
Su modelo de familia es la heterosexual casada por matrimonio católico, sin opción de divorcio, con sexo solo con fines procreativos, sin anticonceptivos, y preferiblemente que la mujer adopte un papel sumiso frente al hombre.
Pero sucede que la sociedad ha cambiado. Hay divorcio, a pesar de su ferrea oposición en aquellos días. Una oposición similar a la que hoy presentan con los matrimonios del mismo sexo.
Hoy hay divorcio, la mujer sale de su casa y es productiva, y decide cuando quedar embarazada gracias a los métodos anticonceptivos. Hay familias de una sola mamá, de un solo papá, y más recientemente familias con dos mamás y dos papás. Pero esto para la ICAR es el mísmisimo diablo apestando a azufre. Es un sector de la sociedad organizándose sin besar el anillo de su conservador Papa.
Faltaba decir que sin que ningún referendo lo haya votado, la ICAR se cree la dueña de la moral del mundo, y hace declaraciones diciendo que está bien y que no. Sobra cualquier estudio psicológico o sociológico que les contradiga. Por eso ahora vemos a la iglesia diciendo, en otras palabras, que es mejor un niño huérfano que adoptado por una pareja del mismo sexo.
Hace poco la ICAR mostró con rostro de derechos sus prejuicios homofóbicos en Francia. El pasado 10 de noviembre el tribunal administrativo de Besançon autorizó a una lesbiana a adoptar al hijo de su compañera, después de diez años de lucha en los tribunales. Esta desición judicial molestó a Monseñor Jean-Charles Descubes quien dijo que a la menor se le estaba violando el derecho de tener un papá y una mamá y añadió que "la adopción permite a los niños tener esperanza de una familia y ser educados con referencias de filiación que deben permanecer claras. Una familia exige la complementariedad de dos seres, de un hombre y una mujer, cuya unión está basada en la diferencia sexual inscrita en el cuerpo".
¿Y quién le dijo a monseñor que este infante no tenía una familia?. Eso de que una familia "exige" un hombre y una mujer, es un poco dogmático. ¿Acaso no son familias los hogares formados por madres solteras?
Tras la aprobación de Uruguay de la adopción por parte de homosexuales, el 10 de septiembre de 2009, Monseñor Rodolfo Wirz, vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Uruguay, dijo que "esta aprobación del proyecto de ley es una marcha atrás para el desarrollo de la sociedad. Además, ser el primer país latinoamericano en que se aprueba esta ley a favor de la adopción de los homosexuales no es ningún punto a favor, al contrario es lamentable, triste, porque así no se ayuda a aquellos niños o niñas que necesitan ser adoptados"
Pero, acaso las entidades estatales que dan una adopción no hacen un estudio serio de los aspirantes? Entoncés, por qué habría de ser contraproducente? ¿Por qué es una marcha atras que muchos niños puedan aspirar a tener un hogar?
Establecer la negativa rotunda en base a la orientación sexual, como lo hacen las iglesias católica y las evangélicas, es discriminativo. De seguro habrán parejas de lesbianas y de gays con mucho deseo de darle amor y ciudado a un niño. Así como con seguridad habrán también heterosexuales que para nada deberían ser padres, pero que terminan siéndolo, muchas veces sin desear serlo. No todos los hijos biológicos son deseados, pero con seguridad todos los adoptados si lo son.
Dejémonos entonces la idea que solo las personas heterosexuales pueden ser buenos padres. ¿O quien abondonó a esos niños y niñas que llegaron a los orfanatos? ¿la cigüeña?. Hay buenos y malos padres entre los heterosexuales. La orientación sexual no es definitoria de idoneidad. La idoneidad la definen la madurez física y emocional, posición económica favorable, nivel educativo, valores de responsabilidad, honestidad, respeto, tolerancia, generosidad y el amor.
Creo que lo más importante a tener en cuenta para formar un hogar es el afecto, y podrán haber hogares con padre y madre, pero si no hay afecto no habrá una vida feliz. Lo que sucede es que la ICAR está casada con solo un modelo de familia, cuando la sociedad ha cambiado, y en lo que debe hacerse énfasis es en el amor y no en la orientación sexual de los padres.
Estaría de acuerdo con la ICAR, como lo estoy en ciertas cosas, si los estudios psicológicos mostraran que los niños adoptados por un par de lesbianas o un par de hombres gais tuvieran desventajas emocionales, de autoestima, o de aprendizaje. Pero no es así. Es más, hay estudios que muestran que los hijos educados por lesbianas suelen tener aspiraciones más altas en su vida. Esto según lo informó en este mes The National Academy for Parenting Practitioners de Inglaterra.
Con frecuencia la objeción más corriente es que estos niños adoptados tendrán mayor probabilidad de ser homosexuales. Las estadísticas también muestran que esto es falso. De paso los religiosos deberían preguntarse entonces porque entonces aparecen homosexuales en hogares de padres heterosexuales, incluso en hogares fuertemente tradicionales como los mormones y testigos de Jehová. La objeción muestra un desconocimiento del origen de la homosexualidad así como el prejuicio contra gais y lesbianas.
Dicen también los detractores que estos niños sufrirán burlas y discriminación en el colegio. Entonces la solución es luchar contra el prejuicio. El argumento conservador equivale a haberle dicho a un negro de Alabama en el siglo XIX: "no te daremos la libertad porque si quisieras ser doctor o abogado la gente te discriminará". ¿Lo notan?
Para aquellos que llegamos como adultos al siglo XXI se nos hace un cambio brusco ver un par de lesbianas criando un bebe, pero de seguro para los que hoy son niños será más común en unas décadas. Y de seguro no faltará quien tilde y discrimine, pero con el tiempo las cosas cambiarán. Se me hace parecido a las distinciones que se hacían entre "hijos naturales" e "hijos legítimos" cuando era niño en los ochenta. Hoy ya nadie educado hace tan odiosas distinciones.
En este caso la ICAR cubre su prejuicio homofóbico con el supuesto derecho de todo niño a tener papá y mamá, cuando el verdadero derecho es al de tener amor, una familia que lo quiera y lo respete.
Para terminar les diré a los señores de la ICAR que no son los dueños de la moral, y que si no desean que los niños de los orfanatos sigan huerfanos les doy un consejo: Abandonen los hábitos, o pasense al anglicanismo, casense y adopten estos pequeños. Pero los pederastas encubiertos por la iglesia, esos no. Esos pederastas si son, que lo sepa Monseñor Wirz, una marcha atras para el desarrollo de la sociedad, para retomar sus palabras.
¿Y usted qué opina? ¿Cree usted que la ICAR tiene un concepto restringido de familia?