De acuerdo con una investigación elaborada por científicos de las universidades de Pompeu Fabra de Barcelona y Chicago, la perspectiva moral y ética se ve afectada cuando te comunicas en una lengua que no es la nativa
Por Glenys Álvarez
¿Recuerdan el dilema ético del tren?
Es uno muy utilizado en las investigaciones sociales sobre la moral y
la ética humana. De hecho, en Editora Neutrina hablamos de ello en
un video en YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=T1Z_8YajvAM,
cuando unos investigadores elaboraron una plataforma virtual para
realizar el experimento. Este dilema intenta resolver la pregunta
sobre el bien moral: ¿matarías a una persona para salvar cinco?
Precisamente, los resultados estadísticamente corroborados sobre
estos estudios, afirman que la mayoría opta por salvar a los cinco,
es decir, por el bien moral colectivo y a gran escala. Por supuesto,
estamos hablando de una situación hipotética donde las emociones
tienen poco que ver en el asunto. En la vida real, ¿mataría una
madre a su propio hijo para salvar a otros cinco?, ¿a su esposo?,
¿su amigo?, ¿su padre?...
La
investigación social es así, el ser humano es un organismo
complicado dominado por una mezcla genética donde distintas
emociones y razones se mezclan en el medio a través de un cerebro
complejo. De hecho, en una versión donde una nueva posibilidad
demanda un papel más activo del voluntario que debe empujar, es
decir, matar a otro para salvar a cinco, no sólo el otro escenario
donde descarrilaba un tren hacia el lado donde un hipotético
desconocido caminaba para salvar a los otros cinco. En la forma
alternativa, más personas no pudieron matar a la persona para salvar
a los otros. Los resultados nos dicen que aún en una situación
hipotética, la idea de no matar está bien arraigada en la mayoría.
Ahora,
una nueva investigación nos trae más curiosas respuestas en este
sentido. En esta ocasión, un equipo de psicólogos de las
universidades de Chicago y Pompeu Fabra de Barcelona, encontró que
las personas tienden a ser más pragmáticas y funcionales cuando
hablan un idioma extranjero. Los equipos usaron la prueba del dilema
ético del tren y encontraron que los números variaban de acuerdo al
idioma en que era presentado.
“Este
descubrimiento tiene importantes consecuencias para nuestro mundo
globalizado ya que muchas personas hacen juicios morales en dos
idiomas: el nativo y el extranjero”, dice Boaz Keysar, profesor de
psicología en la Universidad de Chicago. “Las implicaciones para
el mundo real podrían incluir, por ejemplo, un inmigrante que sirve
como miembro de un jurado en un juicio, esta persona podía tomar
decisiones de manera distinta a una persona que esté maneando su
idioma nativo”.
Precisamente,
el director y autor principal del estudio, Albert Costa, psicólogo
de la UPF, añadió que “las deliberaciones en lugares como las
Naciones Unidas, la Unión Europea, las grandes corporaciones
internacionales o empresas de inversión pueden ser mejor explicadas
y hacerse más predecibles gracias a este descubrimiento”.
La
propuesta es la siguiente: hablar en una lengua extranjera provoca
una respuesta emocional reducida lo que, a su vez, distancia
psicológicamente al individuo que está tomando las decisiones
morales de las preocupaciones emocionales. Más aún, estudios
anteriores, elaborados por estos mismos grupos, encontraron
independientemente un efecto similar para la toma de decisiones
económicas.
Los
datos fueron recopilados en cinco países: España, Estados Unidos,
Israel, Corea y Francia. Como siempre, cuando eran presentados con el
dilema del tren, de matar a uno para salvar a cinco, la mayoría
eligió la opción del bien mayor. No obstante, más voluntarios la
eligieron cuando la prueba era presentada en un idioma extranjero.
“Incluso
con la aleatorización de los grupos lingüísticos de los
participantes, los que utilizaban un idioma extranjero eran dos veces
más propensos a responder con un enfoque más pragmático, uno que
está más al servicio del bien común, de salvar más personas”,
dijo Costa, del Centro de Cognición Cerebral de Pompeu Fabra.
Cabe
añadir, por supuesto, que los experimentos sociales tiene distintas
limitaciones. El número de participantes es una de ellas, aún los
datos hayan sido recogidos en muchos países. Es precisamente por
ello que las investigaciones sociales deben mostrar una recopilación
de resultados similares para mantener una idea coherente. En esta
investigación se evaluaron los datos de 725 participantes.
“La
gente tiene menos miedo a perder, está más dispuesta a asumir
riesgos y menos conectada emocionalmente cuando se piensa en una
lengua extranjera”, expresó Keysar.
“Lo
que este estudio nos dice es que los juicios morales pueden ser
afectados en función de si el idioma en que se presenta es nativo o
extranjero”, dijo Costa . “El conocimiento de este impacto de las
lenguas en los dilemas morales es fundamental para tomar decisiones
más informadas”.
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