Un equipo de investigadores
desarrolló simulaciones cuánticas del modelo de la curva cerrada
tipo tiempo, asegurando que la cuántica permite el viaje en el
tiempo
Por Glenys Álvarez
Los viajes en el tiempo son
posibles. Es lo que asegura la mayoría de las principales teorías
físicas, las que no ponen ninguna prohibición al respecto; la
Teoría de la Relatividad, por ejemplo, describe la gravedad como la
curvatura del espaciotiempo realizada por la energía y la materia.
Un campo gravitatorio extremadamente poderoso, como el que produce un
agujero negro, podría, en principio, deformar profundamente el
tejido mismo del Cosmos, tanto así que el espaciotiempo se curvaría
sobre sí mismo. El resultado de este fenómeno crearía una “curva
cerrada de tipo tiempo”, o CTC, un bucle que podría ser atravesado
para viajar al pasado y ¿matar a tu abuelo?
La revista Scientific American
escribe sobre la fiesta que el físico Stephen Hawking organizó en
1992. El científico decoró el lugar con globos, había champaña
helada y exquisitos bocadillos. Sin embargo, nadie fue a la fiesta ya
que Hawking, envió las invitaciones luego de que había terminado.
Precisamente, su fiesta era una “recepción de bienvenida a los
futuros viajeros en el tiempo”, y para él, los resultados
confirmaban lo que había ya teorizado: es imposible viajar en el
tiempo.
Por supuesto, los que no somos muy
allegados a las matemáticas, física y otras ciencias duras,
tendemos a pensar en ciencia ficción cuando pensamos en viajes en el
tiempo o nos metemos en discusiones sobre las probabilidades que
resultarían si fuera posible. Sin embargo, el viaje en el tiempo
tiene repercusiones importantes en ramas científicas como la
criptografía cuántica y la computación; también, por supuesto,
nos puede decir mucho más sobre la naturaleza del universo. De
hecho, algunos piensan que podría cambiar completamente su actual
paradigma.
Retornemos a la Tierra un momento,
porque la información que tenemos está basada completamente en las
matemáticas.
Regresemos al bucle cósmico que nos
trasladaría por el tiempo. Para Hawking y muchos otros físicos,
estas cosas son absurdas, de hecho, las han llamado “aborrecibles”,
ya que afirman que cualquier objeto macroscópico viajando a través
de uno de esos bucles, crearía unas paradojas inevitables que
descompondrían la causa y el efecto. En un modelo propuesto por el
teórico David Deutsch en 1991, sin embargo, las paradojas creadas
por estos bucles podrían ser evitadas. ¿Cómo? Pues a través del
uso de la escala cuántica ya que las partículas en este
ultradiminuto mundo tienen reglas bien distintas donde la causa y el
efecto no llevan el orden que le conocemos en nuestro mundo macro:
siguen reglas difusas de probabilidad más que un estricto
determinismo.
“Es intrigante como tenemos a la
relatividad general prediciendo estas paradojas pero luego que las
consideramos en términos de la mecánica cuántica desaparecen",
dijo para Scientific American el físico de la Universidad de
Queensland, Tim Ralph. “Hace que te preguntes si esto es importante
en términos de la formulación de una teoría que unifique la
relatividad general con la mecánica cuántica”.
Pues bien, un equipo de científicos
liderado por Ralph y Martin Ringbauer, experimentó, por primera vez,
con el modelo CTC de David Deutsch creado en 1991. Se centraron en un
problema en particular: analizar cómo este modelo resuelve la
paradoja del abuelo. Es decir, viajas en el tiempo y matas a tu
abuelo, impidiendo así tu propio nacimiento.
Para explicarlo, los investigadores
dicen que en vez de imaginar a un ser humano atravesando uno de estos
bucles para viajar al pasado y matar al abuelo, imagina mejor que una
partícula fundamental regresa al pasado para activar un interruptor
en la máquina de generación de partículas que la creó. Si la
partícula activa el interruptor, la máquina la envía de nuevo al
bucle; si el interruptor no se activa, la máquina no emite nada.
Deutsch postulaba que cualquier partícula que entrara por un extremo
del CTC debía salir por el otro extremo con idénticas propiedades.
En otras palabras, si la partícula fuera una persona, nacería con
una mitad de probabilidades de matar a su abuelo, lo que le da al
abuelo la mitad de probabilidades de escapar de esta muerte, lo cual
es lo suficientemente bueno, en términos probabilísticos, para
cerrar el lazo causal y escapar de la paradoja.
Por extraño que pueda ser, nos
dicen, esta solución está en consonancia con las leyes conocidas en
la mecánica cuántica.
Publicado en Nature Communications
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