de lo que pensamos pues nos ayuda a entender la diferencia entre causa y efecto. Si las cosas se movieran más rápido que la luz nuestras experiencias serían realmente extrañas. Por ejemplo, si vas a atrapar una bola de béisbol que viaja más rápido que la luz, sentirás que llegó a tu guante mucho antes de ver que fuera lanzada. Sería el efecto antes de la causa. Sin embargo, la velocidad de la luz es sólo un límite para objetos, como pelotas de béisbol mientras se mueven a través del espacio.
El movimiento del espaciotemporal mismo, sin embargo, puede hacer que la velocidad de la luz parezca una tortuga.
Lo que ocurre es que el universo se expande y se acelera. Los investigadores indican que el universo se expande más rápido que la velocidad de la luz, y, quizás lo más sorprendente, algunas de las galaxias que podemos ver en estos momentos se están alejando a velocidades más rápidas que la luz, muchas de ellas las dejaremos de ver para siempre. Pero es aquí donde debemos detenernos un poco y explicar la diferencia entre movimiento y expansión. Cuando hablamos de lo primero, nos referimos a un objeto que cambia de posición en el espaciotemporal, cuando hablamos de la expansión del espaciotemporal, obviamente, no podemos referirnos a lo mismo, la velocidad de la luz es una restricción para los objetos que existen en el espaciotemporal, no para el espaciotemporal mismo.
Así que en ese picosegundo de inflación, donde todo el universo era del tamaño de un electrón, la explosión movió materia más rápido que un fotón y lo sigue haciendo hasta entre algunas lejanas galaxias, pues el espacio anda acelerándose (culpan a una aún indeterminable energía oscura). Así que agárrense, que el proceso es veloz y, aparentemente, no hay límite de velocidad.
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