El agua bendita es usada también por la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica Antigua, y la Iglesia Anglocatólica. Sin embargo la tradición del uso de agua bendita no aparece indicado en la Biblia, por lo que parece que esta tradición fue importada del paganismo, como lo fue otras muchas tradiciones y creencias del cristianismo (dios redentor, navidad en 25 de diciembre, pascua, virgen "madre de dios", procesiones, uso de la mitra, eucaristia, etc).
La práctica del uso de agua bendita está documentada en muchas culturas antiguas, y se ve reflejada en la designación de rios sagrados (como el Ganges en el hinduismo). Antiguos dioses eran representados rociando agua bendita como Cíbeles, de Frigia o Dagón, dios filisteo, y que fue relacionado como enemigo de Jehová en el Antiguo Testamento.
Más ingeniosos han sido los obispos de la Iglesia Universal del Reino de Dios (Pare de sufrir) que venden embotellada "agua bendita del Río Jordán". Aunque desertores de esta secta en Perú afirman que no se trata más de un burdo engaño, y que tal agua no es más que agua de grifo embotellada.
Los católicos le reportan a esta agua el poder de "alejar el demonio", e incluso curar enfermedades. Según se menciona en la página de la organización Caballeros de la Virgen:
Su efecto más importante es alejar al demonio, que “ronda como león rugiente” , buscando toda especie de mal, como nos advierte San Pedro (I Pe 5,8). Los espíritus malignos, cuyas misteriosas y siniestras operaciones afectan incluso las actividades físicas del hombre, quieren ante todo inducirnos al pecado grave, que conduce al infierno. Para ello emplean todos los recursos. A veces, por ejemplo, nos provocan un sinnúmero de molestias físicas o psicológicas. Otras veces provocan pequeños incidentes en nuestra vida diaria, causar enredos que parecen tener causas meramente naturales."
Por ejemplo, al momento de cumplir un deber, la persona siente un inexplicable malestar, un inesperado desánimo, un raro dolor de cabeza...
Además, el agua bendita es un sacramental que nos alcanza el perdón de los pecados veniales, puede librarnos de accidentes (tránsito, asaltos, caídas), y ayuda hasta a curar enfermedades."
Es poco probable comprobar la eficacia del agua bendita para alejar imaginarios demonios, pero si podriamos examinar el resultado para curar enfermedades veríamos que su efectividad es nula. Muestra de ello es que frente a la actual pandemia de gripe por el virus A-H1N1 se ha instado al desuso de la pilas de agua bendita para evitar que el virus se propague entre los feligreses. Lo que generaría la pregunta, no puede el agua bendita acabar con un simple virus, entoncés ¿qué tan útil es? ¿qué poderes tiene? Sería una gran oportunidad demostrar parte de sus dogmas si con rociar esta agua los enfermos mágicamente se recuperaran o por lo menos destruyera los virus.
El siguiente video en Italia de la BBC muestra una alternativa para distribuir el agua supersticiosa sin propagar el virus. Noten como la periodista inicia diciendo "Aparentemente ni el agua bendita puede prevenir la propagación de la gripe porcina" No es una apariencia, es un hecho.
Su efecto más importante es alejar al demonio, que “ronda como león rugiente” , buscando toda especie de mal, como nos advierte San Pedro (I Pe 5,8). Los espíritus malignos, cuyas misteriosas y siniestras operaciones afectan incluso las actividades físicas del hombre, quieren ante todo inducirnos al pecado grave, que conduce al infierno. Para ello emplean todos los recursos. A veces, por ejemplo, nos provocan un sinnúmero de molestias físicas o psicológicas. Otras veces provocan pequeños incidentes en nuestra vida diaria, causar enredos que parecen tener causas meramente naturales."
Por ejemplo, al momento de cumplir un deber, la persona siente un inexplicable malestar, un inesperado desánimo, un raro dolor de cabeza...
Además, el agua bendita es un sacramental que nos alcanza el perdón de los pecados veniales, puede librarnos de accidentes (tránsito, asaltos, caídas), y ayuda hasta a curar enfermedades."
Es poco probable comprobar la eficacia del agua bendita para alejar imaginarios demonios, pero si podriamos examinar el resultado para curar enfermedades veríamos que su efectividad es nula. Muestra de ello es que frente a la actual pandemia de gripe por el virus A-H1N1 se ha instado al desuso de la pilas de agua bendita para evitar que el virus se propague entre los feligreses. Lo que generaría la pregunta, no puede el agua bendita acabar con un simple virus, entoncés ¿qué tan útil es? ¿qué poderes tiene? Sería una gran oportunidad demostrar parte de sus dogmas si con rociar esta agua los enfermos mágicamente se recuperaran o por lo menos destruyera los virus.
El siguiente video en Italia de la BBC muestra una alternativa para distribuir el agua supersticiosa sin propagar el virus. Noten como la periodista inicia diciendo "Aparentemente ni el agua bendita puede prevenir la propagación de la gripe porcina" No es una apariencia, es un hecho.
¿Y usted qué opina?
La Catoliglesia no halla qué más inventarse...
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