Los hechos ocurrieron en el marco de las fiestas patrias donde es tradicional un Te Deum evangélico
desde 1975 (instaurado por Augusto Pinochet), además del Te Deum católico que se lleva a cabo los 18 de septiembre.
A la llegada de la Presidenta Bachelet hubo gritos de algunos evangélicos que le gritaron: “Asesina” y “vergüenza nacional”. La razón de la molestia de los evangélicos fue la reciente aprobación de la despenalización del aborto en tres causales (malformación fetal, riesgo de vida de la madre y violación), además de la reciente presentación del proyecto de apertura del matrimonio civil para las parejas del mismo sexo.
Durante el acto, el Obispo Presidente de la Mesa Ampliada de las Iglesias Evangélicas, Emiliano Soto dijo: "Hoy oramos para que los llamados temas valóricos, cuando se inicia la vida o el matrimonio entre un hombre y mujer, tengan siempre de parte de los legisladores la consideración real de lo que significa libertad religiosa que es un derecho humano fundamental, que se respete la libertad de conciencia de quienes profesamos una fe”
Lo que muestra que en todas las latitudes los evangélicos llaman "libertad religiosa" al deseo de imponer sus puntos de vista a toda la sociedad, sin importar que no sean evangélicos.
Luego, las puyas vinieron de Eduardo Durán Salinas, pastor y candidato a diputado, quien emplazó a Bachelet por estos proyectos y cuestionó que “movimientos minoritarios han logrado instalar una agenda que ni siquiera cuenta con el respaldo mayoritario de la ciudadanía: identidad de género, matrimonio igualitario, despenalización del aborto, son sin duda leyes que no representan nuestros valores cristianos”.
¡Y nuevamente los evangélicos pretendiendo que una democracia no garantice las libertades de las minorías!
Foto, El Quinto poder. |
En un análisis de Rafael Pizarro, doctor en gobierno y académico de la Universidad Central, dado a La Tercera apuntó ligeramente a la incongruencia de los Te Deun en un estado laico: “Creo que esto viene a poner en tela de juicio la realización de este acto y la participación de autoridades del Estado. Aquí hay recursos que se están invirtiendo. La presencia de la Presidenta, de Ministros, los presidentes de la Corte Suprema, etc, son funcionarios del Estado que ponen de su tiempo, los recursos y las energías para encontrarse en un acto que terminó siendo proselitista y los mensajes tuvieron que ver más con la agenda política que con el sentido propio de este acto”
¡Quieren pan y pedazo!
Sin duda, los evangélicos y muchos católicos en Chile y América Latina detestan la laicidad porque desean poner sus dogmas por medio de la ley, además de gozar de privilegios económicos.
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