Los investigadores piensan que las
galaxias enanas con agujeros tan masivos pueden ser más bien los
residuos de galaxias más grandes que fueron destrozadas durante
colisiones con otras galaxias
Por Glenys Álvarez
Los astrónomos nos dicen que han
encontrado un objeto improbable en un lugar improbable. Cuando se
habla del Universo no es un titular poco común, siempre encuentran
la estrella más grande que luego es sustituida por otra más grande,
el agujero negro más lejano que después es reemplazado por otro aún
más apartado, la galaxia más antigua que más tarde es rejuvenecida
por un hallazgo aún más viejo; el espacio y el tiempo allá afuera
son tan asombrosos como el enigmático comportamiento cuántico.
Ahora lo vuelven a hacer y el ya
querido y conocido Telescopio Espacial Hubble es uno de los
instrumentos protagonistas. El grupo de investigadores, dirigido por
Anil Seth, de la Universidad de Utah, anunció en la revista Nature
el descubrimiento de un desmesurado agujero negro masivo en una
galaxia enana. La galaxia es conocida y su existencia es realmente
espectacular, como dije antes, es una enana llamada M60-UCD1 y no
solamente es bien pequeña sino que también es extremadamente densa;
de hecho, es una de las galaxias más densas conocidas hasta la
fecha. Los investigadores nos dicen que en su diámetro de unos 300
años luz, esta galaxia enana atesta unas 140 millones de estrellas.
Para comparar, la Vía Láctea tiene 100,000 años luz de diámetro,
es decir, que si viviésemos en una galaxia como la M60-UCD1, las
noches serían súper brillantes, con al menos un millón de
estrellas visibles en el cielo. Pero como habitantes lácteos, desde
la Tierra vemos unas cuatro mil estrellas en el cielo.
Por otro lado tenemos el agujero,
que es cinco veces más grande que el de nuestra galaxia. Imaginen
eso. El de la Vía Láctea tiene la masa de cuatro millones de soles,
lo que representa sólo un 0.01 por ciento de la masa total de la
galaxia. Pero el supermasivo de M60-UCD1 tiene la masa de 21 millones
de soles, lo que corresponde a un ¡15 por ciento de la masa total de
la pequeña galaxia!
¿Cómo es esto posible?
Los investigadores piensan que las
galaxias enanas con agujeros tan masivos pueden ser más bien los
residuos de galaxias más grandes que fueron destrozadas durante
colisiones con otras galaxias, es decir, que no se trata de galaxias
que se generaron como pequeñas islas de estrellas en aislamiento.
“No sabemos ninguna otra manera en
que un agujero negro tan grande podría desarrollarse en un objeto
tan pequeño”, dijo Seth.
El equipo no sólo utilizó el
Hubble en el espacio sino observatorios en tierra, como con el
telescopio de ocho metros de óptica e infrarrojo Gemini Norte en
Mauna Kea. Las imágenes de ambos proporcionan información sobre el
diámetro de la galaxia y la densidad estelar. Para calcular la masa
del agujero negro, Géminis mide cómo los movimientos estelares son
afectados por su atracción.
Los investigadores piensan que
M60-UCD1 fue una vez una gran galaxia con diez mil millones de
estrellas, hasta que un día pasó muy cerca de otra galaxia mucho
más grande conocida como M60, que la destrozó, arrancando todas las
estrellas y la materia oscura de su parte exterior y convirtiéndola
en la enana que es hoy. Los astrónomos creen que la historia
continuará y que, eventualmente, la enana se fusionará con la M60,
que tiene su propio monstruoso agujero negro con la asombrosa masa de
4,500 millones de soles; en otras palabras, mil veces más grande que
el agujero negro en nuestra galaxia. Y eso no es todo. Cuando eso
ocurra, los agujeros negros también se fusionarán. Ambas galaxias
se encuentran a 50 millones de años-luz de distancia, así que a lo
mejor, el caos haya comenzado ya.
Para imágenes y más información
acerca del Hubble: http://www.nasa.gov/hubble
Imagen de NASA y ESA. Impresión
artística del agujero en M60-UCD1
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