La sola idea que la propuesta llegase a ser apoyada a llevado a los líderes de la Iglesia Católica a manifestarse en contra.
Recientemente la Asamblea Plenaria de obispos reunida en Fátima afirmaron que la ICAR rechaza cualquier "acción u omisión que, por su naturaleza o intenciones, provoquen la muerte".
Los ensotanados recalcaron que "nadie es patrón absoluto de la propia vida y mucho menos de la vida de otros. Por es cualquier formar de ayuda al suicidio es éticamente equivalente a la eutanasia, por lo que el deber es humanizar la muerte es incompatible con la eliminación de la persona que sufre".
Para los líderes de la ICAR la eutanasia traería terribles consecuencias. la "posible legitimación jurídica de la eutanasia o del suicidio asistido llevaría a una inevitables presión sobre todas las personas cuyo nivel de salud no correspondiese al estándar de la sociedad, haciéndolas sentir como un peso o una carga no deseada".
Olvidan los ensotanados que las legislaciones que permiten la eutanasia exigen la expresa decisión del paciente de querer poner fin a su sufrimiento. Esto es clave para evitar que se abuse de la eutanasia para fines egoistas de algún ambicioso o despegado familiar.
Para algunos opositores a la eutanasia, la muerte es un enemigo al que hay que evitar, muchas veces alargando artificialmente la vida generando un estado lamentable en un hospital -lo que se conoce como distanasia. Creo que es importante tomar la muerte como algo natural, y tener en cuenta que el dolor también es una realidad para muchas enfermedades discapacitadoras o terminales, que muchas personas tienen que afrontar. La calidad de la existencia también debe contar.
Sin embargo, la respuesta dada por los obispos portugueses: "La muerte no es un problema por resolver sino un misterio que envuelve toda la existencia".
Señores religiosos la muerte no es un misterio. La muerte apareció a la vez que apareció la vida. Un sistema bioquímico que se automantiene y se reproduce (un organismo), puede deshacerse, y en ese sentido muere. Una bacteria que se reproduce por fisión binaria no tendría muerte por envejecimiento, pero al aparecer la reproducción sexual -por las ventajas adaptativas que trajo- formó organismos que envejecen, y por lo tanto mueren. Los organismos son finitos, y su existencia obtiene éxito al poder replicar sus genes.
El debate en Europa sobre la eutanasia se ha hecho más frecuente después de los casos de Eleuna Englaro y de Chantal Sébire. La primera, una francesa que vivió en estado vegetativo desde el 18 de enero de 1992, por un accidente de tráfico hasta el 9 de febrero de 2009. Ante este estado fue su padre quien solicitó dejar morir a su hija al suspender la alimentación artificial. Caso este de eutanasia pasiva. El segundo caso, de una profesora frnacesa quien solicitó que se le aplicara la eutanasia para librarse del terrible sufrimiento de un raro tipo de cáncer. La justicia francesa negó la eutanasia. En ambos casos la ICAR se rasgó las vestiduras recordando su postura de "defensa de la vida hasta la muerte natural"
La realidad de enfermedades dolorosas y terminales, muerte cerebral y la muerte en si. Deberían generar la posibilida de un debate en el que pesen más los aspectos médicos, éticos y morales, sin dogmatismos religiosos. Ya en este blog hemos tratado este tema, en la entrada "Desafortuda incompresión del sufrimiento", así como en la página principal de Sindioses.org como los ensayos "La buena muerte" y "Eutanasia y privacidad"
¿Y usted qué opina?
A la ICAR no le molesta el sufrimiento de los demás. De echo, a veces da la impresión de que les gusta... En cualquier caso, ¿porque hacerles caso? Que digan lo que quieran ¿no?
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